Abrir Noticia Guardar

Un jinete que promete

Atleta olímpico del año 2010.

Atleta olímpico del año 2010.
Distinción que le otorgó el Banco Nacional en la entrega de los Premios Colibrí.
Primer lugar del escalafón ecuestre de la temporada 2011 en categoría primera A.
Campeón juvenil de salto en Brasil 2011.
Medalla de plata de los Juegos Centroamericanos en Panamá, abril 2010
Segundo lugar en Alemania, julio 2009, Copa Herford.
Federico Arias Montealegre es hoy una de las más firmes promesas del deporte ecuestre del país, cuya Federación inició precisamente el pasado fin de semana una nueva edición del campeonato nacional de salto, un torneo que constará de 19 fechas, con 13 categorías y que arrancó en el Club Hípico La Caraña, preparatorio también para un evento internacional a celebrarse la próxima semana en Panamá.
Siendo un niño, Federico asistía al campo de polo en Hacienda Los Reyes y otros escenarios para ver jugar a su abuelo, un destacado polista varias veces seleccionado nacional.
“Empecé a entusiasmarme con los caballos y me metí a clases en La Caraña; al principio asistía solo una vez por semana; luego participé en los campamentos de verano y entré en competencias infantiles. Me fui acelerando y las lecciones y prácticas se hicieron diarias, como hasta la fecha.
Siendo casi un niño hicimos un viaje a una competencia en El Salvador y en ella me gané mi primer trofeo en la categoría preinfantil, lo que me impulsó a dedicarle más tiempo a esta disciplina en plan competitivo, al punto de que, con el apoyo de mis padres, decidí estudiar la secundaria vía Internet, de manera que hoy soy alumno de duodécimo año de un colegio estadounidense que se llama Keystone High School y que gradúa a los estudiantes por esa vía”, dijo Arias a UNIVERSIDAD.
“Normalmente los jinetes principiantes tenemos que escoger entre las dos formas más comunes de practicar la equitación, que son el salto y el adiestramiento; también está el rodeo. El primero consiste en realizar un recorrido con obstáculos sin cometer ninguna falta y en un tiempo óptimo. El adiestramiento trata de que el jinete ejecute diferentes movimientos con su caballo.
Yo me dediqué al salto porque esta práctica es de alto riesgo y acelera la adrenalina en el organismo y esa liberación de la adrenalina me emociona. Además, hay que formar un complemento con un animal y el jinete llega a apreciar tanto a su caballo que terminan como compañeros. Otro aspecto positivo es que para tener éxito en competencia hay que dedicarle mucho tiempo, entrenar muchas horas lo que lo estructura a uno en varios aspectos para ser más responsable”, agregó Federico.
DISCIPLINA PELIGROSA
El joven jinete recuerda con cariño su primer caballo de nombre Dexter; dice que lo compró en Guatemala y luego lo vendió en El Salvador.
“Con Dexter competí en categorías pre-infantil, infantil y juvenil y fue un animal que me ayudó mucho a seguir en este deporte. Desde luego el aporte de mi familia, de mis padres en mi carrera, todos me han ayudado económica y emocionalmente.
Igual mis entrenadores, el primero Óscar Perejil de origen mexicano, luego Javier Jeri, peruano y actualmente Willian de Carvalho, brasileño.
Arias afirma que estar encima de un caballo es una experiencia única.
“Competir provoca diferentes emociones; poder tener el control de un animal de más de 300 kilos es algo incomparable, más cuando uno ha llegado a montar el caballo seis veces a la semana para conseguir un máximo de control. En el momento de la competencia, uno siente como está el caballo, si nervioso, tenso, relajado y hay que captar las diferentes formas de reacción. Es una comunión perfecta.
Competir en salto es de alto riesgo; es una disciplina peligrosa ya que lograr el control del caballo es difícil y no se logra con facilidad. Se requiere de mucha práctica y disciplina para evitar caídas, quebraduras y el descontrol del animal.
Personalmente he sufrido varias caídas tanto en entrenamientos como en competencias, gracias a Dios sin mayores lesiones”, agregó el jinete.
Le preguntamos al campeón si la equitación es un deporte elitista y respondió.
“Ya hablamos de que la equitación se divide en tres categorías principales: salto, adiestramiento y rodeo y para cada una de ellas se usan diferentes razas de caballos.
Por lo general, para salto y adiestramiento se utilizan caballos europeos y los precios son diferentes.
Alimentar a estos animales es de alto costo, lo que aleja de la práctica de esta disciplina a jóvenes o personas de pocos recursos económicos. Lamentablemente es así y tampoco existen becas en las academias o centros ecuestres nacionales, que impulsen a atletas con talento para esta disciplina a practicarla”, explicó Federico.
Arias Montealegre desea terminar sus estudios académicos y competir en el próximo ciclo olímpico que arranca después de Londres 2012; le gustaría competir en los países más fuertes de la equitación en América como Canadá, Estados Unidos y Brasil para roce internacional y fogueo. Una vez lograda su profesión, no sabe si el amor y la pasión a la equitación, lo lleve a convertirse no solo en brillante jinete, que ya lo es, sino en entrenador, diseñador de pistas u otra actividad relacionada con esta riesgosa pero emocionante disciplina, como él mismo la califica.

Cabalga el jinete
Nombre: Federico Arias Montealegre
Nació: San José, 20 de octubre de 1993
Padres: Álvaro Arias y Lissa Montealegre.
Hermanos: Diego, Ileana y Maricarmen
Estudios: Keystone High School
Idiomas: español e inglés
Países: todo Centroamérica, Alemania, Holanda, Estados Unidos, Colombia, Venezuela, Brasil, Argentina.
Cine: acción
Lecturas: Mark Twain
Atletas: Hanna Gabriels, Nery Brenes, Leo Chacón
Prensa deportiva nacional: volcada a deportes populares

  • Gaetano Pandolfo Rímolo 
  • Deportes
Germany
Notas

Este documento no posee notas.