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Editan un siglo de la caricatura costarricense

Ya está disponible en librerías nacionales “Historia del humor gráfico en Costa Rica”. En este libro, Ana Sánchez hace un recorrido de la caricatura desde principios del siglo XX hasta el 2008, con lo cual se convierte en el estudio más exhaustivo que se ha realizado en el país sobre el tema.

Ya está disponible en librerías nacionales “Historia del humor gráfico en Costa Rica”. En este libro, Ana Sánchez hace un recorrido de la caricatura desde principios del siglo XX hasta el 2008, con lo cual se convierte en el estudio más exhaustivo que se ha realizado en el país sobre el tema.
El libro, que forma parte de la Colección “Historia del Humor Gráfico”, de la Fundación General de la Universidad de Alcalá de Henares, es el número 11 de dicha colección y el primero sobre Centroamérica.
Todo nació cuando Juan García Cerrada, director de la serie de tomos sobre el humor en el mundo iberoamericano, conoció el volumen “Caricatura y prensa nacional” (EUNA, 2002). En este, Sánchez se centraba en el estudio de las caricaturas publicadas en la prensa costarricense en el año 1997.
Aunque en un principio García pensó en un tomo de humor gráfico para Centroamérica, Sánchez lo convenció de que Costa Rica contaba con la suficiente producción como para tener su propia publicación y así nació el texto que hoy se puede encontrar en Libros Alexandría, en Guadalupe, y en la Librería Universitaria de la Universidad de Costa Rica (UCR).
“El objetivo es llegar a un público no especializado, por lo que entre las normas de presentación de originales se establece un lenguaje divulgativo, no técnico, la limitación de notas al pie y de entradas en la bibliografía, además del número de páginas escritas y de imágenes. Se busca divulgar el humor gráfico mediante un texto, gráfico y lingüístico, riguroso, pero fluido y ameno”, asegura Sánchez.
Conviene destacar que el libro aparte de que es un aporte importantísimo para investigadores y amantes de la caricatura, y rinde indirectamente un homenaje a una de las cumbres del humor gráfico nacional, como lo fue Hugo Díaz.
En efecto, la portada del libro es la primera página del Semanario Universidad de la edición 317, que comprendía del 7 al 13 de octubre de 1977.
CARICATURAS DE LOS DE A PIE
Recorrer casi un siglo entero de la caricatura, como se le llama al humor gráfico en el país, fue encontrarse con esa visión de los de a pie, con los que se distancian del discurso oficial político.
La caricatura, determinó Sánchez en su amplia investigación, va más allá, da una visión distinta y cuenta con su propio lenguaje la otra historia, la historia marginal, la que no queda archivada en los grandes tomos de los políticos de turno.
Por esos caminos, es, entonces, que la autora se topó con una serie de representaciones de gran valor.
Para ello, dividió el libro en cinco grandes etapas, con el fin de organizar y facilitar el desarrollo del género del humor en Costa Rica.
Para Sánchez, la propuesta representó no solo un gran esfuerzo, sino una satisfacción especial por la naturaleza del tema.
“Escribir la historia del humor gráfico, o como suele decirse en Costa Rica, de la caricatura, es reescribir la historia del país, pero más que la historia con mayúscula, la historia oficial, es la otra historia, la del pueblo, la de la gente sin voz. A partir de una mirada humorística, en algunas oportunidades, sarcástica y de fuerte chota, la caricatura ha escudriñado la vida cotidiana, la ha valorado y juzgado, y la ha plasmado en imágenes”.
Esa indagación, esa forma particular de ver, de armar la realidad para contarla de una forma particular, es la que permite una relectura de esas situaciones políticas y sociales y dejar un legado en el que prima otra mirada, otra visión y, por ende, otra manera de acercarse a ese mundo interpretado.
En ese sentido, Sánchez, quien fue profesora en la Universidad Nacional y también en la Universidad de Costa Rica, considera que “la historia de la caricatura costarricense no es más que una síntesis de las formas como ha sido contada la historia, sobre todo la política, desde la perspectiva usualmente de quienes no detentan el poder. En cuanto objeto contracultural, es una lectura del poder, de lo que otros sienten y piensan y no tanto de lo que el político desea que se anote o recuerde de él”.
El estudio que representa el libro no solo se basó en la propia producción de Sánchez, sino que reconoce el trabajo de otros investigadores que abordaron el tema en su momento. Tal es el caso de “La caricatura en Costa Rica (elementos para su historia y análisis)” del periodista y caricaturista William F. Solano Zamora (Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva, UCR, 1979); “La historieta crítica latinoamericana”, de Mario Zeledón Cambronero y María Pérez Yglesias (Doctorado en Comunicación Social, Universidad de Lovaina, 1982 – Editorial Fernández Arce, 1995); y “Las corrientes estilísticas del humor gráfico costarricense 1981-2006”, del pintor Lloyd Anglin Fonseca (posgrado en Artes UCR, 2007).
La autora reconoce en la “Historia del humor gráfico en Costa Rica” que la caricatura va más allá y conecta con el alma nacional que está muy relacionada con esa forma de ver y abordar las realidades complejas, desde una mirada en apariencia despreocupada;  es decir, desde la chota, el humor y la ausencia de solemnidad.
“Escribir la historia del humor gráfico, es recorrer y recordar los ‘ires’ y ‘venires’ políticos, tan palpables en los orígenes del periodismo costarricense; en ese periodismo de opinión de marcado signo político y de fuerte humor. Porque en el tronco de la identidad nacional y desde su raíz, el humor ha sido una de sus partes esenciales”.
El lector podrá determinar en el libro  las huellas que a lo largo de todo un siglo ha dejado el humor, con su particular visión del universo que aborda.
Así lo explica Sánchez: “Como género, el humor gráfico inicia en la segunda fase, tiene su momento de oro en los años treinta del siglo XX, una época de recesión a mediados de siglo y una nueva cúspide en los años setenta con la figura de Hugo Díaz, para diversificarse en el siglo XXI con propuestas ligadas a la academia y a las corrientes de la globalización”.
“El humor gráfico en Costa Rica” se une a una colección que ya ha producido sus tomos para Cuba, México, Venezuela, Portugal, Uruguay, Puerto Rico, Paraguay y Ecuador y tiene el respaldo de la Universidad Alcalá de Henares, pionera en la investigación del tema en Iberoamérica.

  • Jose Eduardo Mora 
  • Cultura
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