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52.5 millones de personas sufren de hambre en América Latina y el Caribe

La Oficina Regional de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) informó este viernes que en América Latina y el Caribe hay 52.5 millones de personas que sufren de hambre.

La Oficina Regional de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) informó este viernes que en América Latina y el Caribe hay 52.5 millones de personas que sufren de hambre.
La cifra se desprende del informe “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2011”, que es lanzado por la FAO en conmemoración del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el próximo 16 de octubre.
El tema principal de este informe para este año es el alza y extrema variabilidad de los precios de los alimentos, un fenómeno que ha impactado con fuerza en la pobreza, así como en la seguridad alimentaria y nutricional en el mundo.
El informe detalla que actualmente la región vive un periodo de alza en el precio de los alimentos, los cuales hoy son más costosos en un 40% con respecto a los precios del 2007, además de ser el momento de mayor volatilidad en el mercado de alimentos en los últimos 30 años.
“La combinación de alza y volatilidad de precios, genera una situación que no beneficia a los productores ni a los consumidores”, señaló José Graziano da Silva, representante regional de la FAO.
“Debemos aprovechar la oportunidad de poner en marcha políticas productivas y redistributivas de largo plazo, con las cuales abordar estructuralmente el objetivo de fortalecer la seguridad alimentaria en la región y reducir las profundas desigualdades en la distribución de los ingresos”, agregó da Silva.
El estudio señala que los precios altos pueden ser una oportunidad para mejorar el ingreso familiar de los agricultores y un incentivo para la producción de alimentos, aunque reconoce que estos aumentos no llegan a los productores, sino a los consumidores.
“La incertidumbre que provoca la volatilidad, sumada a los bajos grados de competencia de muchos de los mercados de los alimentos, significa que los altos precios no le llegan a buena parte de los productores agropecuarios, particularmente los agricultores familiares, quienes no pueden aprovechar las oportunidades que tales mayores precios representan”, explicó Graziano.
Otro de los retos para la agricultura regional que señala este documento, es la adaptación al cambio climático, para lo cual recomienda implementar tecnologías que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y la promoción de la captura de carbono.
La FAO también llama la atención sobre la necesidad de que las políticas relacionadas con el sistema alimentario, se complementen con una adecuada redistribución de los ingresos, una ampliación de los sistemas de protección social, reformas tributarias y el cumplimiento de la legislación laborales en el campo.
 

  • Redacción Universidad 
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