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“El Cascanueces” se apodera del Teatro Nacional

La versión 2011 de “El Cascanueces” representa la mejor selección del ballet costarricense, gracias a la amplia participación de jóvenes procedentes de distintas partes del país, quienes se inscribieron en las audiciones para luchar por un cupo en tan esperado espectáculo.

La versión 2011 de “El Cascanueces” representa la mejor selección del ballet costarricense, gracias a la amplia participación de jóvenes procedentes de distintas partes del país, quienes se inscribieron en las audiciones para luchar por un cupo en tan esperado espectáculo.
La obra, que será presentada entre el 1 y el 11 de diciembre en el Teatro Nacional, contará con la presencia de 100 participantes nacionales de las diferentes escuelas y tendrá el apoyo de estudiantes avanzados de la “American Ballet Theatre” (ABT) de Nueva York, considerada una de las grandes escuelas en este campo.
Patricia Carreras dijo a UNIVERSIDAD que el trabajo ha sido exhaustivo y, por el rigor que exige, se comenzó a preparar desde mayo pasado sin suspender un solo ensayo.
Se estima que hay una confluencia de participantes de al menos 30 comunidades costarricenses, lo cual da una riqueza extra al ballet y constituye un alto desafío para las directoras, dado que tienen que trabajar con distintos niveles de formación.
A estos jóvenes talentos se unen una serie “solistas” costarricenses, quienes junto con los bailarines de la ATB son los de mayor experiencia y aportan esa fuerza a “El Cascanueces”.
El grupo de Carreras y María Amalia Pendones contó con el respaldo profesional de Wes Chapman, reconocido bailarín y responsable de traer a los enviados del ABT y de supervisar junto con las maestras nacionales a los jóvenes en las audiciones.
Tras un año de ausencia, “El Cascanueces” vuelve con una riqueza de vestuario que estuvo a cargo de Milo Junko.
A diferencia de otras oportunidades, en esta no hay un apoyo financiero institucional, por lo que la producción corre a cargo de Carreras y Pendones, y cuenta con el respaldo de Interamericana de Producciones.
Pese a lo agotador que ha sido el trabajo a lo largo de ya casi ocho meses, Carreras se mostró feliz por la respuesta de los participantes, quienes proceden de lugares como Grecia, Heredia, Liberia, Acosta, El Guarco, Naranjo Palmares, San José, entre otros.
“Si contábamos con la gran oportunidad de tener en Costa Rica a Wes Chapman, lo mejor era abrir la participación a quien quisiera formar parte de ‘El Cascanueces’ y eso fue lo que hicimos”, destacó Carreras.
Chapman se une a “El Cascanueces” por segunda ocasión y gracias a su talento como bailarín y a su vasta y reconocida experiencia en el ABT, sirve como punto de excelencia para el resto de los que integran el reparto.
La apertura de escoger mediante audiciones a los integrantes del ballet tiene implicaciones positivas, ya que se fomenta el amor por el arte y se hace en sectores sociales diversos, resaltó. “Un niño que esté en ballet o en música, por ejemplo, es un niño que va por buen camino”.
La codirectora  manifestó que el esfuerzo de los padres de los niños seleccionados ha sido sencillamente extraordinario, porque fuera de la capital se trabaja el ballet con muchísimas carencias.
No obstante, la constancia de los participantes y el esfuerzo mostrado en cada ensayo hacen que ojalá nadie que guste del ballet clásico, se pierda la temporada de “El Cascanueces 2011”.
Para lograr un grado de alta calidad en la presentación, Carreras puntualizó que la primera parte del trabajo con los bailarines y demás integrantes del ballet fue la “homogenización”, dado que los 100 elegidos provenían de distintas escuelas.
De ahí que ella considere que “El Cascanueces” no solo es una experiencia de oro para disfrutar, sino que sirve para medir por dónde anda la calidad del ballet clásico nacional; que, en su criterio, se fomenta muy poco.
“Toda la plata va para la danza contemporánea y la mayoría de los grupos son de danza contemporánea, así se constata con los de la Universidad de Costa Rica, Universidad Nacional, Universidad Estatal a Distancia, Instituto Tecnológico de Costa Rica, el Taller Nacional de Danza y el Festival de Coreógrafos”.
Desde su perspectiva, eso no está mal, pero lamentó que el ballet clásico no cuente con más y mejores apoyos. Esto obliga a que los padres, en especial, tengan que hacer milagros para fomentarlo en las comunidades.
UN BELLO CUENTO
“El Cascanueces” narra la historia de Clara, quien pasa de ser una niña a una adolescente en el cuento de hadas original de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. La primera adaptación la hizo Alejandro Dumas (padre), texto a partir del cual Piotr Ilich Tchaikovski compuso la ya famosa música.
Ese paso que vive Clara, de niña a adolescente, se hace por medio de un sueño. Este se va escenificando en el ballet de una forma tan precisa y “natural” que es fácil de seguir incluso para un público infantil.
“Se da una batalla entre el bien y el mal, en el cual ganan los buenos sentimientos”, dijo Carreras con el afán de resumir al máximo la idea que prevalece en la historia.
Dicho ballet se ha convertido en una tradición en el mundo occidental, sobre todo luego de 1960. La versión que verá el público costarricense se presentará a partir del 1 de diciembre en el Teatro Nacional, en horarios de 8 p.m., entre semana; sábado a las 3 p.m. y las 8 p.m., y los domingos (4 y 11 de diciembre) serán a las 11 a.m. y 5 p.m.
Las entradas se pueden adquirir en Servimás, Tiendas Bansbach, La Barbería y el Hotel Herradura. Los precios de los boletos van desde los ¢11.000 en galería, ¢24.000 en luneta y ¢26.000 en butaca. Los interesados también pueden llamar al 2207-2025.
Entre las muchas atracciones de “El Cascanueces” está el vestuario y todo un conjunto de elementos de la escenografía, que vuelven al espectáculo en una presentación muy vistosa, en armonía con la música y los bailes.
EL RETORNO

Por la intensa preparación de ocho meses, por la representatividad de las escuelas de ballet clásico del país, por el aporte de ATB y por la plasticidad en sí de la propuesta, Carreras hizo un llamado a los que gustan del arte para que respalden esta iniciativa.
“Hemos hecho un gran esfuerzo y ahora esperamos que nos acompañen en el teatro”.
El hecho de que sea el Teatro Nacional, que cuenta con un equipo profesional para este tipo de presentaciones, es una extraordinaria oportunidad para los jóvenes participantes y para que el público disfrute de lo mejor del ballet clásico costarricense, destacó.
Se espera que entre el 1 y el 11 de diciembre haya una asistencia de unas 10.000 personas.
El 2011 marca el retorno de “El Cascanueces” a los escenarios nacionales, dado que en el 2010 la obra no fue presentada y en las tres ocasiones anteriores no se había hecho mediante convocatoria abierta.
Con el trasfondo de La Navidad en las sombras, “El Cascanueces” irrumpe con su colorido, con su magia, con su historia y con más de un centenar de jóvenes nacionales que han derrochado esfuerzo y disciplina para entregarse a su público.

  • Jose Eduardo Mora 
  • Cultura
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