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La directora de la Escuela de Tecnologías de la Salud de la UCR, Xinia Alvarado, puso la voz de alerta sobre una de las razones por las cuales hay una presa de 200 mil citologías en manos del Centro Nacional de Citología de la CCSS, al denunciar que el director de ese centro, Rodrigo Álvarez, nunca apoyó la formación de los 17 citotecnólogos, que hubieran ayudado a bajar la presa 200 mil citologías.
La Unión Nacional de Empleados de la Caja (UNDECA) denunció el pasado 8 de marzo en la celebración del Día Internacional de la Mujer que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) tenía acumuladas 200 mil citologías que están sin ser analizadas en el Centro Nacional de Citología.
Las declaraciones de Alvarado encienden las alarmas sobre lo que ha estado sucediendo al interno de ese centro, pues contó que desde el 2008 la Universidad de Costa Rica (UCR) comenzó a formar 17 citotecnólogos para atender las necesidades de la Caja, sin embargo, ellos carecieron de las facilidades para realizar sus labores por parte de la dirección del lugar.
Relató que hubo un atraso de seis meses en la graduación de estos especialistas, pues el director del laboratorio no aceptó que ellos pudieran hacer, ni la primera ni la última práctica profesional.
Aunado a esto, la UNDECA señaló que podría existir, un supuesto conflicto de intereses, entre lo público y lo privado, por lo que la respuesta a la problemática ha sido aletargada.
“Hemos solicitado a las jefaturas de este Centro que se investigue al director y otros patólogos, por un aparente conflicto de intereses que se pudiera estar dando, entre las citologías que se realizan dentro de la Caja y en sus empresas. Además tenemos información, de que aparentemente quieren abrir una escuela de formación de citotecnólogos con una universidad privada”, detalló a UNIVERSIDAD Luis Chavarría, secretario general de UNDECA.
UNIVERSIDAD trató de conversar con el director del Centro Nacional de Citologías, quien pidió se le llamara a las cinco de la tarde de este lunes; sin embargo, luego de insistentes llamadas a su celular no se obtuvo una respuesta.
No obstante, el pasado martes 20 de marzo logramos contactarlo y nos indicó que no se refiriría al tema y que pidiéramos las respuestas a la Oficina de Prensa de la Caja, por ser un tema sobre el que se había “dicho todo”.
PROCESO ENGORROSO
Respecto de la formación de los estudiantes en citotecnología, la directora de la Escuela de Tecnologías explicó que el proceso de formación lleva dos años y medio, sin embargo, enfrentaron problemas desde el inicio.
“A pesar de que existe una carta de entendimiento y una solicitud expresa de la Caja para abrir la formación de estos especialistas, el director del Centro, siempre estuvo en desacuerdo, nunca nos apoyó. Los jóvenes tenían que hacer cuatro prácticas, con tutores médicos en el laboratorio y él se negó”, manifestó Alvarado.
La directora académica hizo énfasis en que para la primera práctica clínica el Centro nos los quiso aceptar, por lo que tuvieron que formarlos en el aula de patología del CENDEISS, luego contrataron a la Dra. Claudia Quesada, pensionada y de gran trayectoria, quien logró que los estudiantes realizarán su siguiente práctica en el laboratorio, pero sin tutor médico, por lo que los citotecnólogos que laboran en él, tuvieron que apoyar el proceso.
Así las cosas, los estudiantes, que debían terminar su formación en junio de 2011, no pudieron hacer la última práctica, es decir perdieron un semestre y ante el silencio administrativo del director del Centro, concretamos el apoyo con los laboratorios de los hospitales, San Juan de Dios, Calderón Guardia, Cartago y Puntarenas, de manera que los nuevos técnicos fueron graduados el 10 de febrero del 2012.
“Estamos hablando que se pudieron graduar desde hace más de medio año, pero no fue así. Lo que el director del laboratorio quería era que formáramos diplomados y no técnicos, es decir, que los educáramos en solo seis meses”, manifestó.
Adicionalmente, indicó Alvarado, el director del Centro de Citologías estaba en contra de la formación de los técnicos, aduciendo que estaban siendo mal preparados; sin embargo, la directora de la Escuela, defendió el plan de estudio que fue hecho por especialistas en la materia.
“Tuvimos reuniones con la Dra. Rosa Climent, gerente médica de entonces, y con el Dr. Álvaro Salas, jefatura del director del laboratorio; sin embargo, nadie logró que la dirección del Centro aceptara a los estudiantes”, comentó.
