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Ya lo hemos escrito con anterioridad, Nicaragua es un territorio maravilloso y riquísimo, en todo el amplio sentido de la palabra. Todo lo tienen a su favor.
El día miércoles 11 de enero del 2012, Daniel Ortega y su nepotismo entronizado tomaron posesión oficial de su tercer mandato como presidente de ese país, rodeado de sus parientes, amigos, empresarios y extranjeros afines. ¡Ave Ortega y su Vía Piapia! Amo y señor, en Nicaragua domina absolutamente todo. Nosotros los costarricenses y Costa Rica, somos otra cosa.
Sin embargo, la agenda de ese gobernante y ese país incluye un capítulo de agresiones constantes contra todo lo que sea de Costa Rica, como el impuesto que impusieron en diciembre del 2011 especial y carísimo, a todo transporte de pasajeros que ingresara procedente de nuestro país. La mayoría de los usuarios son nicaragüenses que viven en Costa Rica y llevan dinero a sus familias en su tierra natal. Negocio redondo. Nos exportan sus pobres, ajenos a la ideología sandinista, porque además no les pueden dar trabajo ni asistencia social, pero éstos se vienen a trabajar a nuestro país y les llevan bienestar a sus familias allá, también pobres. ¿Qué invierte el gobierno nica en ellos? Nada. Pásense a Costa Rica y descárguennos la presión social y económica, vuelvan cada vez que traigan dinero en efectivo. Pero quédense allá, haremos nuestro socialismo con ayuda de los tiquillos.
El ejército profesional de Nicaragua siempre tiene en lengua de sus voceros oficiales un discurso agresivo, invasor, en nuestra contra. Y de lógica sencilla, un fusil, un gatillo y una bala contra nuestra bandera. ¿Por qué? Las dictaduras primero se legitiman con una estrategia de información-desinformación interna, y eso lo consumen muy bien los nicas de Nicaragua, atentos a la orden de lanzarse como perros salvajes, bárbaros y civilizados sedientos de guerra. Por eso el exguerrillero Ortega, ungido por tercera vez, fraudulentamente, sabe que nadie hará nada en su contra, ni dentro ni fuera de su país. Así mismo, la juventud fascista-sandinista de Ortega y Nicaragua siempre están agrediendo Costa Rica; los ejemplos de estos hechos son a toda luz públicos. Ahora es Costa Rica el agresor por construir una carretera norte-fronteriza para el desarrollo y progreso integral de los pueblos de nuestro país, donde los nicas y militares pasaban para un lado y otro como vulgares forajidos. Secuestrar a un costarricense, en tierra costarricense, en aguas marítimas costarricenses, como también sucedió en noviembre del año 2011, es común. Multas, decomiso de sus botes, dinero y otras pertenencias. ¿Y nosotros cómo defendemos a nuestros compatriotas de ese enemigo?
Los costarricenses debemos entender de una vez por todas que en el norte, tenemos de vecinos a un gobierno y a un pueblo decididamente anticostarricense; si nos descuidamos un pelito, seremos su puta María soldadesca.
Estamos solos, dependemos solo de nosotros. Por eso tenemos que invertir recursos suficientes y adecuados, sin miedo, frente a esa frontera de abusos históricos y a esos nuevos soldados y civiles de fortuna que viven a expensas de nuestra supuesta debilidad democrática y nuestra tontería de reclamarles. Se impone el freno a los nicas abusivos en nuestro territorio, muro a los que nos ven como su cama para cometer iniquidades, como el nica que en diciembre asesinó en Costa Rica a su concubina, también nica, se pasó al otro lado de la frontera, se llevó y dejó los dos hijos que tenían en común con familiares, llamó por teléfono a Costa Rica para relatar su asesinato con la mayor tranquilidad y sangre fría, y se entregó a las autoridades nicas, sabiendo que de inmediato lo dejarían libre y viviría sin culpa ni penalización por el resto de su vida. Las autoridades nicas de inmediato ofrecieron su comunicado sentenciando que no extraditan a un nica; nosotros agregamos, y menos a Costa Rica. ¡Jódanse!
¿Y nosotros? Aumentando las estadísticas de violencia doméstica merced a estos asesinos. Pareciera que ciertos nicas tienen un rótulo en la frente que dice “por aquí pasa el río nica de la muerte ensangrentando todo rasgo de vida tico”.
Nuestra soberanía debe ser absoluta y defendida por todos los medios; eso solo se logra con acciones firmes, de derecho y de fuerza para beneficio de nuestra seguridad nacional, por la que todos los costarricenses pagamos y queremos ver efectiva, salvaguardándonos integralmente de esa horda internacional, con alguno que otro socio nacional.
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