La dirigencia del Frente Amplio, lejos de sacar las lecciones a partir del nefasto apoyo del PAC al plan fiscal y las continuas intrigas y juegos oportunistas de los otros partidos parlamentarios de “oposición”, ha saludado y promovido la consolidación de la llamada “Alianza por Costa Rica”, con miras a una coalición electoral en el 2014.
No obstante, ante la reciente gestión del diputado socialcristiano Walter Céspedes, previendo que el rejuntado de fuerzas políticas tan disímiles es difícil de digerir para sus propias bases, el diputado José María Villalta del FA,  ha declarado en el diario digital El País: “Una coalición solo tiene sentido si es progresista y antineoliberal” (http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/1/62211).
Y más adelante al cuestionarle al diputado  Villalta la participación del Movimiento Libertario según sus parámetros, manifestó que “en efecto las políticas que han venido proponiendo los libertarios son totalmente incompatibles con la propuesta de coalición progresista y antineoliberal que menciono”. “Lo que pasa es que dentro del Movimiento Libertario también hay gente valiosa, sobre todo en las bases locales, gente que no necesariamente comulga con estas políticas, que no tienen una formación ideológica clara, que están en el Libertario pero que no comulga con las políticas del Libertario, y también en la Asamblea Legislativa tenemos diputados libertarios muy poco libertarios en ideología; yo lo que quiero es no cerrarle la puerta a priori a nadie, porque la coalición tiene que plantearse como algo que va a sumar”, agregó el diputado.
Por último, “consultado sobre la posición de Ottón Solís de no participar en ninguna alianza que incluya a los dirigentes Otto Guevara y Rafael Ángel Calderón, Villalta manifestó que “en ese tema coincido con Ottón Solís, difiero de sus planteamientos en muchas cosas pero en ese tema coincido, yo tampoco me veo en una coalición con esas figuras ya quemadas, y que están tan cuestionadas en el plano ético, y que además, le han hecho tanto daño al país”(Diario digital El País, op. cit.).
En primer término, vale destacar que la izquierda revolucionaria no debe limitar su horizonte estratégico a una postura meramente antineoliberal; el capitalismo ha cambiado y puede cambiar de modelos, pero la izquierda revolucionara es y debe ser consecuentemente anticapitalista, no solo opuesta al modelo neoliberal. El rótulo “antineoliberal” le sirve a la dirigencia del FA para promover y fraguar sus alianzas con sectores burgueses “progres”, que chocan con este o aquel aspecto del modelo neoliberal, pero que siempre serán enemigos jurados de las y los trabajadores cuando de defender sus intereses de clase se trate, es decir, la explotación del sistema capitalista.
Pero suponiendo que desde la Alianza por Costa Rica se pueda hacer un frente “antineoliberal”, además de lo contradictorio que es concebirlo incluyendo al derechista  ML, si observamos sus otros  componentes  nos preguntamos: ¿en realidad es antineoliberal el PUSC o el PASE, que saltan de una posición a otra según les convenga?.  Más aún: ¿es ética y políticamente válido para la izquierda aliarse con el PASE, con sus posturas abiertamente homofóbicas de rechazo a la unión civil de parejas del mismo sexo? ¿O es acaso que el FA no considera una cuestión de principios la lucha contra la opresión patriarcal y la odiosa discriminación contra lesbianas y gays?
Finalmente son reveladoras las palabras con que Villalta concluye su entrevista publicada en El País, haciéndole un guiño evidente al PAC. Pues resulta que si considera que con los libertarios es cuando menos difícil la coalición y  coincide con Solís en vetar a Calderón Fournier en el PUSC, ¿quiénes quedan entonces para integrar la coalición “progre” que impulsa Villalta? Al buen entendedor pocas palabras.