Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Como Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Costa Rica, veo con satisfacción que el país se enrumba hacia una Costa Rica libre del humo de tabaco.
En días previos los diputados por una votación de mayoría, reconocen que esta lucha respaldada por estudiantes, profesores y miembros del Consejo Universitario de la UCR, busca cumplir lo dispuesto en nuestra constitución: proteger la vida y la salud de la población. Por lo tanto, gracias por no fumar en Costa Rica.
Es gratificante ver cómo estudiantes y personal docente de la UCR, se ha vinculado con esta lucha que hoy ya vislumbra sus frutos. Felicitamos al profesor Dr. Roberto Castro, quien funge como Coordinador de RENATA, también reconocemos la labor del Dr. David Sancho, quien se incorporó a esta lucha desde estudiante y ya hoy graduado celebra los logros alcanzados y aplaudimos a los estudiantes, quienes organizados por la Asociación de Estudiantes de Medicina (ASEEM) respaldan y dan empuje a esta noble causa. Así como a todas las personas que de una u otra manera han colaborado en esta ley.
En Costa Rica esta lucha no ha sido fácil; desde hace más de 8 años se han enfilado esfuerzos dirigidos por el Ministerio de Salud y organizaciones como la Red Nacional Antitabaco (RENATA), buscando la manera de ofrecer a los costarricenses un ambiente saludable y limpio donde desarrollar sus actividades.
Ya para el siglo XVI, países europeos describían el tabaco como producto dañino a la salud y de riesgo para el ambiente y desarrollaban directrices para regular su consumo. Este fue el primer paso de una lucha titánica que se ha priorizado en los últimos años en nuestro país.
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), y otras organizaciones internacionales, visualizan un mundo libre de productos de tabaco, no con el afán de perjudicar a la tan lucrativa industria tabacalera; sino con el objetivo de proteger la salud de la población y prevenir que niños y jóvenes sufran las consecuencias de ese nocivo producto.
Este documento no posee notas.