Era la última semana del mes de julio del año 2011, la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional fueron los espacios anfitriones donde se llevó a cabo uno de los eventos más importantes de la geografía en el nivel latinoamericano.
A este Encuentro acudieron más de 1.000 geógrafos provenientes de la mayoría de los países de América Latina, lo cual provocó que se forjara una espectacular armonía de realidades.
Este fue un evento que contó con una extensa y variada muestra de ponencias de los más diversos temas, las cuales llegaron a enriquecer la formación profesional que todo buen geógrafo siempre debe tener a lo largo de su vida.
Pero un punto que me gustaría recalcar es que, a opinión personal, este EGAL más que representar un evento solo para la escucha y el análisis de las disertaciones de más colegas geógrafos latinoamericanos, es un espacio para la interacción y el florecimiento de la geografía; esto desde un punto de vista informal, donde se tejen las grandes cosas y muchas de las grandes ideas. Donde somos más que ponentes y escuchantes; somos interactuantes. Donde no importa nuestra lengua o forma de ver el mundo, sino ese aspecto específico -y a la vez general- que es compartir la geografía y el amor por ella.
La auténtica convivencia se produce fuera de los auditorios y las aulas donde se dieron las ponencias; esta se efectúa verdaderamente al reunirse a conversar con los demás colegas sobre diferentes temas geográficos; donde se incentivaban ánimos y deseos de trabajar de una manera exitosa, siempre luchando por llevar la geografía al lugar que se merece y hacerla partícipe en los problemas sociales, ambientales, económicos y políticos que aquejan a nuestros pueblos; pero, más que eso, hacer con nuestro trabajo geográfico un mejor espacio para la sociedad.
Este Encuentro llegó a significar un espacio para entablar lazos profesionales y de amistad con los demás geógrafos de la región, con la mira puesta en fortalecer la Geografía tanto en el nivel local como regional. Por eso el EGAL significó un espacio para conocer nuestra esencia como geógrafos y motivarnos para luchar por nuestras convicciones y nuestras creencias. ¡Viva Latinoamérica! Y más que eso: ¡Viva la humanidad!