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“Como un producto de la cultura fusión o del entretenimiento”, tildó el escritor y Premio Magón, Alfonso Chase, al proyecto #17853, denominado “Ley de Premios Nacionales de Arte y Cultura”, que tiene como objetivo modificar la manera en que se designan dichos reconocimientos anuales.
Según Chase, la situación es clara: este es un proyecto que se viene gestando desde la anterior administración liberacionista, que demeritó el aporte cultural de los artistas nacionales y redujo la reforma a un asunto meramente financiero.
Esta iniciativa fue presentada al plenario legislativo el 16 setiembre de 2010 por la diputada liberacionista Alicia Fournier, quien en ese momento afirmó que “después de conversar con el señor ministro de Cultura, se tomo la decisión de presentar este proyecto para regular de mejor modo la entrega de premios nacionales, de manera que puedan tener sostenibilidad económica los programas de reconocimiento a la producción artística y la pertinencia cultural”.
Posteriormente, el expediente pasó a la Comisión Permanente de Asuntos Sociales, donde se nombró una subcomisión integrada por las diputadas Marielos Alfaro Murillo, Rita Chaves Casanova y Xinia Espinoza Espinoza, quienes el 14 de setiembre del 2011 presentaron su informe que fue aprobado unánimemente.
Sin embargo, pese a que Manuel Obregón, ministro de Cultura y Juventud (MCJ), afirmó que el texto es producto de un largo proceso de consulta a grupos y artistas independientes, aún algunos levantan la voz en contra, por considerar que la reforma agrupa áreas tan disimiles como el trabajo de escenografía y el actoral bajo una misma categoría, para citar un caso concreto.
Por su parte, el ministro Obregón apoya los argumentos de las legisladoras, y en su última entrevista con este Semanario, reiteró que tal como funciona el sistema de premios nacionales atenta contra las finanzas de su propio ministerio, cuyo presupuesto sigue siendo reducido para la gran cantidad de instituciones y proyectos adscritos.
Finalmente, tras dos años de revisiones y consultas, el proyecto de ley #17853 entrará al Plenario Legislativo próximamente. Lo que sí es incierto es la fecha en que será sancionado como ley de la República.
¿OCURRENCIA O POPULISTA?
Alfonso Chase es tajante: este proyecto es una ocurrencia que está enmarcado en el pensamiento político del Partido Liberación Nacional (PLN), que hace muchos años dejó de ser un abanderado de la cultura nacional. De hecho, “en sus filas no hay figuras relevantes del arte costarricense; todos nos hemos ido de ese partido”, dijo Chase, quien militó en las filas verdiblancas en el pasado.
Además, agregó que las diputadas que dictaminaron este proyecto de ley “puede ser que sepan mucho de leyes, pero desconocen el desarrollo artístico del país, y hacen esto que es una pura banalización de la cultura”. Asimismo, aseveró que “esta recalificación de los géneros permitiría la participación de muchos, que no necesariamente son producto del rigor artístico”.
Por su parte, Arabela Salaberry, escritora y poeta, afirma que la ley actual es adecuada; el problema es que está mal aplicada, incluso en el tema de la conformación de jurados.
Salaberry criticó la eliminación de gran cantidad de categorías, al aducir problemas económicos, ya que esto revela que “hay un menosprecio al trabajo intelectual creativo”.
“Me parece positivo la revaloración del Premio de Cultura Popular y la inclusión de categorías, pero es incomprensible cómo incluyen disciplinas disímiles en una misma categoría”, comentó.
Para la artista, esto evidencia desconocimiento sobre el trabajo artístico. Por ejemplo, en teatro el proceso es interdisciplinario, y en artes plásticas las manifestaciones son múltiples. Por eso, hay más premios en estas disciplinas que en la música”, haciendo alusión a la crítica de la diputada liberacionista Viviana Martín, que al teatro se le designan ocho premios, mientras que en música solo se otorgan dos.
Sin embargo, Alfonso Chase aprueba que se creen categorías y que otorguen grandes premios nacionales en las distintas áreas, y que otros, como mejor actriz, actor o director, sean dados en un segundo nivel y sin contenido económico.
“Si el tema era económico, que ya en realidad es pobre lo que se entrega al artista, entonces los hubieran eliminado y se amplían las categorías”, dijo Salaberry. Incluso, “¿por qué no se pensó en buscar recursos en otro lado, como crear un fideicomiso con fondos privados?”, cuestionó la actriz.
Al ministro y propulsor del mencionado proyecto, Manuel Obregón, se le envió por correo electrónico un cuestionario –según lo solicitó-, pero sus respuestas llegaron cuando ya esta edición se había cerrado, por lo que serán publicadas en la próxima.
LOS NUEVOS PREMIOS
El proyecto de ley #17853, o “Ley de Premios Nacionales de Arte y Cultura”, elimina las subcategorías en cada una de las ramas artísticas que se han premiado con la actual legislación, promulgada en el año 1961.
La nueva propuesta mantiene el Premio Magón, pero equipara el de Cultura Popular en grado de relevancia y llevaría el nombre de Emilia Prieto Tugorres.
Cada uno sería premiado con una remuneración que no sobrepasaría el 1% del presupuesto de la Dirección de Cultura; por lo tanto, el monto variaría cada año según la asignación del Ministerio de Hacienda.
Además, se crearían siete premios nacionales en artes interdisciplinarias, artes visuales, audiovisuales, danza, literatura, música y teatro; cada uno con una dotación equivalente al 0.4% del presupuesto de la Dirección de Cultura, más una serie de incentivos adicionales a los ganadores, como trato preferencial en becas, uso de espacios públicos y participación en festivales. Otras tres nuevas categorías son: Gestión y Promoción; Producción; Investigación y Comunicación.
Según los diputados que aprobaron en comisión el proyecto, la sostenibilidad económica de este programa ministerial se asegura y las nuevas categorías son atinentes a las convenciones ratificadas por el país, en salvaguardia de patrimonio inmaterial e histórico, por ejemplo.
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