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Miles de empleados públicos de diversos sectores e instituciones colmaron hoy las calles de San José y Zapote para reclamar al gobierno por el aumento de apenas ¢5.000 que decretó a la base salarial de este sector.Integrantes de las organizaciones del Magisterio Nacional, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y algunos ministerios, marcharon por la Avenida Segunda e hicieron una parada ante el Ministerio Hacienda, para reclamar por el bajo aumento, y de paso, manifestar el rechazo a la reforma fiscal que tramita el Gobierno ante la Asamblea Legislativa.Posteriormente, los manifestantes se aglomeraron alrededor de la Casa Presidencial en Zapote, para expresar así su molestia a la presidenta Laura Chinchilla, por lo que consideran “una burla” hacia la clase trabajadora.El presidente de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), Alexander Ovares, se mostró satisfecho por la alta participación de los trabajadores en la marcha, y aseguró que es una de las manifestaciones más grandes que se ha visto en el país en los últimos tiempos.“Nos llena de regocijo, porque esta es la voz del pueblo diciéndole al Gobierno que repudia este tipo de actitudes y de decisiones”, comentó Ovares.El dirigente comentó que no fueron recibidos por la presidenta Laura Chinchilla, sino por el viceministro de la Presidencia, Francisco Marín, a quien entregaron una nota solicitando a la mandataria un espacio de diálogo sobre este ajuste salarial.“Mañana tenemos una reunión en la ANDE con la Comisión Nacional de Salarios del Sector Público, para hacer una valoración de la huelga y esperamos que a esa hora la Presidenta nos haya dado respuesta al menos en el tema de hablar de la nota que le entregamos”, indicó Ovares.Tras la protesta, la presidenta Chinchilla dijo a varios medios de comunicación que un aumento mayor al fijado, no sería posible por la situación actual de las finanzas públicas, y obligaría al Gobierno a un mayor endeudamiento.“Hemos sido claros; si esa es la posición de ella, vamos a doblar las acciones. Si quiere que nos echemos el pulso, pues no lo vamos a echar”, reaccionó Ovares.Esta manifestación se une a la que protagonizaron desde este martes un grupo de campesinos provenientes de la zona fronteriza con Nicaragua (Barra del Colorado e isla Calero), quienes tomaron el edificio de la Contraloría General de la República. Los campesinos piden al Gobierno que se detengan las expropiaciones en las tierras que hoy ocupan, y que pasarían a convertirse en zonas protegidas, como consecuencia del conflicto que mantiene el país con Nicaragua.También para este fin de semana se anuncian protestas en la zona de Santa Ana, donde los residentes de esas comunidades se manifestarán una vez más contra el cobro del peaje para ingresar a Ciudad Colón.
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