Simón Bolívar es considerado como el Libertador de América por su pensamiento y acción  incansables por la integración de lo que él llamó la gran  Colombia. Su mensaje libertador lo llevó por gran parte de lo que es la geografía suramericana: Venezuela, Colombia Ecuador, Panamá, Perú, Argentina y Chile. Logró la independencia de estos países con grandes victorias militares.
Nació en 1783 en el seno de una familia de origen vasco y burguesa radicada en Caracas; se formó leyendo a los pensadores de la Ilustración (Locke, Rousseau, Voltaire, Montesquieu…) y viajando por Europa. En París tomó contacto con las ideas de la Revolución y conoció personalmente a Napoleón y Humboldt.  Afiliado a la masonería e imbuido de las ideas liberales, fue educado en valores de clase alta criolla, Simón Bolívar renuncio a los privilegios de su clase y a temprana edad se lanzó en la búsqueda de la liberación de nuestros países de la colonización española. En 1810 se unió a las fuerzas independistas de Venezuela bajo la dirección de Miranda.
Su filosofía independista la sustentó con escritos propios. Uno de sus pensamientos más conocidos contiene un claro mensaje antiimperialista, cuando manifestó en Guayaquil, Ecuador el 5 de agosto de 1829: “Los Estados Unidos parecen destinados por la divina providencia para plagar a la América de miseria en nombre de la libertad”.
 
En efecto, nuestro subcontinente ha sido mancillado por las potencias occidentales, extrayendo las múltiples y cuantiosas riquezas; especialmente Estados Unidos. Para saquear nuestros recursos han implementado una variedad de métodos combinados, apoyados en la corrupción de los gobernantes aliados, causando el surgimiento de grupos oligárquicos poderosos.
El intervencionismo asfixiante de la potencia norteña ha despertado recientemente a nuestros pueblos, con la elección de una generación de gobernantes que han reivindicado los principios Bolivarianos, con presidentes en Paraguay, Ecuador, Uruguay Bolivia, Argentina, Nicaragua, El Salvador y Perú, quienes tienen como eje de lucha la recuperación y defensa de los recursos nacionales.
El arribo a la presidencia de la figura del venezolano Hugo Rafael Chávez Frías en 1998, marcó un antes y después en la dinámica de las luchas por la definitiva independencia latinoamericana.
Chaves ha encabezando lo que ha llamado Revolución Bolivariana, con un apoyo mayoritario y sostenido de los electores, debido a su exitosa gestión en beneficio de las mayorías y a su liderazgo indiscutible.
En sus frecuentes mensajes dirigidos a la ciudadanía, hace hincapié en la memoria de Simón Bolívar, haciendo especial énfasis en el conocimiento del proceso histórico latino americano y caracterizado por su antiimperialismo.
Su activa participación en los foros internacionales, hace referencia vehementemente a Simón Bolívar, logrando una identificación de su argumentación de propios y extraños por su coherencia e integración de su mensaje, siendo asimilados por personas influyentes en la vida política del continente, lo cual le ha permitido ganar aliados paulatinamente en nuestros países y logrando un liderazgo en las ideas integracionistas.
La coyuntura política de América Latina en la actualidad, tiende cada vez más a la constitución de mecanismos de integración política, comercial  y económica, como lo es el MERCOSUR y más recientemente la CELAC.
Algunos de estos entes integracionistas se están gestando como mecanismos de cooperación en temas de salud y educación, tan necesarios para las enormes mayorías que han sido marginadas por décadas.
La creación del ALBA (Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América) surge como una respuesta al intento de Estados Unidos por imponer el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) como un nuevo instrumento de dominación y saqueo de recursos, el cual fue sepultado en la “IV Cumbre de las Américas”, evento organizado por la casa blanca y celebrada en Mar del Plata, Argentina, en noviembre del 2005, ante la mirada impotente del entonces presidente estadounidense George W. Bush.
La creación de la UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas)  para buscar el desarrollo de un espacio integrado en lo político, social, cultural, económico, financiero, ambiental y en la infraestructura.
La gran patria de Bolívar se está gestando y construyendo su futuro en medio de un entorno económico y geopolítico mundial complicado, que nos indica que estamos en el camino correcto, pues el capitalismo está en una etapa decadente antes de su definitiva extinción, que lleva al mundo a múltiples crisis que golpean a las grandes mayorías.
América Latina ha iniciado un nuevo proceso histórico irreversible, luego de décadas de sufrimiento por la injerencia de Estados Unidos y con el surgimiento de líderes indiscutibles,  que han reivindicado los principios Bolivarianos.
Nos une una cultura, un idioma y una historia común de sangre y saqueo, y tenemos condiciones para constituir la gran patria que soñó Bolívar con una unión económica, comercial, política y social.
Inevitablemente Costa Rica deberá integrarse al Sur.