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Si de mito o no se trata, no sabría decir. No soy experto para entender la profundidad de estas dos aseveraciones científicas del Prof. Renato Sabbatini del lobby protelefonía móvil “Mobile Manufacturers Forum” y de la Ingeniera María Cordero del Ministerio de Salud, en Semanario UNIVERSIDAD y La Nación.
Me preocupa, sin embargo, la campaña supuestamente de información y transparencia sobre telefonía móvil que Gobierno, FEMETROM, SUTEL y compañía(s) están armando, para presionar a municipios a que autoricen la construcción de miles de torres para telefonía móvil en medio de zonas residenciales, sin más consideración que unas normas del siglo pasado, superadas en hasta 100 veces en algunos países más precavidos.
Pero veamos un poquito más de cerca lo que dicen estos expertos:
SEMANARIO: “Usted dice que la potencia de emisión de la antena es muy baja, pero ¿qué hay con el tipo de ondas pulsantes… que podrían tener efectos perjudiciales?”
Ing. CORDERO: “Puros mitos… La OMS dice que no hay ninguna conclusión de que esos campos tengan ningún efecto en el cerebro, o sea que no está demostrado que dé dolor de cabeza, o mareos y tantas cosas de que hablan las personas”.
SEMANARIO: “Pero tampoco está demostrado que NO provoquen daño”.
Ing. CORDERO: “Bueno, en eso está la OMS investigando. En el momento que dé una conclusión que los campos… sean dañinos… todo el mundo tendremos que tomar decisiones”. Para mientras “no nos podemos aventurar”. (¿!?)
Yo interpreto que mientras que la OMS investiga mitos, es política de gobierno de proceder con la instalación de torres ´a ver qué pasa´. Y el Ministerio de Salud está tranquilo porque -según la ingeniera– “ahora con esta presentación de estos expertos, hay uno (Dr. Sabbatini) quien definitivamente dice que hay muchos estudios, pero ninguno ha llegado a una conclusión. Lo que dice, da pie a pensar que lo que el viceministerio de Salud ha hecho (aplicar la norma OMS) es basándose en conclusiones totalmente científicas”.
Es ahí donde me pierdo: ¿cómo la ingeniera logra sacar conclusiones científicas de estudios inconclusos? ¡25.000 durante los últimos 60 años! Dicho de otra manera: ¿Por qué tantos estudios que desde el primero y uno por uno dicen que no hay problema? A mí, esto me huele a problema. Quien trajo al tapete esta cantidad de estudios fue el experto invitado por las partes interesadas en telefonía móvil en Costa Rica.
De entrada el Dr. Sabbatini reduce, casi ridiculiza, nuestra preocupación y oposición a torres a la libre a “un asunto cultural y de incomodidad por lo escénico”.
La Nación: “¿Existen dudas científicas sobre si esas torres dañan la salud?”.
Dr. Sabbatini: “No, no las hay. Los efectos son bien conocidos porque se investigan desde hace más de 60 años y hay 25.000 trabajos publicados”. Además “se ha hecho la comparación de incidencias de personas que han vivido años muy cerca de una antena con otros que vivían lejos. Hay 17 estudios” (de los 25.000?!) “en todo el mundo y ninguno ha probado un riesgo de las personas que vivan cerca”.
Parece que al especialista se le escapó el “estudio No. 18” de Naila, Alemania, hecho con mil residentes cercanos a dos torres de celulares durante diez años, y durante los últimos cinco años se encontró que los que vivían a menos de 400 metros de cualquiera de las torres, fueron diagnosticados con cáncer en una cantidad tres veces mayor que aquellos que vivían a una distancia superior. (Pro memoria: la distancia del gobierno tico es de tres metros). Los tipos de cáncer fueron principalmente de seno, con un aumento importante en los cánceres de próstata, páncreas, bazo, melanoma de piel, pulmón y sangre.
O aquel otro estudio efectuado entre 1996 y 2006 en el municipio de Belo Horizonte del país del Dr. Sabbatini, que dio como resultado que dentro de un radio de 500 metros de una estación base, la tasa de mortalidad de neoplasia era entre 6 a 15 veces mayor que en zonas más lejanas.
Mientras tanto el Dr. Sabatini y la Ing. Cordero confían ciegamente en normas OMS establecidas el siglo pasado (promovidas por un director que antes y después de su estadía en Ginebra trabajó y volvió a trabajar en el sector de la telefonía móvil); la misma OMS que hoy declara que “creciente exposición a campos RF ha hecho que sus efectos a la salud humana sea un tópico de preocupación para científicos y el público en general. La nueva agenda de investigación prioriza áreas como los efectos sobre la salud de niños en gestación y neonatos, así como sobre su comportamiento al crecer, a fin de evaluar los riesgos”.
Nada de “mito” en esto, ni en los efectos del Sol. La humanidad, fauna y flora han vivido con y se han adaptado al Sol; meterlo en esta discusión de gran preocupación de los que no estamos lucrando con este negocio, es de mal gusto.
El Sol se seguirá levantando cada día y lo saludamos pues da vida. A lo que nos oponemos es a un servicio de salud ´puro mito´ y a información llena de dudas:
Dr. Sabbatini: “no tenemos información sobre el largo plazo de exposición… probablemente no tienen fuerza… parecen ser insignificantes… poco probable de causar efectos en personas mayores…”.
Ing. CORDERO: “en Costa Rica no se hacen investigaciones… hay gente que anda dando mala información”, – por fin algo, en que estamos de acuerdo.
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