Cada año la Universidad de Costa Rica se enfrenta a procesos de gran relevancia  y que por su especificidad repercuten en su dinámica interna y en la comunidad nacional. En este contexto, el 2012 se proyecta como un año en el que habrá, al menos, cuatro temas que impactarán sustantivamente a la Institución: la defensa de la autonomía financiera, la elección de la persona que ocupará la Rectoría y de cuatro miembros del Consejo Universitario, la celebración del Séptimo Congreso Universitario y la discusión en la Asamblea Colegiada del nuevo texto del Estatuto Orgánico.
La defensa de la autonomía financiera corresponde a un momento crítico en el que es necesario tener una proyección mínima al año 2013.  Tanto en el 2011 como en el 2012 la Universidad de Costa Rica contará con un incremento presupuestario cercano al ocho por ciento, pero de acuerdo con el VI Convenio para el Financiamiento de la Educación Superior, suscrito por el Gobierno y por las rectoras y rectores del CONARE  en el 2010, para el 2013 y 2014 la situación cambiará y existe riesgo de que el incremento presupuestario sea menor, sobre todo si se tiene presente que las universidades públicas en los últimos dos años han sido víctimas de severos ataques por parte del Gobierno y de algunos sectores dela empresa privada.
Esta defensa de la autonomía financiera debe garantizar la ampliación de cobertura, el fortalecimiento del sistema de becas y continuar con la excelencia y la calidad que distinguen todas las actividades institucionales.
Especial atención merecen los procesos de elección de la persona que asumirá la Rectoría en mayo y de los miembros del Consejo Universitario que se incorporarán en octubre.  El Tribunal Electoral Universitario, en estricto apego al Reglamento de Elecciones Universitarias, deberá propiciar una amplia participación democrática, en la que se conozcan, discutan y debatan los diferentes planes de trabajo y propuestas para ocupar estos cargos.  Para ello se requiere involucrar al personal docente y administrativo y del sector estudiantil, los que en honor a su condición de universitarios y universitarias, deben apoyar y demandar las mejores soluciones para el futuro de nuestra Institución.
La realización del Séptimo Congreso Universitario será clave para reflexionar sobre el papel que la Universidad de Costa Rica debe desempeñar en la era de la información que estamos viviendo y sobre todo, para evaluar su vinculación con el sector productivo y atender los cambios que ha venido enfrentando en relación con el relevo de su personal, tanto docente como administrativo.  Debe, de la misma manera, replantearse las estrategias necesarias para  democratizar la educación superior y garantizar que la juventud y la sociedad costarricense en general, se beneficien  de su misión encauzada hacia el logro del bien común.
No menos importante que los temas anteriores resulta la discusión que podría generarse en la Asamblea Colegiada Representativa, a la luz de la presentación del Informe Final de la Comisión de Reforma Integral del Estatuto Orgánico. Será un texto que mantiene los fines y propósitos del actual Estatuto Orgánico y que al  mismo tiempo es capaz de responder a los desafíos de una institución tan compleja como la Universidad de Costa Rica, en el marco del contexto actual, donde se requiere otorgar las máximas capacidades a los órganos de gestión institucional.
En fin, solo he querido referirme a cuatro asuntos medulares,  en medio de la siempre interesante y densa agenda universitaria, los cuales, para el 2012 deben ser abordados y planificados de manera estratégica, a fin de que se lleven a cabo con apego a los más altos principios de nuestra Alma Máter.
El abordaje de estos asuntos debe programarse de tal forma que no haya interferencias entre ellos y los análisis que se realicen puedan conducir a las decisiones más pertinentes en el ámbito universitario, y evidentemente, proyectarse positivamente a la sociedad costarricense.