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Si la cuaresma es una representación simbólica de renovación y purificación, el sincretismo religioso del mejor limpiabotas de todo el país es inobjetable (su sede está frente al correo, a un costado del Club Unión).
El escoge, de la nuca del caballo, el mejor pelo para fabricar sus propios cepillos y no esos que rayan el cuero. No utiliza cualquier trapo, ¡no señor!, él se confiesa un profesional del calzado, busca el paño que represente la pulpa del algodón…
Para Carlos, Carlitos para otros, la teoría de origen divino no existe y es falso que Cristo haya muerto a los 33 años. Lo dice con criterio científico: “somos creación genética de los Anonakis”, es decir, el Supremo de los Supremos los inventó. Eso era cuando los siete planetas estaban alineados y en el centro estaba el planeta aplanado, tipo nilizoide”. Frena su relato cuando un iluminado vocifera: “hay que aceptar a Cristo, de lo contrario arderán en las llamas eternas del infierno”. Carlos opina que esos majes predican una religión de negocios, vea usted, va a Israel y como esos mozotes por todo cobran: “cinco dólares por ver la tumba de Jesús”, “dos dólares por recorrer el muro de los lamentos”, “cinco dólares por vasito de agua del río Jordán”.
Mientras, interrogo a Carlos de dónde saca esa información, baja la voz y me dice: “Secreto de Estado”. El está convencido que los gringos tienen tres tipos de extraterrestres y asegura que uno está vivo; lo que pasa es que los gringos se los robaron a los alemanes, Hitler que era un cabrón, los dejó ir y claro, los gringos, ni majes que fueran, los reclutó. Está convencido que el inventor del celular es uno de los Anonakis, de sangre azul; los reyes egipcios, los españoles, son unos puretes de sangre roja.
Un gringo, al que limpia las botas, se muestra interesado por la conversación. Le preguntamos en qué parte de Costa Rica vive. El dice que en Mal País, pero se queja de la contaminación, de los precios como en California, ya no vale la pena vivir ahí; hay mucho extranjero que hace negocios, compran tierras y contaminan el ambiente porque no hay drenajes ni tratamientos de agua negras. Y lamenta que las municipalidades no actúen. En todo caso el panorama lo tiene claro: los banqueros han venido saqueando al Estado y los que pagan son la mayoría y eso se ve en Estados Unidos y Europa. Toma aire, y dice que el domingo tendrá un tope en Alajuela, quiere ir con las botas limpias y termina dando una propina.
Le digo a Carlos que cómo está el asunto del Arca de Noé. “La vara es así, bajaron dos ángeles y le dijeron al roco ese: ¡Vaya jalando porque el hombre dice que esta vara ya no sirve. ¿Y usted cree que un barco de aquí del correo hasta Tibás iba aguantar ese montón de animales? Sabe qué, y en tono confidencial, otra vez los Anonakis –¡esos majes sí eran arrechos¡-, le dieron el ADN, y claro cuando bajó la lluvia, los reprogramaron en los laboratorios y listo”.
Vea jefe, aquí donde me ve, yo he saludado a Lula –colega mío-, Cantinflas… Y un día de estos me fui a un almacén para preguntar por el precio de un televisor y, bueno, nada que me daban pelota, y pasó otro dependiente y nada, yo llevaba mi plata para comprarlo, hasta que salió el administrador, un chavalo que yo le limpio los cachos, y me dice, Carlitos, ya me lo atendieron, nada jefe, estos majes no me dan pelota. Entonces, llamó a una muchacha y le dijo: “atiéndame bien a este señor que es mi amigo” y hasta cafecito me dieron, yo compré el televisor al contado, y después les dio una “barbiada” porque todos somos clientes. Es más, usted viera que un día de estos saludé a Juan Carlos Mendoza, el Presidente del Congreso, usted viera que ese es un chavalazo, muy humilde, me saludó, iba entrando al Club Unión, yo le dije que estaba a sus órdenes, pero, eso sí, yo tengo un horario de oficina: de 8 a.m. a 4 p.m., es más, ya voy jalando. Dicen estos majes, los predicadores del correo, que Cristo murió a los 33 años, eso es falso: murió en Cachimira, la India, a la edad de 173 años.
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