Abrir Noticia Guardar

Sede del Centro Cultural Español se alegra con trazos de Munguía

Gigantas, jaguares, saínos, trajes típicos, monjas y zaguates adornan desde hace unos días la fachada de la Sede Cultural del Centro Cultural Español (CCE).

Gigantas, jaguares, saínos, trajes típicos, monjas y zaguates adornan desde hace unos días la fachada de la Sede Cultural del Centro Cultural Español (CCE).
Se trata de un mural típico costarricense, pintado por el artista Francisco Munguía a petición de la institución e inaugurado el pasado miércoles 3 de agosto por Soraya Rodríguez, secretaria de Estado de Cooperación Internacional de España y por Andrés Pérez, director del CCE.
La idea de pintar un mural surgió por tres motivos principales: darle mayor visibilidad a esta Sede Cultural, retribuir a la comunidad todo lo bueno que le ha dado a la institución y, finalmente, mostrar a través de una obra la diversidad cultural que se presenta en Costa Rica y cómo la cooperación exterior de España favorece estas expresiones culturales.
Así, comenzó la búsqueda del artista que se encargaría de la obra. Francisco Munguía presentó su propuesta y esta fue seleccionada por su contenido y por la confianza que el CCE tiene en la calidad del trabajo de Munguía.
La sede cultural del CCE se ubica 75 metros al sur de la plaza de El Farolito y alberga todos los proyectos de gestión cultural. Además, se ubica allí un estudio de grabación y fue en ese edificio donde nació y celebró su primer aniversario Radio Farolito (con transmisión vía internet).
Esta casa alberga, también, el programa de formación del Centro Cultural de España, a través de talleres de capacitación en gestión cultural y especializaciones en diferentes ramas artísticas, con expertos de España y Latinoamérica. Allí, se gestan proyectos y actividades que se desarrollan en las oficinas centrales del Centro  y en las comunidades.
El proyecto se dio con miras al veinte aniversario del Centro Cultural de España en Costa Rica que se celebrará en el 2012.
DIVERSIDAD TRADICIONAL
La obra se planeó, informó Munguía, como un mural costumbrista que proyectara la diversidad que define la cultura costarricense.
El trabajo de pintura tardó cinco días, durante los cuales el artista y su esposa Deborah se dedicaron a reproducir en las paredes escenas que reflejan el “ser costarricense”.
De esta manera, la obra incluye elementos de la fauna costarricense (un jaguar y un saíno), las mascaradas (la giganta, el diablo y la muerte, entre otros), un chamán que se desdobla en cocodrilo y al que acompañan elementos precolombinos como la esfera de piedra. Además, se incluye un panel sobre la recolección de café y otras escenas que simbolizan la gastronomía tradicional, la música calypso y el turismo, representado por un chino y un “gringo” tomando fotos.
También, siguiendo su línea humorística, en la pared interna de la cochera de la sede, Munguía trazó una parodia de “Las Meninas” de Diego Velásquez. En esta parte, el mural incorpora elementos como trajes típicos, la bandera nacional, una monja y un cura. En la escena Velásquez se convierte en un cacique, los padres de la infanta en una chola y un gamonal y en lugar del mastín que aparece en la famosa obra, hay un zaguate.
Así, dice Munguía, el mural incorpora elementos típicos de la cultura costarricense y refleja a la vez la influencia española (representada principalmente en las figuras religiosas).
Por su parte, el director del Centro Cultural Español, Andrés Pérez, indicó que para la entidad el mural es muy importante, pues refleja el interés de la cooperación española en el fomento del arte costarricense y en el fortalecimiento de nuestra cultura.
Asimismo, dijo que el mural evidencia la fusión de la cultura costarricense y española, al reforzar los vínculos entre ambos países.

  • Daniela Muñoz Solano 
  • Cultura
Spain
Notas

Este documento no posee notas.