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El 25 de diciembre fue enterrada en tierras costarricenses una de las profesoras e investigadoras más ejemplares de la psicología de nuestro país. De nuestra Universidad. De nuestra Escuela de Psicología. No en vano pensamos que Rosa María Nielsen Guillen vivió una vida ejemplar como académica y profesional erudita.
No en vano sentimos por ella la atracción que se le debe a una heroína nacional y que se destacó con la fundación del área experimental de la carrera de psicología. Quizás muchos protesten hoy en día por el hecho de que fue la profesora más insigne y estricta de la psicología científica.
Enseñar al psicólogo a pensar en forma científica es todo un duro labor. No son simbólicamente orientados hacia la matemática, la biología o la química. Para el estudiante de psicología, eso no tiene que ver con la vida misma. Curar personas sí, enseñar paradigmas del hombre quizás, pero no discernir al respecto de la conducta o del cerebro. Rosa María emprendió esta labor sola hasta que llegué yo a alzarle parte de ese peso.
Afortunadamente, fue nombrada Académica Emérita por la Escuela de Psicología. Aplaudo ese hecho. Me encontraba ya pensionado cuando eso ocurrió. Lástima, me hubiese gustado darle un gran abrazo. Se lo merecía.Hoy en día es excesiva la orientación hacia ser un profesional y no un erudito investigador. Es una lástima. En la década de los años 70, creímos que la investigación era una de las formas de salir del subdesarrollo. A medida que los valores del mercado fueron tomando hegemonía sobre los valores del hombre, el profesionalismo salvaje llegó a pronunciarse en todas las carreras. Con ello, la pérdida del interés en la investigación y la erudición. Lógico, el mercado no tiene alturas allende de aquellos que predican la valoración económica. No le podemos pedir peras al olmo. El árbol de higos seco no dará fruta frondosa y dulce.Que lástima que a nosotros los viejos no nos escuchen un poco más. Ya el método estadístico y sociológico ha indicado en diversas ocasiones que sin la investigación, los países de América Latina seguirán sufriendo de brechas muy altas. Sin la creación de lo nuevo propio, los demás países seguirán dictando las pautas a seguir en los nuestros y las juventudes seguirán convirtiéndose en ejemplo de una vida sin propósito o significado. Al menos es eso lo que indican las estadísticas nuevas. Qué dicha, pues lo predicábamos hace mucho tiempo. Los años de esa dictadura de valores del mercado han comenzado a sucumbir.Rosa María siempre pensó así. Por eso, lo menciono. Yo le hice segunda a esa inquietud. A esa voz. En algún momento, nos dejaron de escuchar. Yo tuve que pensionarme y Rosa, igualmente, se tuvo que ir. Aun así, estaba insatisfecha por el giro que había tomado la educación superior en Costa Rica. En eso, hace 7 años y medio hubo un cambio en la UCR. Un grupo de excelentes académicos y científicos llegó a ser elegido como rectora y vicerrectores. El de investigación sobresalió entre ellos. Consecuentemente, la UCR alcanzó el ranquin de 12 entre las 100 mejores universidades de América Latina y de 367 entre las mejores 5000 del mundo. Realmente, una hazaña maravillosa. Ya estaba construido el edificio de Investigación, más ahora se llenaría de jóvenes investigadores llenos de nuevos planes y diseños en búsqueda de lo real. ¡Qué maravilla! Yo quería que Rosa volviese de nuevo a enseñar, mas se encontraba ya cansada. Se había agotado con esos años de docencia e investigación en los albores de la psicología experimental. Comenzar algo cuesta mucho. Uno siempre es el primero y está solo. Así fue el caso de Rosa María.Comenzó a desarrollar problemas neurocerebrales. Yo no sabía eso. Yo también tuve una paresis neurocerebral, que me obliga a tomar anticonvulsivos todos los días. Parece que lo de Rosa María era tan serio que la pensaban operar en enero. No dio tiempo y tuvo que dejarnos. ¡Vaya lástima! ¡Vaya pérdida! Creo que el Colegio de Psicólogos o la Universidad de Costa Rica la deberían nombrar Doctora Honoris Causa póstumamente. Algún reconocimiento se le debería otorgar. Fue co-fundadora del Colegio de Psicólogos y de la Escuela también.Réquiem Eternum Dona Eis Domine, querida Rosa María.
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