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Una exposición en el Museo Histórico Juan Santamaría, en Alajuela, invita a repensar la figura del fallecido político Manuel Mora Valverde, en un amplio contexto sobre su aporte a la vida del país.
La exhibición -que incluye desde objetos personales a materiales empleados por el reconocido dirigente comunista, clave en el alcance de los logros sociales durante la década de los 40 del siglo pasado- estará abierta durante el mes de noviembre y diciembre en el salón multiuso de dicho museo.
“Manuel Mora Valverde: hombre del siglo XX” pretende abarcar diferentes facetas del gran dirigente del Partido Comunista de Costa Rica, al no quedarse solo en el campo político, el cual es, en alguna medida, el más conocido.
En la exposición, también, hay objetos de una gran camarada de Mora, como lo fue la escritora y activista Carmen Lyra.
“La muestra contará con diversas áreas de la vida de Manuel Mora Valverde, de las cuales destacan aspectos como la familia, su profesión y la fundación del Partido Comunista”, dijo Antonio Vargas, curador de la exhibición.
Quienes se acerquen al Museo Juan Santamaría, donde se puede disfrutar esta propuesta en torno a Mora desde el 14 de octubre, podrán contemplar también una serie de fotografías del destacado dirigente comunista, quien participó de lleno en la fundación de su partido el 16 de junio de 1931.
El museo está abierto de martes a domingo, de 10 de la mañana a las 5:30 de la tarde.
En el caso de la exposición referida a Mora, la entrada es gratuita y se pretende que muchos costarricenses, sin distingos políticos de ningún tipo, acudan a acercarse a una figura cimera de la política nacional.
LEGADO HISTÓRICO
Uno de los fines de la exposición es que el país reconozca no solo el legado político de Mora, sino también su aporte cultural al país, en el que como diputado jugó un contrapunto importante durante su período en la Asamblea Legislativa.
Es decir, no solo se busca que se recuerde de Mora su gran aporte en la lucha por el progreso social dado desde el Partido Comunista -que luego pasaría a conocerse como Vanguardia Popular-, sino también su aporte “simbólico-cultural” y su filiación.
Hay que recordar que Mora nació el 27 de agosto de 1909 en San José, y por su orientación política, jugó un destacado papel durante la guerra de 1948, donde participó activamente mediante los luchadores que establecieron una alianza con el Gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia.
Mora fue uno de los gestores del Pacto de Ochomogo, el cual le permitió al país salvaguardarse de un innecesario y amplio derramamiento de sangre, como lo estipulan la mayoría de los textos de historia relacionados con el citado acontecimiento.
Mora, abogado de profesión, se reunió con José Figueres Ferrer en el Alto de Ochomogo, y al comprometerse a respetar las garantías sociales, se firmó el pacto que daría por terminada la contienda armada.
Los comunistas después sufrirían una serie de limitaciones por parte de los triunfadores de la guerra e incluso el propio Mora se vio en la obligación de abandonar el país.
Conforme pasaron los años, no obstante, diversas capas de la sociedad costarricense comenzaron a resaltar el gran aporte que en aquel momento realizaron los comunistas.
De esta forma, la Asamblea lo declaró, el 29 de diciembre de 1994, benemérito de la patria.
UN HOMBRE MUY HUMANO
Aparte de lo político -que es el ámbito quizá más conocido de Mora, aunque se presenta una gran desinformación al respecto-, la exhibición se planteó el desafío de acercar al hombre, al ser humano que fue Mora, a las generaciones presentes.
Es recordada la gran capacidad oratoria y de liderazgo que ejerció Mora durante muchos años y sus influencias en quienes tuvieron el privilegio de conocerlo de cerca.
De ahí que entre las preguntas claves que busca responder la exposición sobre el “camarada Mora”, como lo llamaban algunos, estén aquellas como ¿cuáles eran sus aspiraciones políticas?, ¿cómo fue su vida después de la proscripción del comunismo en Costa Rica?, ¿se relacionó con el comunismo ruso?, ¿cómo era su vida cotidiana?
Mediante la exhibición de bienes materiales que le pertenecieron y documentos, se acercan los visitantes de la muestra a la vida de un hombre que llegó a crear una especie de “comunismo” a lo costarricense, porque si bien mantuvo relaciones con los grandes ejes de esta ideología en el mundo, como la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Mora le dio un tinte singular y único en el país.
Conviene no olvidar que en sus inicios, el Partido Comunista contó con el aporte de intelectuales y luchadores como Carmen Lyra, Luisa González, Joaquín García Monge y Arnoldo Ferreto.
Un hombre que compartió mucho la cotidianidad de Mora fue su hermano Eduardo, quien también representó en el Poder Legislativo a la ideología comunista, en su momento satanizada tras los hechos del 48, que poco a poco comenzaron a cambiar.
Además, quienes fueran dos enemigos políticos, como Figueres y Mora, al final, si bien no desarrollaron una amistad, sí se profesaban en privado y en público un respeto mutuo.
Pese a ese acercamiento, Mora nunca dejó de decir que la proscripción del Partido Comunista, tras la guerra, había sido una imposición del Departamento de Estado de Estados Unidos.
En una entrevista realizada por el profesor Gerardo Contreras a Figueres en 1893, le preguntó sobre el artículo 98 de la Constitución Política, y el “caudillo” le respondió: “Vea, como usted probablemente sabe, yo estimo mucho a don Manuel, lo considero un luchador y en realidad fue el verdadero líder de la guerra en contra nuestra, pero don Manuel tiene ciertas fobias típicamente comunistas contra Estados Unidos; don Manuel es una de esas personas que cuando revelan una cosa ni ellos la están creyendo, yo no digo que él no crea, pero sin ningún fondo de realidad”.
Se nota en esta respuesta de Figueres como la figura de Manuel Mora pudo ser malinterpretada. Sobre todo ese bagaje, sobre el mito, sobre su mundo cotidiano, sobre sus bienes materiales, la exposición ahonda y se plantea el desafío de crear inquietudes y ansias de que, en especial los más jóvenes, conozcan a un dirigente que marcó una gran pauta en la vida política del país durante más de medio siglo.
“Manuel Mora Valverde: un hombre del siglo XX” estará abierta durante lo que resta del año, para que los costarricenses puedan tener una mirada diferente de su legado e invaluable aporte a la historia del país.
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