Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Desde el pasado 28 de julio y hasta el 25 de agosto se mantendrá la exposición “250288” del artista Juan Carlos Abarca en la Alianza Francesa, sede de La Sabana.
El artista es graduado de la Escuela de Artes Plásticas, con énfasis en escultura, por la Universidad de Costa Rica (UCR). En diciembre del 2008, presentó, en una exposición colectiva organizada por la escuela, las obras que integraban su trabajo final de graduación.
La muestra que ahora se exhibe en la Alianza Francesa se compone de 12 esculturas, todas realizadas a partir de piezas del vehículo que durante seis años condujo el artista. Es por eso que lleva por nombre “250288”, el número de placa del automotor.
Las piezas tienen por propósito hacer reflexionar sobre el reciclaje no solo de objetos, sino de la vida misma y sobre el potencial estético que encierran los objetos cotidianos.
Según comentó el artista, tras finalizar sus estudios en la UCR, emprendió un nuevo camino que esperaba le llevara a construir cosas que proyectaran su identidad como artista.
Entonces, dijo, se encontró en una “situación particular”, donde debía disponer solamente de los recursos que tenía a la mano. Así, surgió la idea de utilizar el vehículo, que durante mucho tiempo le había servido como medio de transporte personal, como punto de partida para crear obras de arte.
“Así empezó una aventura de seis meses durante los cuales me fui a una finca, desarmé casi en su totalidad el vehículo y fui utilizando el material que extraía de él para crear las obras, que ahora conforman una colección de 12 esculturas provenientes del proyecto”, relató Abarca.
El escultor afirmó que la exposición plantea, a su criterio, dos discursos principales. El primero, y más evidentemente, es el tema del reciclaje y la discusión sobre hasta qué punto se puede llevar esta práctica. “Es como empezar a reciclar incluso partes de la vida misma, pues lo que está detrás de la muestra es un objeto que realmente tiene una historia, no solo para mi, sino para todo aquel que haya viajado conmigo en el automóvil y ahora es una colección de arte. De esta forma se reciclan no solo los objetos, sino las experiencias, las memorias”, detalló.
El otro tema relevante es mostrar el potencial estético que se encierra en los objetos que usamos diariamente. “Busco poner en evidencia el fabuloso potencial estético y conceptual que vive detrás de aquello que se nos enseña a desechar con relativa indiferencia, y que presenta una superficie fértil para la valorización artística”.
Abarca explicó que aunque la muestra tiene un hilo conductor “pues todo viene del mismo origen”, cada obra se levanta por sí misma con una identidad particular. Según dijo, hay algunas piezas con una orientación claramente figurativa y otras que son abstractas, pero que representan interesantes juegos de color y forma.
Si bien las piezas que conforman “250288” se han exhibido anteriormente como parte de exposiciones colectivas, esta es la muestra individual en la que se mostrarán más piezas de la colección a la vez.
“Esta es la primera exposición solo, en la cual muestro casi la totalidad de las obras de modo que la gente podrá apreciar todas las posibilidades que se abrieron a partir de un mismo origen. Solo faltan una o dos piezas que están comprometidas y que aun no puedo mostrar”, dijo.
Las obras estarán exhibidas en dos sedes de la Alianza Francesa – La Sabana y Barrio Amón – hasta el 25 de agosto.
Este documento no posee notas.