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La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, acordaron actualizar y modernizar el tratado de libre comercio (TLC) vigente entre los dos países desde el año 2002.
Harper, quien hizo en las últimas horas una escala en Costa Rica como parte de una gira por varios países latinoamericanos, dijo que ambos coincideron en la necesidad de reformular el TLC, pues ya tiene nueve años de su puesta en marcha.
El TLC actual no incluye rubros como telecomunicaciones ni seguros, pues cuando se suscribió estos eran monopolio estatal.
Estos monopolios se rompideron, tras el referendo sobre el TLC con Estados Unidos y el resto de Centroamérica hace cuatro años, que permitió la apertura de dos estas actividades.
Harper recordó que Costa Rica, en donde residen unos 10.000 ciudadanos canadienses, es el principal socio comercial de su país en el istmo. El pequeño país recibe cada año a unos 100.000 turistas procedentes de la nación del norte.
El primer ministro dijo que las negociaciones para la reformulación iniciarán en el próximo otoño y se prolongarán al menos un año. Temas como ambiente, condiciones laborales y comercio transfronterizo interesan a Canadá, informó.
Durante su visita al país, Harper y la presidenta Chichilla participaron en la firma de un acuerdo de cielos abiertos, que facilitará las operaciones de líneas aéreas canadienses en territorio costarricense y otro de intercambio de información tributaria.
También acordaron impulsar un programa de flexibilización para la concesión de visas a ciudadanos canadienses y cooperación en material de seguridad y capacitación policial.
Harper advirtió sobre los alcances de la extensión de flagelo del narcotráfico a otros países del hemisferio, incluida Costa Rica y dijo que su país ofrece asistencia para contribuir a su combate.
«Nos preocupa mucho el incremento del comercio y tráfico de drogas en el hemisferio, es un problema creciente y de mucha gravedad», sentenció.
Por otra parte, Harper condenó y calificó de «brutal» e inaceptable la represión contra los opositores en Siria y dijo que Canadá seguirá presionando junto a sus aliados por la imposición de más sanciones contra ese país.
En tanto, consideró que su país camina por buen camino en material económica, a pesar de los problemas financieros internacionales. Y se mostró confiando de que prosiga en Canadá un proceso de crecimiento «lento, pero sostenido y estable».
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