En la edición del 17 al 23 de agosto del 2011 de este semanario, el Dr. Luis F. Chavarría, exalumno de esta escuela y prestigioso especialista en Imagenología Médica, me envía una carta en la que se queja de supuestas deficiencias en la formación médica en nuestra escuela, asimismo hace algunas aseveraciones  que están alejadas de la realidad. Cuando se publique esta carta, ya el Dr. Chavarría tendrá sobre su escritorio la respuesta a su nota que me envió a la dirección de la escuela.
Como exalumno de esta Escuela de Medicina, usted sabe muy bien que la excelencia académica es uno de los objetivos principales de la carrera de Medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR).  Esto ha sido reconocido por instituciones nacionales e internacionales
A manera de ejemplo, estudiantes nuestros con frecuencia realizan uno de los bloques del internado rotatorio, sexto año de la carrera, en prestigiosas universidades extranjeras y regresan con excelentes calificaciones y recomendaciones muy satisfactorias. Por otro lado fue la primera carrera de Medicina acreditada en nuestro país, por el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES).  Profesores y estudiantes son constantemente evaluados por diferentes instancias universitarias.
En estos momentos la comisión de Curriculum y Reacreditación está abocada a un análisis exhaustivo del currículum, con el fin de adaptarlo a las nuevas exigencias, definiendo el nuevo perfil del médico que el país requiere.  Para eso estamos llevando a cabo intensas reuniones y foros con profesores y alumnos en todos los departamentos (de Ciencias Básicas y Clínicas) de la escuela. La seriedad con que hemos tomado esta tarea, es propia de nuestro personal docente y creo que siempre ha sido así.
En el marco democrático que prevalece en la UCR, he comentado su nota con los directores de departamentos del Área Básica y hemos llegado a las siguientes conclusiones:
“Si bien los estudiantes que ingresan a la Escuela de Medicina tienen un promedio alto de examen de admisión, esto no garantiza que puedan acoplarse al cambio en sus hábitos de estudio del colegio. De ahí que no todos culminan “con éxito” (pasan) ese primer año, como afirma usted.
Cuando ingresan al segundo año deben cambiar sus hábitos de estudio, las materias requieren de estudio constante, de llevar la materia al día, de ir a clases a pesar de que tengan examen el día siguiente, si tienen dudas sobre la materia (esto solo lo pueden saber si tratan de entenderla con tiempo y no días antes del examen), deben buscar al profesor y buscar en los libros sobre el tema para poder aclarar esas dudas.
Se ha visto en estudiantes que deben repetir el curso, que solo cuando hay un cambio de actitud, un verdadero compromiso con el estudio y la carrera elegida, es cuando logran pasar el curso y no es que de repente son más capaces, siempre lo fueron, es solo que, en determinado momento pierden interés en la materia. Esta no es una carrera fácil, requiere de mucha dedicación y constancia. Deben saber que durante este segundo año de carrera ir al cine, teatro, paseos u otras distracciones deben restringirse, porque hay que dedicarse a estudiar mucho, asistir a clase, comer bien y dormir lo necesario. Ya vendrán las vacaciones para descansar.
En ciencias básicas tratamos de mejorar la forma de enseñar, tratamos de que los estudiantes internalicen mejor los conocimientos; sin embargo, el esfuerzo debe ser mutuo y consideramos que si un estudiante no demuestra interés en la materia, falta a clase, no cumple  con el trabajo de estudiar, estará irremediablemente dentro del grupo que no aprueba el curso.
El estudiante también debe conocer cuál es su mejor método de estudio; para esto la UCR cuenta con la oficina del CASE (Centro de Asesoría Estudiantil) en donde le pueden brindar asesoría.
Podemos tener nuestros fallos y por eso tratamos de mejorar, pero que no nos acusen, por favor de tener otros intereses”.
De mi parte rechazo aseveraciones suyas, tales como: ¡…fallas en el sistema por medio de una selección inhumana….”,  “Es que los alumnos no rinden o es que los profesores le están sirviendo a otros intereses” o peor aún, “que más de medio centenar de estudiantes tengan que a mitad de camino, competir por escasos sesenta campos en el nivel siguiente, me parece un fraude, un ultraje, una sin razón”, por cuanto son ataques sin base racional alguna o en todo caso que me demuestre lo contario.
Las distorsiones cognitivas son malas consejeras. Lo invito a que se acerque a nuestra escuela y se informe de nuestro trabajo; todos los departamentos tienen las puertas abiertas para discutir con usted o con cualquier otra persona cualquier duda académica y las sugerencias sobre análisis realistas serán siempre bienvenidas.