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Los estudiantes y funcionarios de la Universidad de Costa Rica (UCR) que utilizaban regularmente la ruta de buses Escazú-Santa Ana llevan más de siete meses sin contar con el servicio, situación que ha afectado a más de 600 usuarios.
El problema se inició por la decisión de la empresa ETRANSA S.A. ‒que contaba con el permiso de uso de la ruta desde el 2010‒ de suspender el servicio y vender las unidades, pues le generaba pérdidas.
Johnny Badilla, director de la Oficina de Servicios Generales de la UCR, manifestó que, previo al cese del servicio, el permisionario solicitó un aumento superior al costo que tendría para los usuarios utilizar los buses de rutas nacionales; por eso, les fue rechazado.
“Nosotros inmediatamente le dijimos a la Federación (de Estudiantes de la UCR, FEUCR) que consiguiera un nuevo permisionario”, recordó Badilla.
“La Federación se movió y logramos arrancar el 2012 con un nuevo permiso, que ya se tramitó y está ante el Consejo de Transporte Público (CTP), a través de la empresa Transportes MUSA”.
No obstante, el CTP ha retrasado varias veces el otorgamiento del permiso, a pesar de la insistencia de la FEUCR y del nuevo permisionario. Aunque los permisos se tramitaron desde el mes de noviembre, los estudiantes no contaron con el servicio en todo el verano.
Incluso, el CTP ya ha retrasado dos veces la respuesta oficial que se le iba a dar a Transportes MUSA, la cual se esperaba sucediera el jueves 9 de febrero.
El 16 de febrero se contactó a José Esteban Chinchilla, dueño de la empresa Transportes MUSA, quién afirmó que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes le solicitó ese día, por segunda vez, una prórroga para darle una respuesta sobre la situación del permiso de uso de la ruta.
PREOCUPACIÓN DE ESTUDIANTES
Esta situación preocupa principalmente a aquellos estudiantes que deben trasladarse a sus casas de noche. Elizabeth Cantillo, una de estas usuarias, comenta que de no prestarse el servicio de bus universitario, los estudiantes se verían obligados a caminar desde las paradas de San Pedro en San José hasta la terminal de autobuses La Coca-Cola, en Avenida 3.
“El problema es a la hora de regreso, especialmente para los que salimos a las 9: 10 de la noche. A esa hora, si nos íbamos en el bus de Pavas, nos dejaba cerca de La Coca Cola, pero teníamos que caminar por un lugar muy feo”, comentó Cantillo al sumarse a la preocupación que otros usuarios han manifestado por su seguridad.
María Fernanda Pacheco, otra estudiante, escribió en el perfil de Facebook de la Federación de Estudiantes su temor de verse obligada a utilizar el bus público de Santa Ana, luego de que la semana anterior se diera un asalto y un tiroteo en una de esas unidades.
Por estas mismas razones de inseguridad, muchos estudiantes optan por pagar aproximadamente ¢1000 de taxi cuando viajan de noche, para no tener que transitar a pie desde las paradas de San Pedro hasta la terminal de La Coca Cola.
Una de las razones que dio el CTP para retardar la entrega del permiso fue una decisión de la junta directiva de esta entidad de no otorgar nuevos permisos para rutas universitarias.
En la audiencia que sostuvieron el 7 de febrero representantes de la FEUCR con un asesor del viceministro de Transportes, Rodrigo Rivera, se les dijo que algunos empresarios autobuseros habían presentado quejas por “supuestas intervenciones en las rutas regulares”, como expresa uno de los comunicados de la FEUCR.
COMPROMISO DE SOLUCIÓN
Para Johnny Badilla, el atraso en la resolución del permiso por parte del CTP tiene que ver con un problema de capacidad de respuesta.
“El CTP todavía no ha dado los permisos porque tiene un cuello de botella de todos los permisos de arranque de escuelas y colegios de transporte especial”.
Según Ricardo Arias, coordinador de la Comisión de Transportes de la FEUCR, la ruta Santa Ana-Escazú ha sido muy problemática desde el 2008, por ser muy extensa y abarcar una zona muy amplia. El incumplimiento de horarios, paradas y rutas, así como el mal estado de las unidades son parte de las quejas que los estudiantes habían externado sobre los servicios anteriores.
Sin embargo, tanto Badilla como Arias aseguraron que la empresa MUSA se ha comprometido a cumplir con los parámetros establecidos para prestar el servicio. A su vez, ambos se comprometieron para que los estudiantes de Santa Ana y Escazú arranquen el curso lectivo con el servicio de buses activado.
Mientras tanto, Arias expuso que “a lo largo de lo que yo tengo de estar en la universidad, como cuatro años, esa ruta ha tenido seis cambios de permisionario. Es una situación preocupante; no puede ser que todos los años haya que estar cambiando de empresa, porque entonces todos los años estaríamos teniendo ese problema de que no hay buses”.
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