Este gobierno luego de haber utilizado como consigna en la campaña electoral,  que no iban a aplicar impuestos en su administración si no era necesario, y  hoy, la noticia que sale es sobre impuestos;  todo el año los diputados se la han tirado en la discusión del plan fiscal, cuando hay quórum, porque muchas veces se escucha que no hay,  porque están en el cafetín, o están preparando su defensa para una eventual acusación ante el Ministerio Público.
Por favor, están en horas laborales, para eso se les paga, qué pura vida,  qué sabroso, el salario viene igual, estén o no en sesión. Señores, sus asuntos personales háganlos fuera del horario de trabajo.
Lo peor de todo es que afectan a las clases más humildes de este país, por ejemplo a los agricultores; prueba de ello son las malas e injustas decisiones, el conflicto con los arroceros;  es inadmisible que el Gobierno prefiera importar productos que en este país se producen. ¿Dónde está la política de solidaridad que tanto anuncian?
¿Dónde está el impuesto al ruedo, el impuesto al salario, cargas sociales? Y ahora pretenden imponernos más impuestos a los servicios, que por ley deben prestar las instituciones del Estado -pero ¿qué calidad de servicio?-; por ejemplo, si usted y su cónyuge asisten al seguro social con el objetivo de que su hijo sea atendido, al salir te dicen que solo un comprobante te pueden dar,  pese a  que los dos son trabajadores de oficinas independientes. ¿No creen que es una instrucción más que burda y violatoria al  intelecto y los derechos individuales? Quienes cotizamos sumas importantes al sistema social,  no somos asegurados por el Estado, no estamos mendigando absolutamente nada, que no nos corresponda.
Pero continuemos, impuestos y más impuestos, pero el Estado omite explicarle al pueblo la razón verdadera de por qué las finanzas están en rojo.
No explica el Estado por qué las calles son una verdadera porquería; vean las calles de San Pedro de Montes de Oca, por ejemplo, y fórmense su propia opinión; y respecto al  territorio nacional, puentes que se caen, puentes que están literalmente partiéndose  -veamos el de la platina y el que conecta Hatillo con Alajuelita; ya se parte en dos el maldito puente y el MOPT al parecer no tiene un protocolo de supervisión permanente de las vías; pero tome más impuestos; “tome pal pinto, ingrato e indigno pueblo”.
La razón verdadera del problema de las finanzas en este país, no se resuelve con la imposición de más impuestos, porque es el óbice para el desarrollo de las familias más humildes y trabajadoras; ahora a algún genio se le ocurrió que hay que aumentar la edad para pensionarse con la Caja Costarricense de Seguro Social; compañeros y compañeras, vayan comprando el nicho y el féretro, porque este gobierno pretende que usted se jubile y pase inmediatamente a la sala de velación; qué descarados son.
Fortalezcan las auditorías y las contralorías institucionales, para detectar a tiempo cuando algún vivillo está capando el prepuesto o haciendo compras innecesarias.
¡AH! pero qué lindo, desfalcan el Estado e imponen sanciones ridículas sin tomar en consideración el calibre del delito; por ejemplo, no es lo mismo desviar dos millones de colones que mil millones. Qué aberración se comete en este país, que de acuerdo con las últimas corrientes del derecho penal, si usted desvía o se apropia del dinero del pueblo y devuelve una  suma determinada o bien ya sea bienes muebles o inmuebles, las consecuencias son menos gravosas, y, por ende, la sanción será mucho menor. Me pregunto, ¿quién les obliga a devolver el producto del JINETEO de esos dineros, porque ya estuvieron trabajando  con él y obtuvieron un beneficio económico a costas del Estado, perdón del pueblo; por ejemplo: gente que ha  sido cuestionada y están construyendo grandes cabañas y compran vehículos lujosos y llevan una vida holgada mientras el pueblo está cada día más estrujado, por no decir empujado, con un cúmulo de necesidades primarias que no pueden cubrir?
Pero aún no termino. ¿Por qué antes de instaurar el sistema de cámaras, suscribir contratos y contraer obligaciones, el MOPT no hizo un serio estudio de factibilidad y legalidad sobre el proyecto; un estudio que nos indique las debilidades y fortalezas del  sistema, para evitar gastos que a la postre no iban a cumplir con el objetivo; ergo, surge la pregunta quién será el responsable de tales inversiones, perdón, enfatizo gastos?
La Sala  Constitucional debe resolver el entuerto y declarar inconstitucional un proyecto, por cierto ya ejecutado, o normas que han surgido del “ingenio” de alguna persona o diputados que se creen dueños de la verdad, y peor aún, los investigan y se escudan en el fuero conocido como inmunidad; ¿cuál es el miedo?; sino se debe no se teme; echen pa´lante sino tienen nada que esconder, no deben temer; sométanse al escrutinio judicial.
Nosotros con el nuevo plan fiscal vamos a pagar todos esos dineros; ¿a quién van a engañar, politiquillos?