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La capacidad de asombro de los ticos se pone a prueba día con día. En una sociedad enferma y estupidizada por el consumismo, la asimetría, la violencia y la corrupción, las yeguadas son un componente asiduo en los medios masivos de comunicación y en la demagogia oficial.
La señora presidenta fue a San Carlos en la “celebración” de su centenario como cantón y, como gran designio, prometió la creación de una universidad. La oferta de la presidenta expresa la más increíble ignorancia acerca de la educación superior costarricense, asunto que nos recuerda a un exdiputado sancarleño del cual hablaré más adelante.
Es inconcebible que la señora Chinchilla desconozca que el Instituto Tecnológico de Costa Rica posee una sede regional desde el año 1976. Y que además la Universidad Estatal a Distancia tiene también su sede regional desde hace muchos años en Ciudad Quesada y una unidad de extensión en La Perla de La Fortuna. Y que la recién creada Universidad Técnica Nacional también cuenta ya con una sede en la región.
Pareciera que la flamante presidenta de Costa Rica ni siquiera sabía que, y aquí recuerdo al exdiputado, se ha intentado unificar criterios para reforzar y ampliar la oferta académica de la Sede Regional del TEC con carreras de las demás universidades públicas. No como hizo nuestro exdiputado, que gestionó ¢20 millones para que la Universidad de Costa Rica, Sede de Occidente en San Ramón, impartiera unos cursos de Humanidades en Ciudad Quesada, en vez de apoyar lo anteriormente mencionado. Aquellos ¢20 millones supongo que se utilizaron en transporte de funcionarios de la UCR.
No dudo que dicho exdiputado fuese quien le aconsejara a doña Laura tan irresponsable anuncio. De allí la buena metida de patas. Por cierto, olvidaba doña Laura que sus correligionarios, Janina del Vecchio y Francisco Antonio Pacheco, abanderaron la creación de la Universidad Técnica en Alajuela, y lo lograron gracias a su capacidad de maniobra en el gobierno del tristemente célebre Óscar Arias, mentor de la señora presidenta.
¿Será que doña Laura no tiene ni la menor idea de lo que es fundar una universidad? Y es que los estudios preparatorios, diseños curriculares, consecución de recursos, etc., podrían llevar más de los dos años que le restan por cumplir en la presidencia. A no ser que doña Laura esté pensando en una universidad privada de esas que se montan en un abrir y cerrar de garajes.
Porque, paradójicamente, su gobierno ha venido presionando para bajar o congelar el FEES (Fondo Espacial para la Educación Superior), presupuesto constitucional con el que cuentan las universidades públicas, la cuales, con la creación de la UTEC de Alajuela, ahora debe repartirse entre cinco y ya no entre cuatro universidades como antes. Es decir, se avizora un futuro gris para la educación superior pública costarricense y por eso sus estudiantes ya han iniciado la necesaria defensa.
Es lamentable que una mujer en la que muchos visualizaban una forma diferente de gobernabilidad y capacidad de diálogo, contraria a la que han venido mostrando los varones políticos de este país, caiga en tales desaciertos e irresponsabilidades. Pero sobre todo que lo haga con un desparpajo que denigra su investidura y la convierte en una más del montón politiquero, con un discurso falto de originalidad y cargado de demagogia. Da pena, de verdad que da pena.
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