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Los estados financieros del seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) muestran una caída de las tasas de crecimiento de la cartera de créditos hipotecarios; desplome que se aceleró luego que en diciembre pasado la junta directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aprobó elevar en dos puntos porcentuales el interés de los créditos, en momentos en que las tasas estaban bajas en el mercado.
Según los datos actualizados hasta agosto, ese mes el saldo neto de la cartera de créditos presentaba una tasa de crecimiento mensual de -0,37, luego de registrar cifras superiores a 0,50% en el primer trimestre del año; mientras que la tasa interanual ese mes fue de 4,65, por debajo del 13,62% registrado en enero.
La tasa de crecimiento interanual de estos fondos baja desde el 2008 (año del inicio de la crisis financiera internacional) y en enero de ese año andaba alrededor de 27%; el mayor desplome se da en el transcurso del 2011, presumiblemente determinado por el aumento en las tasas de interés de los créditos.
Ello dejaría pérdidas al IVM de al menos ¢7.000 millones, según estimaron profesionales familiarizados con esos fondos. A ello se agrega una subejecución presupuestaria de la partida de créditos hipotecarios asignada para este año, de ¢10.000 millones, que rondaría el 80% al término del 2011.
Por otro lado, las compras de bonos del Gobierno que el seguro IVM ha estado haciendo al seguro de salud comportaría pérdidas de miles de millones de colones adicionales; debido a que se hacen sin puja o regateo, a contrapelo de lo dispuesto por la ley orgánica de la Caja y la autorización que dio la junta directiva, de que esas compras deben hacerse al mejor precio del mercado.
Cada punto porcentual que se deja de regatear puede representar unos ¢7.000 millones de diferencia para esos fondos, lo que podría significar pérdidas de ¢15.000 millones, según las fuentes citadas.
Valga recordar que luego que la presidenta ejecutiva de la Caja, Ileana Balmaceda, revelara a la prensa en agosto pasado que se iban a usar fondos del IVM para comprar parte de los bonos entregados por el Gobierno y tner efectivo para operar en el 2011, el superintendente de Pensiones, Edgar Robles, manifestó su preocupación por esa venta de títulos, pues dijo que hay un asunto de precio en el que hay que tener mucho cuidado. En la Caja creen que los fondos de IVM son de ellos y esos fondos son de los trabajadores; lo que siento es que con esa venta de títulos están ordeñando a IVM, afirmó Robles.
El IVM maneja recursos de los trabajadores por un total de ¢1.2 billones (millones de millones).
UNIVERSIDAD buscó al actual gerente de pensiones, José Luis Quesada, para preguntarle sobre las razones de la baja en el crecimiento de los créditos hipotecarios, y si es cierto, como se afirma en corrillos de la institución, que no se ha presentado el informe trimestral que la junta directiva ordenó a la gerencia de pensiones hacer para marzo. Pero al cierre de esta edición el gerente no había contestado el recado dejado con su secretaria.
INFORME
El 22 de diciembre la junta aprobó restablecer los dos puntos porcentuales de interés de los créditos hipotecarios, que se habían bajado en el 2009 en el contexto de la crisis económica internacional.
En ese acuerdo ordenó a la gerencia de pensiones monitorear, en otras variables, la colocación de créditos, la morosidad de los créditos hipotecarios, la posible pérdida por traslado de actuales deudores y actualización de los gastos administrativos que generan los créditos hipotecarios, y rendir a la directiva informe cada tres meses.
El documento “Diagnóstico de la Intervención de la Gerencia de Pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social”, presentado por Dinorah Garro, gerente interventora de pensiones, a la junta directiva en agosto pasado cuando finalizó la intervención de esa área, no mencionó impacto negativo alguno por el incremento de las tasas de interés, ni tampoco el informe IR 417-2011, preparado por el área de administración de riesgos de los fondos institucionales.
El aumento de la tasa de interés de los créditos se aprobó a pesar de que la ley orgánica de la Caja, en su artículo 39, dice que la institución “podrá otorgar préstamos hipotecarios para vivienda a los afiliados al Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte, siempre y cuando se realicen en condiciones de mercado.”
Sin embargo, en esta ocasión no se consideraron las condiciones imperantes, cuando en el mercado de créditos hipotecarios las tasas eran bajas, además que el IVM es tomador de precios de mercado, pues representa menos del 4% del total del mercado de este tipo de créditos.
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