Abrir Noticia Guardar

Los diablitos tienen su documental

Cuando parece que todo está perdido, los diablitos vuelven a la vida casi de forma mágica, en lo que representa el ritual de los pueblos Curré y Boruca.

Cuando parece que todo está perdido, los diablitos vuelven a la vida casi de forma mágica, en lo que representa el ritual de los pueblos Curré y Boruca.
Por primera vez, un documental recoge completa la Fiesta de los Diablitos del pueblo boruca, por lo que el aporte del trabajo realizado por el antropólogo José Luis Amador permitirá nuevas lecturas y un acercamiento a esta tradición indígena.
Rodado entre el 2003 y 2004, el documental “La Fiesta de los Diablitos en Curré” responde a un interés profesional y personal de Amador, dado que fue gracias a su tesón que pudo grabar y contextualizar la danza con que dicho pueblo le da la bienvenida a un nuevo período.
Un afán académico le permitió a Amador ‒quien labora para el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), entidad que lo patrocinó para efectuar el documental‒ aportar un trabajo que busca, entre otras aspiraciones, dar a conocer tan importante “juego” de los pueblos de Boruca y Curré, en el sector sur del país.
 
“La Fiesta de los Diablitos es la fiesta tradicional más importante del pueblo boruca. En el año 2000, tuve la oportunidad de realizar un trabajo de investigación en la comunidad indígena de Curré para la realización de mi tesis de maestría en antropología social. Durante el trabajo de campo, la gente hablaba del Juego de los Diablitos; pero fue hasta que experimenté la intensidad de la fiesta, que pude constatar su verdadera importancia. Ciertamente, Curré renace cada vez que se juegan Los Diablitos”, dijo.
“El Juego de Los Diablitos” conlleva una “riqueza humana, visual, cromática y sonora”, según pudo constatar Amador durante su filmación. Y el género del documental, en su criterio, era idóneo.
“La locura de la fiesta y su mensaje debían estar en un documental. La fiesta es música, obra de teatro, baile, saloma, chicha, sol y contenido étnico, todo junto en una abigarrada mezcla mágica”.
De acuerdo con Amador, uno de los más rescatables aportes de la propuesta es que por primera vez se documentan las diez fases de la fiesta.
“Muchos habían llegado a ver la lucha entre el toro y los diablitos, pero la lucha es tan solo una de las partes. El sentido de la fiesta solo se entiende cuando se ve y se analizan todas las fases de la fiesta. En este documental, me propuse primero narrar ‘el cuento’ en toda su extensión y romper el esquema de ver únicamente la lucha. En segundo lugar, quise dar a conocer sus significados y simbolismos. En tercero, dar a conocer sus implicaciones sociales y preparativos, desde la construcción del toro y las máscaras, hasta las señoras que hacen los tamales”, recordó.
La historia que cuenta la danza de los diablitos la resume Amador así: “Este antiguo drama ritual cuenta una historia de realización y triunfo, que narra los siguientes acontecimientos: La noche de la víspera los jóvenes suben a un monte cercano y allí a las doce en punto, nacen los diablitos, ataviados con sus máscaras y sus trajes. Su actividad es alegre y despreocupada bajo la autoridad del Diablo Mayor, bailando, comiendo tamales y bebiendo chicha. Con el amanecer, aparece el toro como una fuerza de exterminio, cuyo objetivo es aniquilar a los diablitos. El toro representa, al ‘otro’, al extraño, al español. Durante tres días el toro lucha contra los diablitos, conducidos por el Diablo Mayor”.
Ahí no concluye la Fiesta, sino que “en la tarde del tercer día de lucha, los diablitos son aparentemente vencidos por el toro y sus cuerpos quedan tendidos por el suelo. El último en caer es el Diablo Mayor. El toro huye triunfante y se refugia en el monte. Pero los diablitos retornan a la vida”.
Con base en la investigación, el antropólogo determinó que “algunos aseguran que una mujer es la única que no muere y es ella quien logra, mágicamente, dar vida a la etnia. Otros aseguran que es ‘Cusrán’, el mítico héroe boruca, el causante del prodigio. Ante un llamado del Diablo Mayor y su caracol, los diablitos se levantan y se desata una afanosa búsqueda del toro. Con la ayuda de ‘perros’, los diablitos inician la cacería del toro, hasta darle muerte y alcanzar la victoria sobre su adversario”.
Aunque Amador filmó entre el 2003 y 2004, confesó que en un principio no sabía cómo armar el guión para aprovechar todo el material recogido.
No obstante, decidió que era preciso darle fin al trabajo y optó por buscar las asesorías del caso y concluir con una historia que dura 53 minutos.
El documental fue presentado en la reciente muestra internacional de cine de San José y se desconoce todavía la forma en que se distribuirá, para que una considerable cantidad de costarricenses puedan disfrutar, apreciar y conocer “la Fiesta de los Diablitos”.

  • Jose Eduardo Mora 
  • Cultura
Notas

Este documento no posee notas.