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Susan Piedra es la hermana sándwich entre sus dos hermanos; se crio en Coronado entre varones. Desde niña patinaba mucho y se lucía en las fiestas familiares; sus hermanillos y otros amiguitos empezaron a imitarla.
Todos, con patines plásticos, convirtieron los pequeños espacios de sus casas y patios en improvisadas pistas, hasta que Gina Cuadra, una vecina que patinaba en competencias, invitó a los chiquillos a verla entrenar en La Sabana un jueves.
“Ese día miré por primera vez unos patines profesionales y ya el sábado yo estaba entrenando junto a Gina en La Sabana. Solo tres meses después viajé a El Salvador a un Centroamericano y gané medalla de bronce. Esa conquista me motivó montones. Tenía 13 años de edad, cuatro meses de práctica y ya era medallista”, dijo Susan a UNIVERSIDAD.
Así, inició una carrera espectacular y exitosa de esta joven, hoy de 21 años. Piedra empezó a competir siendo una adolescente, y ha sumado en sus vitrinas títulos y trofeos que la han distinguido como una de las mejores deportistas costarricenses.
Campeona nacional y campeona centroamericana en Guatemala; conquistó seis medallas de bronce en la Copa América en Panamá hace cinco años, un evento masivo de 68 clubes de toda América, preseas que le valieron la clasificación al Mundial en España.
“Lo nuestro no es la Fórmula Uno. No tenemos vehículos modificados ni velocidades extremas, pero subirse sobre las pequeñas ruedas de nuestros patines y sentir en el rostro el viento que te roza la piel, son palabras mayores. Tus pies vibran con las cosquillas producidas al deslizarse las ruedas sobre el piso”, aseguró.
“El aumento de la velocidad sube la adrenalina y hay que mantener el equilibrio perfecto; no chocar con los compañeros en competencia, evitar caerse y atender la técnica correcta que te permita rebasar y triunfar o saber mantenerse en la punta”, mencionó emocionada Piedra.
EXPERIENCIA MUNDIALISTA
Susan tenía 17 años de edad cuando viajó al mundial en Gijón, España, junto a su entrenador de entonces, Oscar Jiménez. Hoy se entrena con Guillermo Mata.
“Decidí aprovechar al máximo el evento y competir en todas las categorías posibles de velocidad y fondo; esta última es mi especialidad. Allí, pude entrenar con técnicos españoles y europeos, y recibí capacitaciones que me sirvieron para el futuro de mi carrera. Me inscribí en competencias que iban desde los 300 metros hasta la maratón de los 42 kilómetros.
Estaba en un Mundial, mi sueño se hacía realidad y la oportunidad de correr en varias categorías no la podía dejar pasar; además, por primera vez correría en una pista de nivel mundial, la más parecida estaba en El Salvador; de manera que tuve que adaptarme a ella.
La gran desventaja era que yo competía sola y mis rivales en equipo; esto en una competencia de patinaje pesa muchísimo.
En la primera competencia, prueba de 300 metros contrarreloj, no me fue muy bien, pero me sirvió de acoplamiento; luego pasamos a la ruta que es uno de mis fuertes porque yo soy fondista y en la maratón tuve mi mejor actuación a pesar de que me caí en una curva, pero pude completar los 42 kilómetros en 1 hora y 10 minutos”.
Sus tiempos en Gijón la colocaron entre las mejores 25 júniores del mundo.
PATINAR ES PASIÓN
Susan, hoy en la cima de la fama y repleta de medallas, no olvida sus orígenes ni la fiebre por patinar que la llevaba a La Sabana con su amiga María Lourdes Calderón, a amarrarse de los patines bien temprano.
Oscar Jiménez, quien preside la Federación Costarricense de Patinaje y que prepara a una fuerte selección nacional para los próximos Juegos Centroamericanos ‒que se celebrarán en nuestro país el próximo año‒, afirma que “el patinaje puede ser un simple entretenimiento, un objeto de conquista o un asunto de competencia. Es apto para gente que quiere llegar muy lejos, muy rápido”, como Susan agregaríamos nosotros.
Y agrega el dirigente: “es un deporte aeróbico que demanda gran trabajo de tórax, piernas y glúteos, pero a la vez le retribuye con la salud y la firmeza de los músculos. Los patinadores de velocidad en buenas condiciones tienen una capacidad cardiovascular y un desarrollo muscular igual o superior que muchos de los mejores atletas y ciclistas del mundo”.
Susan agrega que es recomendable que los niños empiecen a travesear con los patines desde los 3 años de edad, pues a esa edad los infantes comienzan a caminar con mayor seguridad. “Yo empecé a mostrar mis habilidades sobre ruedas desde güila”, acotó la medallista del área.
Jiménez reconoce que practicar el patinaje es una disciplina cara, por los implementos que requiere: rodilleras, cascos, ropa de licra, guantes y lo más caro que son los patines, cuyos precios oscilan entre los ¢100.000 y ¢300.000.
Hoy Susan Piedra se prepara específicamente para los Centroamericanos 2013 en nuestro país. “Este año el Mundial será en Italia, pero atravesar el charco es muy caro y no podemos asistir; así que estoy entrenando fuerte para darle a Costa Rica medallas en el torneo del área. Todo el fin de semana anterior me lo pasé en Poás porque deseo ganar las competencias de fuerza y estar preparada por si en el 2016, el patinaje forma parte del ciclo olímpico. Mi disciplina es invitada a los Juegos Panamericanos como deporte de exhibición”, nos recuerda la deportista.
Cuando UNIVERSIDAD le preguntó por el mejor triunfo de su carrera, no dudó en afirmar que no cambia las medallas ganadas en el extranjero en tantas competencias internacionales, como sus triunfos en los campeonatos nacionales.
“Me saben más los triunfos criollos, porque gano y de una vez me abrazo con mi mamá, mi novio y mis amigos. Eso es muy sabroso y motivante, y no se logra cuando triunfas afuera”, concluye Piedra, que admira a rivales como Jennifer Monterrey y Juliana Royo, y que para el futuro no se ve como profesional.
“Yo voy día a día, con mis entrenamientos, mis estudios y mi novio. A todos les doy mi ratito. Tengo 21 años, disfruto el hoy y no me preocupa el mañana. No se si seré educadora, ama de casa o patinadora de alto rendimiento. Hoy lo que más deseo y para lo que me preparo es ser medallista de oro en los Centroamericanos”.
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