Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Un día después de haber escrito la “Reflexión aciaga”, el martes 22 de noviembre, recibí grata llamada de Cecilia Jiménez, compañera del Comité de lucha de Zapotal de San Ramón, primer comité distrital fundado por el Comité Cívico de Occidente (CCO) a mediados de 2006, el cual disminuyó su accionar desde que en 2007 no se cumplieron las promesas gubernamentales de construir el puente sobre el río Victoria, incluido el compromiso adquirido por la Defensoría de los Habitantes en el sentido de acompañar y dar seguimiento a la ejecución del proyecto. (Hasta hoy, el CCO ha articulado únicamente tres comités de lucha comunal, y todos han respondido a alguna causa de interés local, como la construcción de puentes en dos de ellos, o el desarrollo de un proyecto urbanístico de bien social, en el tercero.
La restante proyección del Comité Cívico con las comunidades se ha realizado a través de sus asociaciones de desarrollo).
La compañera Cecilia se queja de que la Municipalidad no termina de honrar su centenario compromiso de proveer a San Antonio de Zapotal –comunidad situada a 40 Km del Distrito Central- del puente sobre el río Victoria, que, según promesas de siempre, estaría concluido para el presente año (2011). Denuncia que más bien retiraron la maquinaria que “mejoraba” –empedraba- el camino de acceso al sitio de levantamiento del puente, trasladando la obra para el próximo año. -¿Qué hacer?- me preguntó; a lo que respondí: -Organizarnos una y otra vez, hasta ver cumplida la meta. Le sugerí reactivar el Comité de lucha y discutir la “Carta constitutiva del Partido Revolucionario de Occidente (PRO)”, -escrito que les había llevado dos o tres meses atrás-, para así tener mejores herramientas de lucha no sólo en procura de una obra comunal en particular, sino para el desarrollo integral de su pueblo.
Por otra parte, acto de la mayor trascendencia devino el café navideño del CCO, celebrado el viernes 9 de diciembre en casa de don Braulio Carrillo, sita en barrio Hogar de Ancianos. En él logramos –con éxito inesperado- arrancar con el proceso de legitimación comunal de la “Carta constitutiva del PRO”, no sin antes –al inicio de la reunión- haber dedicado espacio suficiente a la discusión acerca de la coyuntura socioeconómica y política que aqueja al pueblo costarricense en la actualidad, misma que entraña razón suficiente para que las mentes más claras e inquietas exploren contornos políticos afines a los intereses de los ciudadanos más golpeados por la vorágine neoliberal.
Así, antes de tomar rompope y café con tamal y picadillo, procedimos a analizar el contenido de la “Carta”. Su lectura pausada y complaciente nos permitió aclarar dudas, hacer comentarios y conjeturas, soñar con la justicia y la equidad en nuestra sociedad, acercar posiciones ideológicas, declarar diferencias conciliables, etc. Bastó con justificar la necesidad de legitimar el documento de marras para que tres de los cuatro participantes, anfitriones del convite, lo suscribieran; eso sí, no sin que mediaran algunas reservas cuyo contenido será objeto de discusión más adelante.
La alegría y el optimismo que reinaron en el café con tamal del CCO auguran un venturoso futuro al Partido Revolucionario de Occidente, organización de lucha política que surge al amparo de los más caros anhelos de la conciencia popular.
Este documento no posee notas.