DENUNCIAS DE PESO
Luis Chavarría de UNDECA explicó que la denuncia emitida por el sindicato sigue vigente, pues aunque la Caja anunció que solucionará el problema, piensa que están poniendo un parche a la situación, pues el Centro Nacional de Citologías se creó con el fin de disminuir la presa de citologías y más bien creció.
“Los exámenes de Papanicoláu (citologías) en lo privado rondan los ¢50 mil y los ¢90 mil, según nos han denunciado, dinero que la mayoría de las mujeres costarricenses no pueden pagar, por lo que tienen que esperar hasta un año o más, para que la Caja le diga si puede padecer o no cáncer de cérvix”, cuestionó Chavarría.
Por su parte, recientemente, el Dr. Álvaro Salas, jefatura directa del Centro Nacional de Citologías y el gerente médico de la CCSS, Zeirith Rojas, declararon en medios de comunicación que la situación se iba a resolver, pues van a contratar a los nuevos 17 citotecnólogos, recién graduados.
Adicionalmente, Salas indicó que las citologías no sumaban 200 mil, sino que podrían rondar los 135 mil exámenes, y que él había visitado el Centro para confirmarlo.
A pesar de que autoridades de la Caja dieron estas declaraciones, pidiendo al personal del Centro Nacional de Citologías, sensibilidad y ver una citología más por hora, para sacar la presa de exámenes pendientes, los trabajadores aseguran que esto es una ofensa.
“Los citotecnológos manejamos un volumen diario de citologías, definido por parámetros internacionales, de manera que no afecte nuestra capacidad física y mental y que no vaya en detrimento del diagnóstico de la prueba. En los últimos años, en el Centro venimos trabajando a nuestra máxima capacidad”, comentó Gabriela Barrantes, funcionaria del Centro de Citologías.
La citotecnóloga denunció que se ha venido dando una serie de situaciones hasta el punto de crisis, y aseguró que no es posible calcular el total de citologías que están pendientes, pues hay muchísimas que están empacadas y que ellos han solicitado la ayuda de las autoridades durante mucho tiempo.
Barrantes explicó que al Centro llegan unas 4.000 citologías diarias, y el laboratorio tiene la capacidad de diagnosticar 1.200, con los profesionales que tienen actualmente, mientras que la Caja les pidió ponerse la mano en el corazón y ver una citología más por hora.
“Él apela a nuestra sensibilidad, por supuesto que somos sensibles, el asunto es que correr en el análisis de las pruebas, pone en juego la calidad del diagnóstico, no tenemos que perder de vista que es tan importante que sea oportuno como confiable”, indicó la experta.
Esta posición fue respaldada por Roberto Sánchez, presidente de la Asociación de Citotecnólogos y funcionario del Centro de Citología, quien señaló que es mentira que el Dr. Salas fuera al laboratorio para ver la cantidad de pruebas que hay pendientes y que no es cuestión de ponerse la mano en el corazón.
“Los trabajadores del Centro tenemos tiempo de trabajar de 6 de la mañana a las 4 de la tarde y luego seguimos con la otra jornada de 4 a 7 de la noche, todos los días. El gremio está cansado”, dijo Sánchez.
Un tema que fue cuestionado en los medios de comunicación, por parte del director del Centro, fueron las vacaciones profilácticas, de las que gozan los funcionarios del laboratorio; no obstante, Sánchez explicó el personal está expuesto no solo a cansancio, sino a sustancias peligrosas para la salud, como el Xilol, un alcohol muy potente y altamente cancerígeno si no es bien utilizado, y afirmó que ver 40 citologías por día es realmente cansado, por eso requieren las vacaciones.
“Con respecto al apoyo para la formación de los nuevos citotecnólogos, muchos funcionarios trabajamos ad honórem, pero dentro de la Caja hay fuerzas que ponen presión para que no se gradúen estos técnicos, querían que los nuevos profesionales se formaran en solo seis meses. Por favor, estamos hablando de algo tan delicado como determinar si alguien tiene cáncer de cérvix o no, es necesario tener una buena formación”, denunció el experto.
Sánchez dijo que durante algún tiempo apoyó a la carrera de citotecnólogos de la Escuela de Tecnologías de la UCR; sin embargo, recibió presiones y amenazas de varios médicos para que dejara de formar a los estudiantes, hasta que renunció. Eso sí hizo énfasis en que muchos otros médicos ayudaron en el proceso.
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