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Países árabes deberán construir sus propias democracias

El catedrático Roberto Marín afirma que será difícil que los países árabes alcancen la democracia.

El catedrático Roberto Marín afirma que será difícil que los países árabes alcancen la democracia.
Las causas históricas de las manifestaciones en los países de Oriente Medio y Norte de África y las perspectivas que el desarrollo de estas señalan para el destino de esos países son los ejes principales que discute el ensayo “El Medio Oriente y el norte de África en el siglo XXI: Dicotomías y protestas populares”, presentado el pasado 14 de noviembre por Roberto Marín Guzmán, catedrático de la Universidad de Costa Rica (UCR) y profesor de Historia de Oriente Medio y lengua árabe de dicha institución.
Marín explicó, en una entrevista con UNIVERSIDAD, que no es correcto ubicar estas movilizaciones populares como sucesos aislados del último año, pues es necesario entender que las manifestaciones de estos pueblos árabes han sido reprimidas durante décadas.
El historiador caracterizó, en general, a las movilizaciones presentes como jóvenes resentidos con los sistemas autoritarios perpetuados y las injustas condiciones sociales que enfrentan; asimismo, mencionó que esta vez han tomado provecho de las redes sociales para lograr una convocatoria más fuerte e indisoluble.
“Si no hay un reparto equitativo de la riqueza, si no hay oportunidades, si no pueden alimentar a sus familias, pues protestan y se levantan. Y muchos de estos movimientos han sido precisamente en los países más pobres y con más injusticias sociales”, recordó.
Señaló, asimismo, la cualidad concatenada de los eventos, donde el éxito de las protestas ha inspirado al resto de países a seguir modelos similares e incluso ha servido de influencia para otras manifestaciones en países no árabes, como Irán o Israel, e incluso los más occidentales movimientos de los indignados de España o los manifestantes de “Wall Street” en Estados Unidos.
RESPONSABILIDAD DE LAS POTENCIAS
Entre otras características comunes de las manifestaciones en los distintos países árabes, Marín citó la constante interferencia e involucramiento de las potencias europeas y Estados Unidos en la política interna de estos.
“Uno puede ver que las oligarquías o las burguesías dominantes han tenido siempre alianzas estratégicas con las grandes potencias”, apuntó.
Entre los ejemplos que incluye en su ensayo, está la vinculación estadounidense con Bahréin y Egipto.
Explicó que en relación con los eventos de ambos países, el mandatario estadounidense Barack Obama ha sido ambivalente en apoyar abiertamente a los grupos opositores al Gobierno, en tanto en Bahréin tiene ubicada su Quinta Flota y han mantenido relaciones de intercambio de armas en los últimos años, y con Egipto mantuvo alianzas estratégicas desde el gobierno de Anwar Sadat en los años 70.
En Europa, destacó los intentos de Francia de minimizar las consecuencias de las manifestaciones en Túnez, las cuales finalmente no detuvieron la disolución del gobierno de Ben Ali a principios de enero.
A pesar de que las manifestaciones han tenido en su mayoría éxito en sus peticiones y han logrado disolver los gobiernos más represivos y autoritarios, el catedrático asegura que no será fácil cambiar las condiciones políticas de los países árabes.
Piensa que las diferencias étnicas y religiosas, que existen a lo interno de estos países, son definitivamente obstáculos para lograr una normalización de su Estado, pues incluso hay naciones donde existen hasta 17 grupos políticos distintos, como en Líbano.
Asimismo, los actos represivos de los gobiernos de antaño no han permitido el crecimiento de grupos de oposición que sean lo suficientemente fuertes, como para tomar las riendas de sus países después de acabadas las manifestaciones, tal como ocurre en Egipto, donde el ejército mantiene el poder sin haber siquiera llamado a elecciones populares.
“No ha habido cuadros que se vayan preparando, gente que pueda llegar a dirigir el destino del país, no ha habido una oposición seria, no han tenido representación. No ha habido realmente preparación de gente que venga a sustituir a estos gobernantes”, lamentó.
El historiador asegura que sí vendrán cambios en la estructura de estos países, aunque duda de que sean verdaderamente democráticos, debido a la inexperiencia de los países árabes con el sistema político occidental.
“No conocen la democracia, no han tenido experiencia democrática y, además, es una experiencia occidental. Ellos no van a aceptar una democracia al estilo occidental y Estados Unidos ha cometido un gran error al querer imponerla”, advirtió.

  • Natalia Díaz Zeledón 
  • Universitarias
BourgeoisieDemocracyFranceSpain
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