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Para quienes defendemos con ahínco la educación y salud públicas, es muy revelador que un aspecto destacado del acuerdo PAC-Gobierno en torno al paquete fiscal consiste en rebajar sustancialmente la carga impositiva a la salud y la educación… ¡PRIVADAS! ¿Qué intereses defiende entonces el PAC? ¿Los de las universidades privadas como la corporación transnacional Laureate International Universities (UIA-ULatina), los de los Hospitales CIMA, Bíblica y Católica? Para rematar este acuerdos entre el PAC y el Gobierno, ocurre no por casualidad en el momento en que el Ministro de Hacienda Herrero pretende cercenar ¢5000 millones a las universidades públicas, se atenta contra las becas en la Universidad Nacional, las y los rectores aceptan condiciones violatorias de la autonomía, en virtud del préstamo con el Banco Mundial de $200 millones, al mismo tiempo que es más que evidente el descalabro al que el Gobierno conduce a la CCSS.
Algunos han dicho con benevolencia que, al acordar con el Gobierno reducir en el proyecto el impuesto al valor agregado para la salud y educación privadas al 2%, y no fijar el 14% como originalmente era la propuesta gubernamental, lo que el PAC busca es “ayudar a la clase media” que utiliza esos servicios. ¿Y por qué en lugar de reducir los impuestos a los tiburones empresariales como la corporación transnacional Laureaute, CIMA, Hospitales Clínica Bíblica y Católica, el PAC más bien no establece una política de control de precios y tarifas, para que los que lucran con la salud y educación privada no descarguen la carga impositiva sobre los bolsillos de las y los usuarios?
¿Y por qué no pugna el PAC porque la CCSS deje de comprar servicios privados y concesionar EBAIS a ASEMECO-Clínica Bíblica? ¿Por qué, en lugar de permitir que la «clase media» (y trabajadora, agrego) se endeude hasta el copete para estudiar o pagar por servicios de salud, con la nefasta promoción de instancias corporativas pseudopúblicas como CONAPE, el PAC no pelea ya por un presupuesto justo para la educación, y rechaza las restricciones que impuso el gobierno (con el aval de CONARE), mediante el V Convenio FEES? ¿Por qué, en lugar de dar por un hecho que las deficiencias de la CCSS son inalterables, el PAC no se orienta a frenar el saqueo de la seguridad social y su uso como caja chica del Estado? ¿Por qué no se centra en acabar con el fraude de la deuda y compra de bonos del Estado por parte de la CCSS y se concentra en combatir la evasión y la morosidad patronal? ¿Por qué no se promueve la cirugía y la consulta externa vespertinas, para acabar con las largas listas de espera?
Pues no, nada de eso, lo que atina a hacer el PAC es bajar la carga impositiva para quienes lucran desmedidamente con la salud y educación (que no deben ser mercancías, sino derechos humanos básicos), dizque para ayudar a la clase media. Con estos razonamientos parece que estamos entonces en el «reino del revés». Si es eso “progresismo, nos preguntamos”: ¿Progreso para quienes?
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