Abrir Noticia Guardar

Multas, cámaras y… estafa

Hace unos días se empezó a rodar en nuestro país un largometraje que económicamente supera grandes “capolavori” de Hollywood y la historia cinematográfica (1985) como: Titanic -1997- que produjo ($1.835.400.000), El retorno del rey -2003- ($1.129.027.325)  o Parque Jurásico -1993- ($892.213.703), entre otros éxitos taquilleros.

Hace unos días se empezó a rodar en nuestro país un largometraje que económicamente supera grandes “capolavori” de Hollywood y la historia cinematográfica (1985) como: Titanic -1997- que produjo ($1.835.400.000), El retorno del rey -2003- ($1.129.027.325)  o Parque Jurásico -1993- ($892.213.703), entre otros éxitos taquilleros.
Se trata de una serie de sanciones irreflexivas del MOPT, tituladas: “La Gran Estafa”, dirigidas a un público mayor de edad, conductor, a quien se le arrebatará el salario completo, si conduce a más de 60 km/h, en “autopistas”, donde 80 km/h. es normal en todo el mundo. Con la mentalidad de las “tijeretas” que roban al alcatraz su pescado y huyen hacia los manglares del descaro y lo irracional, el MOPT (so pretexto de salvar vidas) con unas cámaras bien colocadas y un discreto reparto de uniformados bigotones de oscuras gafas, en 15 días produjo: ¢4.620.000 (¢1.100.880.000 al año), récord impensable sin una ceca, o una buena entrega… ¡Viva el ingenio tico para hacer clavos de oro!
Hasta hoy, el costarricense se había inclinado por el arte de las tablas: el teatro, con el género político, de argumentos trillados pero efectivos para llegar a Zapote o Cuesta de Moras… Pero en el campo de la negligencia gubernamental, hay que reseñar “La Platina”, producida y dirigida por el MOPT, en cartelera por varios años, donde ningún bochinche dura tres días… (¡Ay, con malicia indígena habría salido más barato cambiar el cauce del río!). Otra obra teatral es: “Espejismo”, empeño absurdo por seguir viendo a una águila imperial, en un rey de zopilote: ave planeadora que sube fácilmente por las corrientes térmicas como el neoliberalismo, carroñera de estupendo olfato, a quien difícilmente le arrebatan sus fétidos banquetes.
Pero entramos a la era del cine y, en plena crisis, el genio del MOPT “deslumbra” con regulaciones que en Suiza, Canadá o USA no redujeron los accidentes viales, ni produjeron tan aceleradas riquezas como aquí, que tienen a más de uno como cocodrilo de humedal: con las fauces abiertas, mientras otros tantos ya se sueñan Marcopolos.
¿Por qué esta ley, como la nueva ley de tránsito, resulta una Gran Estafa? Primero, porque su fin es hacer dinero inescrupulosamente, pues los montos de las multas superan el estipendio de muchos costarricenses y, si el salario es inembargable, anticonstitucional resulta una ley que condene a un trabajador a quedarse sin salario, por cubrir una sanción que debería ser escalonada según la velocidad. Segundo, porque si desearan evitar accidentes deberían ser menos deficientes: iniciar por educar al conductor, construir puentes peatonales, tapar el rosario de huecos que conforman nuestras calles, mantener buenos puentes, colocar alcantarillas, demarcar las calles, poner bardas, semáforos y señalización adecuada… Y tercero, porque las camaritas están colocadas en “autopistas”: vías de un solo sentido, destinadas a un tránsito rápido… ¡Diay, mejor volvamos a las carretas!
Lo peor es que ya el MOPT está repartiendo “aceitunas” sin sembrar el olivo; quiere parecer “eficaz”, pero toda ley conlleva su trampa; vendrán apelaciones, detectores de cámaras y mucho sancionado terminará en la cárcel por no poder pagar y, ¡mal negocio! mantener reos no dejará agua para tanto molino quebrado. El MOPT debe ser congruente y no exigir lo que no da. Costa Rica no puede seguir protagonizando la triste historia del Titanic: nos hundimos cada día más, económica y anímicamente, pero seguimos creyendo que todo anda “Pura Vida”. No podemos permitir el retorno de otro “rey JP”, así lo interprete el bestiario de Sala Cuarta, TSE o Asamblea Legis-la-tibia, protagonistas de: “Infierno de cobardes”.
No debemos aceptar gato por liebre y que en vez de “El Gran Poseidón”, nos receten “La Gran Cogida”, o que “Por un puñado de dólares” termine como: “Sí a China, por un Estadio Nuevo”. Y “Lo que el viento se llevó” acabe como “Lo que el Político se Robó”, (Zummer, Zumbado, Gallardo, Hnos. Arias, Rodríguez, Calderón y Figuerillos: “El Forajido”). Que no nos vengan de nuevo con “El Zorro” (Rodrigo y los laberintos del BCIE). Ni sigamos con “La Historia sin fin” (corrupción, descaro, narco, saqueo al Estado: comisiones, asesorías, compadrazgos). Ni permitir la “firmación” de “Drácula”, del director y ministro Herrero (donde no hay cuchillo de palo, sino colmillo de jabalí). Ni seguir “Danzando con lobos”, ni soportando más “Padrinos” (toco madera: pac. pac pac). “La Gran Estafa” debe humanizarse y mesurar las multas. ¡Ah! y al tico deben proyectarle “Independence day”.

  • Domingo Ramos A. (Escultor)
  • Opinión
Neoliberalism
Notas

Este documento no posee notas.