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Está en marcha una estrategia para liquidar a la CCSS

Para su rescate, deben resolverse sus graves problemas económicos y administrativos, en lo económico: las deudas del Estado y de la empresa privada deben ser canceladas, incluidos intereses y tomar medidas para que no se repitan.

Para su rescate, deben resolverse sus graves problemas económicos y administrativos, en lo económico: las deudas del Estado y de la empresa privada deben ser canceladas, incluidos intereses y tomar medidas para que no se repitan.
En cuanto a la financiación, por parte del Estado, de las funciones del Ministerio de Salud, traspasadas a la CCSS y de la atención a los indigentes, éste debe responder efectivamente; además, cabe señalar, que cuando se trasladaron los hospitales de la Junta de Protección Social a la CCSS se firmó el compromiso de pasar las rentas de la lotería a la Institución, lo que hasta ahora no se ha hecho; también, hay que indicar que, la rebaja de la cuota del Estado del 5.3% al 0.25% ha sido un duro golpe a la salud financiera de la CCSS; este hecho es posible, dentro del marco de un Estado secuestrado por la alianza del capital transnacional con la oligarquía, que constituye un superpatrono, parcializado, a favor del mercado, de la ganancia, de la empresa privada, contra las grandes mayorías, contra la justicia social.
Dentro de este proceso de liquidación de la CCSS hay un gravísimo delito, cometido por la empresa privada y el Estado, el de rebajar a las y los trabajadores la cuota del seguro y no    entregarla a la Institución; se la dejan en sus bolsillos; esta falta debe ser severamente castigada.
 
En lo administrativo: en primer lugar, la Asamblea legislativa debe derogar la ley 4-3, que le quitó la autonomía que la Constitución de la República le otorga a la CCSS; esta ley es cuna de contubernio político, fuente de corrupción, que es otro de los factores que destruyen la Institución.
La gerencia debe nombrarse por concurso, con base en principios éticos y técnicos transparentes, cada 5 años. La Junta Directiva fungirá por el mismo período y tendrá representación real y proporcional de los diferentes sectores, sobre todo de la asociación de asegurados. La administración tendrá la obligación de rendir cuentas al país cada año. Los asegurados deberán constituir o ampliar comités de base y en el nivel nacional para control y revisión de cuentas en forma efectiva.
Las autoridades de la CCSS crearán mecanismos de recepción de quejas y, con transparencia, harán efectivas auditorías en los servicios con deficiencias. El personal administrativo y médico se elegirá por concurso y las jefaturas serán por 5 años. Todos los  funcionarios tendrán control de entrada y salida de su trabajo. Los pagos de horas extra y disponibilidad se harán con criterios técnicos, éticos y razonables. Se realizarán auditorías cada 2 años, sobre el rendimiento de los diferentes entes administrativos y profesionales.
Debe crearse un hospital universitario, para la enseñanza de la medicina, financiado proporcionalmente por las diferentes universidades y, así, no seguir utilizando los recursos materiales y profesionales de la CCSS en dicha tarea.
En cuanto al grupo de empleados de la CCSS que, directamente se encarga de atender la enfermedad, la salud y la vida de los asegurados: los médicos, otros profesionales y sus asistentes; este grupo, mayoritariamente, ha mostrado lealtad a la seguridad social y, por su Institución emblemática.
En esta hora de crisis, todos los empleados deben entender que la alianza del capital transnacional con la oligarquía, con fuerzas dentro y fuera de la Institución, se propone liquidarla para abrir las puertas, de par en par, al negocio de los servicios médicos; si esto lo logran, llenarán sus bolsillos hasta reventar, pero los pobres y las clases medias quedarán desamparados; los médicos, otros profesionales de la salud, sus auxiliares y todos los empleados, en su mayoría, quedarán desocupados; sólo unos cuantos se convertirán en dueños de empresas privadas que lucrarán con los servicios de salud y, apenas una pequeña parte tendrá “el privilegio” de ser asalariados de la insolente y mezquina empresa privada.
Este es el panorama, de triunfar la estrategia de destruir la CCSS, que tendrán los asegurados y la inmensa mayoría de los médicos, otros profesionales, sus auxiliares y, en general, todos los empleados. Ya vimos, recientemente, que la estrategia destructiva de la CCSS , con el apoyo interno y externo, se puso en acción, con la provocación, compadre hablado con los tribunales, anuló derechos históricos de los empleados de la Institución.
Hoy se provoca al cuerpo médico, haciendo despidos arbitrarios de sus miembros. No les sigamos el juego, no caigamos en la provocación, no permitamos que, también, por esa vía liquiden a la CCSS, no permitamos el autoritarismo que conduce a la dictadura, atajemos el retroceso de las garantías sociales.
Este es un planteamiento tentativo, parcial, para iniciar la discusión de los problemas de la Institución, con el fin de rescatarla.

  • Oscar Morera Madrigal (Médico)
  • Opinión
Garantías Sociales
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