Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
En la elección del nuevo directorio legislativo el próximo 1 de mayo, los diputados del Partido Accesibilidad sin Exclusión (PASE) no le darán el voto “jamás” a Luis Gerardo Villanueva, jefe de bancada del oficialista Partido Liberación Nacional (PLN), afirmó el exdiputado Óscar López.
Según el Presidente del PASE, no será su partido el que rompa la Alianza por Costa Rica, pero en caso de que ese acuerdo de las bancadas opositoras se caiga, por las tensiones que atraviesa, su “sueño” sería ver en la presidencia de la Asamblea Legislativa a Víctor Emilio Granados u otro diputado del PASE.
Sería el plan B en el caso de que la Alianza se desarmara por las tensiones internas que enfrenta, puntualizó López, luego de que declaraciones suyas -sobre la posibilidad de negociar con el PLN los votos para el directorio legislativo- atizaron en los últimos días el cotarro político y entusiasmaron a ciertos medios, ante la perspectiva de que se desintegre la Alianza opositora, lo que permitiría al oficialismo retomar el control de la Asamblea Legislativa.
Eso es lo que menos interesa a los partidos opositores, cuyo objetivo estratégico es la unión para evitar el triunfo del PLN, lo que los obliga a deponer sus contradicciones internas y mantener la alianza para el 1 de mayo, señalan analistas.
“Un líder político debe tener siempre un plan B, si quiere ser un político exitoso. Yo no me voy a quedar esperando a que se rompa la Alianza y se monte Villanueva, y yo no hice nada al respecto. De ninguna manera. Los diputados del PASE no votarán por Villanueva jamás. Eso delo por seguro. Entonces yo tenía que pronunciarme, era mi deber como fundador y presidente de este partido”, manifestó López, sacudiéndose de las críticas que le han llovido desde filas opositoras, incluso en su mismo partido, por socavar supuestamente la Alianza con tales manifestaciones públicas.
Negó que sea un traidor, pues lo que hace es ejercer el derecho de pronunciarse públicamente a favor de un diputado o diputados de su partido, como Granados, que es cien por ciento pro Alianza y persona de grandes consensos, que obtendría el voto del resto de los diputados, asegura.
López agrega que cómo no va a pronunciarse si él está viendo la Alianza “por dentro”, donde la misma Patricia Pérez, vicepresidenta del Congreso y diputada del Movimiento Libertario (ML), dice en la prensa que las cosas no andan bien en la Alianza, no obstante que ella es del partido al que le tocaría asumir la próxima presidencia de la Asamblea Legislativa, según el acuerdo de la Alianza.
Igualmente, Víctor Emilio Granados y Martín Monestel, diputados del PASE, han dicho que la Alianza no ha cumplido, y Claudio Monge, del Partido Acción Ciudadana, también está descontento, señaló López.
Pese a que Villanueva declaró a la prensa que la prioridad de Liberación es recuperar la presidencia del Legislativo, miembros de la Alianza dicen tener claro que el objetivo del oficialismo es destruir el acuerdo opositor, para lo cual hará todos los esfuerzos posibles.
Tras el regreso a sesiones legislativas esta semana, luego del receso de fin y principio de año, los representantes de los partidos tendrán que reunirse para aclarar la situación interna de la Alianza y decidir los pasos por seguir, dijeron miembros de las fracciones legislativas.
La Alianza se ha mantenido hasta ahora a pesar de múltiples tensiones y desacuerdos entre los partidos integrantes y al interior de las mismas agrupaciones, y cabría esperar que los partidos intenten mantenerla de cara al 1 de mayo, ya que una ruptura significaría entregarle de nuevo el control del directorio legislativo al PLN.
Al respecto se señala que la oposición tendría los votos necesarios para elegir directorio, aun en el caso que alguno de los diputados de la Alianza niegue el voto. Además, esta vez el presidente del Legislativo, Juan Carlos Mendoza, del PAC, seguramente no permitirá que la votación sea secreta el 1 de mayo, como pretendía el año pasado Villanueva, para facilitar presuntamente “traiciones” dentro de la Alianza por parte de diputados que habrían sido seducidos con ofrecimientos secretos del oficialismo.
OBJETIVO
El politólogo Francisco Barahona dijo que se ve un esfuerzo de Liberación Nacional por pasar la página y hacer fracasar la Alianza, lo cual es legítimo desde el punto de vista de su trabajo político. También se ven contradicciones al interior de la Alianza y el problema del presidente del PASE frente a sus diputados.
Pero si se hace el diagnóstico de que el objetivo estratégico de los partidos de oposición es ir a las próximas elecciones nacionales unidos -porque de lo contrario dispersos van a volver a perder frente Liberación, aunque ahora tácticamente hay dificultades-, probablemente ese objetivo va a hacer superar las dificultades. De lo contrario serían muy miopes las autoridades y los diputados de esos partidos, que prefieren ir divididos y de una vez entregarle el poder de nuevo a Liberación Nacional, advirtió.
Uno piensa que lo que más les debería interesar a estos partidos es ganar el directorio y mantener el control de la Asamblea Legislativa, y entonces estas contradicciones tienen que superarlas obligatoriamente. Mientras que el PLN por el otro lado estará ofreciendo lo que tiene que ofrecer, para ver si quiebra esa oposición, comentó.
Esto es partiendo de que los actores políticos actúan racionalmente, pero a veces eso no es así. Por ello, hasta que no se llegue al 1 de mayo y se sepa si los opositores ganan de nuevo el directorio y se ponen de acuerdo para escoger la candidatura única y una plataforma doctrinaria -que de concretarse sería este año-, todo está en el aire, señaló Barahona.
A Óscar López se le preguntó qué le pediría a Liberación a cambio del voto, en caso de que se desmoronara la Alianza y tuviera que negociar el plan B. Respondió que “absolutamente nada”, porque él no es diputado, ni intervendría en la negociación, porque respeta la autonomía de los diputados.
Evidentemente ellos antepondrían los “temas PASE” que están pendientes, como la población con incapacidad y los adultos mayores. La incomodidad que sienten los diputados del PASE con la Alianza es que ha puesto sus votos dócilmente y sus proyectos están ahí durmiendo el sueño de los justos, porque la Alianza no ha apoyado sus proyectos.
“No, señor”, dijo López, cuando se le inquirió si ha hablado con Rodrigo Arias al respeto. López ha elogiado anteriormente las cualidades del exministro de la Presidencia y virtual precandidato del PLN. En días recientes, Arias anunció públicamente la reanudación de su actividad política y que ofrecerá asesoría a la bancada oficialista, luego de que la Fiscalía archivó una acusación por presuntas anomalías en el manejo de una donación de $2 millones del Banco Centroamericano de Integración Económica, durante el pasado gobierno de su hermano Óscar Arias.
Se le preguntó a López si tiene buena relación con Rodrigo Arias, y dijo que tiene relaciones cordiales, como las tiene con Johnny Araya, a pesar de que lo adversó como candidato a alcalde por San José, y las tiene con el exdiputado José Merino, presidente del Frente Amplio, “porque soy una persona cordial, y la política no la concibo como un acto de hacer enemigos”.
Este documento no posee notas.