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Sergio Román Armendáriz: ‘Los locos de Valencia’ de Lope de Vega… más ¡uno de Florencia!

‘Casiolvidos’ en su intento de recuperar algunos aportes que, al lenguaje escénico, Costa Rica ha venido cultivando durante el lapso 1993-2012, presenta su remembranza del texto clásico ‘Los locos de Valencia’ (1590) de Lope de Vega, montaje que fue sometido a un esbelto tratamiento postmoderno bajo la batuta de Andrés Montero a partir de la versión mexicana de Antonio Zúñiga y, sobre todo, de la escenografía y el vestuario diseñados por el maestro Gabrio Zappelli Cerri (2010).

‘Casiolvidos’ en su intento de recuperar algunos aportes que, al lenguaje escénico, Costa Rica ha venido cultivando durante el lapso 1993-2012, presenta su remembranza del texto clásico ‘Los locos de Valencia’ (1590) de Lope de Vega, montaje que fue sometido a un esbelto tratamiento postmoderno bajo la batuta de Andrés Montero a partir de la versión mexicana de Antonio Zúñiga y, sobre todo, de la escenografía y el vestuario diseñados por el maestro Gabrio Zappelli Cerri (2010).
 
UBICACIÓN
 
Curioso antecedente, tres siglos y medio antes que el ‘Marat-Sade’ del binomio Peter (Weiss-Brook,1966), ya Lope de Vega domicilió
a un grupo supuesto o real de orates y desvanecidas en un lugar dispuesto para disfrutar y padecer los sacros y profanos equívocos de todo amor, cuya paradoja desquiciante encuentra el milagro de la seguridad, no en el espacio exterior plagado de peligros para los corazones apasionados, sino en la intimidad del manicomio.
 
Ejecutaron esta ceremonia, ‘Generaciones’ de egresados del Taller Nacional de Teatro (TNT) que han conformado dos grupos experimentales: ‘Guiñol’ (‘Fin de partida’, 2009) y ‘La tijera’ (‘Vicente’, 2009) unidos en una propuesta escénica para el proyecto ‘Escalante teatral’ que, auspiciado por el Centro Cultural de España,
se exhibió en el escenario ‘Oscar Fessler’, allí, por el rumbo de El Farolito donde se ubican el Centro y el Taller mencionados, y el Museo Calderón Guardia que aloja el Moderno Teatro de Muñecos, constituyendo estas cuatro entidades un polo de atracción artística digno de ser incorporado al circuito turístico de la ciudad capital.
 
Rito sostenido por el encanto de la juventud de intérpretes y figurantes, su aporte al lenguaje, en esta ‘puesta’, fructifica en la multidimensionalidad que le prodiga  la escenografía y el vestuario imaginados por Gabrio quien, por medio de los trajes y la tramoya (doble artilugio de ingenioso engaño que ‘con sano juicio’ transparenta el equívoco burlesco de la trama), logra convertir en metáfora sinestésica, la parábola que cuenta la obra.

Y esa conversión se produce por el oficio simultáneo de cubrir y, a la vez, descubrir diversas partes del cuerpo de actrices y actores gracias a un entretejido híbrido de ropa y piel, en ese centro que une y divorcia la provocación y la severidad.
Contribuye, también, a este afán, el dispositivo de plano inclinado con tres o cuatro trampas que se abren o se cierran solitarias o simultáneas en el piso del escenario el cual abandona, así, su función convencional para servir la estética de la representación adjetivando el contraste temático entre la razón rígida versus la flexibilidad de su evanescencia, de tal manera que todo se percibe al trasluz justificado de un semivestirse o un semidesnudarse al compás de la dinámica de las trampas del piso.
Golosa farsa afinada por un fondo de comedia de enredos y final feliz (por el tono chispeante con el que se precipitan y enhebran los sucesos y su progresión dramática), de acuerdo con la nomenclatura estructural de los géneros, acuñada por H.D.F. Kitto (La tragedia griega), y desarrollada por Erick Bentley (La vida del drama) y Luisa Josefina Hernández (Cursos de Composición Dramática en la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM).
Me seduce apreciar que esta propuesta corresponde a la estirpe estilística de Víctor García (1934-1982), en especial, la que el director argentino aplicó en «Yerma» de Lorca y en “Las criadas” de Genet, ambas dedicadas a Nuria Espert.  Y corresponde a la estirpe ideológica de Erasmo (Elogio de la locura) o de Cervantes (la transfiguración que don Quijote hace de la realidad vecina, uno de los alardes de su modernidad, según apunta Kundera en su ‘Arte de la novela’).

En fin, gozosa experiencia.
FICHA TÉCNICA:
“LOS LOCOS DE VALENCIA”
Autor: LOPE DE VEGA / Versión de Antonio Zúñiga, dramaturgo mexicano
Dirección: Andrés MonteroAsistencia: Kimberly Picado*, Melissa Messeguer*
Producción: Tobías Ovares, Andy GamboaDiseño de Luces: Andrés Montero, Alejandro Rivera y Estíbaliz SolísDiseño de vestuario y escenografía: Gabrio Zappelli CerriMusicalización: Rafa Vargas y Marco NaranjoAuspician: Centro Cultural de España y Taller Nacional de TeatroColaboración: Tienda Inmaculada, Compañía Nacional de Fuerza y Luz, y Castillo Arts
ELENCO:
** Sharon Cavallini (Loca y Caballero) * Marilyn Córdoba (Sor Consuelo)* Roy Corrales (Loco, Leonato y Liberto)* Heiner Fernández (Loco, Martin y Verino)** Andy Gamboa (Loco y Floriano)** Priscilla Gutiérrez (Loca y Laida)** Marcela Jarquín (Loca y Erífila)* Tobías Ovares (Loco, Tomás y Gerardo)* Alejandro Rivera (Loco y Valerio) ** Estíbaliz Solís (Loca y Fedra)

* Miembro del grupo ‘Guiñol’
** Miembro del grupo ‘La tijera’
Ensayo general: Jueves 15 IV 2010 / Estreno: Viernes 16 IV 2010, 8 p.m. / San José, C.R. / www.sergioroman.com / Bitácora 101, 2010

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