El Semanario Universidad en su edición Nº 1915 del pasado 14 de setiembre 2011 publicó un reportaje sobre el proyecto de ley 17777 que se tramita en la Asamblea Legislativa. En este reportaje se resalta como subtítulo y en negrita la frase “No tienen autoridad moral para cuestionar la investigación que se hace en el país” emitida, según se dice, por el señor Elías Jiménez Fonseca para referirse y aludir a nosotros, José Miguel Esquivel Chinchilla y Carlos Zamora Zamora también entrevistados para dicho reportaje.
Al respecto y ejerciendo nuestro derecho a réplica deseamos aclarar lo siguiente:
1. Dimos declaraciones sobre el proyecto de ley 17777 en calidad de ciudadanos observadores y responsables de nuestros deberes. Como ciudadanos tenemos el derecho a opinar sobre un proyecto de ley y más aun sobre el proyecto de ley 17777 que se refiere a una materia que ha sido de nuestro interés profesional por muchos años.
2. Consideramos necesario que exista una ley para regular la investigación con personas en Costa Rica. Hoy esta idea es compartida por todos, incluyendo por quienes en el pasado consideraron que era suficiente un Decreto Ejecutivo. Vale la pena recalcar que existe una deuda del Estado costarricense con los ciudadanos al no haber aprobado una ley para garantizar la protección de las personas que participen en estudios experimentales. Un esfuerzo de la Asamblea Legislativa por regular esta actividad en 1976 fue al final vetado por el Poder Ejecutivo.
3. Respetamos las opiniones de los demás. Entendemos que todos los ciudadanos tenemos el mismo derecho a dar sus opiniones y con respecto a proyectos de ley todos ciudadanos debemos preocuparnos. Eso no es otra cosa que ejercicio democrático de nuestra ciudadanía.
4. En la entrevista sostenida con el periodista del Semanario Universidad dimos nuestra opinión con respecto al proceso y estado actual del Proyecto de Ley 17777, titulado hoy Ley de investigación biomédica.
a) Nuestra intención fue expresar nuestro pensamiento concordante con las pautas éticas internacionales en investigación con seres humanos en el sentido de que el fin de la regulación es la salvaguarda de los derechos humanos y la dignidad de las personas.
b) En este sentido nos preocupan muchas partes del articulado actual del proyecto de ley 17777, empezando por el mismo nombre que se pretende dar a la ley.
c) Nuestra preocupación principal sobre este proyecto se refiere a la integración y funciones de los organismos responsables de aprobar y fiscalizar este tipo de investigaciones. Concretamente nos referimos a la integración y definición de funciones del CONIS y de los comités ético-científicos. El CONIS, según el texto actual, queda integrado políticamente. En nuestra opinión, esa integración no es conveniente por pérdida en la autonomía e independencia que este órgano debe tener.
d) Otra preocupación se refiere a la investigación clínica de patrocinio transnacional y/o con fines de lucro pues consideramos que esta actividad requiere de una regulación puntual, rigurosa y concordante con la sociedad costarricense y con realidades sanitarias nacionales.
e) También nos preocupa y así los señalamos en la entrevista que el proyecto actual no incluye una definición clara y precisa de INVESTIGADOR y sus funciones. Incluir una definición clara de INVESTIGADOR en el caso de estudios experimentales con personas debiera ser un requisito básico de la ley que regule esta actividad.
f) Consideramos que el proyecto aun es susceptible de mejoras y deseamos que los diputados puedan hacerle todas las mejoras necesarias al proyecto que terminará en la ley reguladora de la investigación en seres humanos en Costa Rica.
5) Rechazamos en toda su extensión la opinión expresada por el señor Elías Jiménez Fonseca y, al margen del derecho ciudadano que tenemos para expresarnos, reafirmamos tener toda la autoridad moral para analizar y dar opinión en esta materia.
6) Agradecemos se publique íntegramente este derecho de respuesta y dado que el tema de la investigación en humanos y el proyecto de ley pueden y deben discutirse más y con mayor profundidad sugerimos al Semanario Universidad propiciar un debate, en el marco de la Universidad de Costa Rica, sobre el estado actual del proyecto. Con gusto aceptaríamos participar.