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Los expositores del Simposio también profundizaron en temas como la trata de personas y el abuso sexual. (Foto: cortesía de Jurisis)
Las personas dedicadas a delinquir por la red Internet tienen un panorama fácil y hasta atractivo en Costa Rica, sumado a que los “ciberdelincuentes” cuentan con la ayuda de un sistema de justicia burocrático y a la falta de una cultura en esta materia por parte de las autoridades competentes y el país en sí, según se concluyó en el II Simposio de Redes Sociales y Derecho.
Este simposio se llevó a cabo del 16 al 18 de agosto en el hotel Balmoral, organizado por segundo año consecutivo por el bufete Jurisis, con el fin de reflexionar en torno al derecho y la evolución de la Internet y las redes sociales.
Miguel Navarro, coordinador de la Fiscalía Adjunta de Fraudes del Ministerio Público, señaló las dificultades que tienen las autoridades para detener el fraude informático, pues mientras los delincuentes pueden atacar en cualquier momento y no le piden permiso a nadie, “nosotros tenemos que pedir muchísimos permisos para poder tener acceso a la información”.
Navarro explicó que entre los problemas para resolver un crimen cibernético se encuentra el sitio del suceso y la ubicación física del delincuente informático (hacker). La Internet le da la oportunidad al hacker de delinquir desde cualquier parte del mundo, lo cual es descrito por el Fiscal como “encubrimiento tecnológico”.
Otro de los obstáculos para resolver eficientemente un caso es la lentitud de los proveedores de los servicios de Internet, a la hora de informar sobre los usuarios.
Aún y cuando existen personas dedicadas exclusivamente a cuidar de la seguridad de los costarricenses en la Red, el esfuerzo parece no ser suficiente, afirmó Navarro.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) cuenta con una unidad de delitos informáticos, la cual cuenta únicamente con 19 “ciberpolicías”, según datos expuestos en el simposio.
¿CULTURA CIBERNÉTICA?
El problema, señalaron la mayoría de los expositores, es que en Costa Rica no existe una cultura cibernética. Un ejemplo de ello es que aproximadamente el 90% de los crímenes cometidos en Internet no se denuncian y por lo tanto muchos de los delitos quedan impunes, aseguró el fiscal Navarro. Al respecto, Eric Lewis, de la Unidad de Delitos Informáticos del OIJ, enfatizó en que la denuncia es el comienzo para resolver el problema.
La cultura cibernética, según lo expuesto en el mencionado foro, tiene como pilares fundamentales el sentido común de la sociedad y el crecimiento gubernamental en este campo.
José Medrano, creador del conocido “Carepicha Blog”, hizo ver en su exposición la necesidad de crear una ley que regule la actividad en Internet. “Internet está lleno de maravillas, pero tenemos que saber utilizarlas. Es necesario crear leyes para regular a la gente que está ahí afuera queriendo hacer daño”, acotó.
Recordó que ya existió una propuesta inicial de proyecto de ley; pero, algunas agrupaciones políticas no le dieron cabida y fue archivado. La iniciativa la realizó junto con José Francisco Salas, Procurador de Derecho Informático.
En Costa Rica, al menos 783.000 personas tienen una cuenta en la red social Facebook. Mauricio Fallas, publicista e investigador de UNIMER, hizo énfasis en que estas personas deben aplicar su sentido común e ingenio para utilizar de manera segura la Red.
Algunas reglas de oro para “navegar” con seguridad*
1. Seguir las mismas normas de comportamiento que en el mundo físico. El consumidor tiene que ser buen observador.
2. Usar un nickname o seudónimo diferente al verdadero, principalmente si es menor de edad.
3. Usar las facilidades de seguridad que nos permiten las redes sociales. No facilitar los datos personales. Dejar la opción en la que solo sus amigos pueden ver la información.
4. No publicar fotos o información que podrían causar una mala impresión de usted.
5. Crear un protocolo para seleccionar a los amigos y amigas: no aceptar invitaciones de desconocidos; investigar si tiene amigos en común.
6. No hacer citas con personas que se conocen por chats o en la red.
7. Ser amigos de los hijos en las redes sociales.
8. Y sobre todo… ¡Malicia indígena!
*Fuente: Mauricio Fallas, Publicista
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