Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
La Universidad de Costa Rica, institución benemérita de la patria, símbolo de nuestra creencia en una sociedad democrática, justa y educada, ha concluido, una vez más, la elección de un nuevo Rector.
La comunidad universitaria ha ido a las urnas de votación y ha cumplido su deber con la esperanza puesta en los ideales más altos de la Academia universitaria. Todos y todas esperamos cambios para mejorar nuestra Universidad y que siga siendo una luz de esperanza para la sociedad costarricense.
El nuevo Rector, Dr. Henning Jensen Pennington, asumirá grandes retos en su administración y la claridad de sus propuestas nos permite esperar una rectoría transparente y comprometida con los principios de justicia social y excelencia académica, que fundamentaron la creación de la Universidad de Costa Rica.
Queremos una Universidad donde no se repitan nunca más los lamentables casos de acoso laboral y despidos que ocurrieron en la pasada administración. Una Universidad donde nunca más la policía invada el campus mancillando la autonomía. Una Universidad donde exista realmente una democracia participativa y se considere a la comunidad universitaria para el diálogo en decisiones trascendentales para nuestra institución: como la negociación del FEES. Donde prime el respeto y aprecio a los estudiantes y sus críticas, propias de su idealismo y de la búsqueda de un mundo mejor.
Una Universidad que rinda culto a la inteligencia y a la ética del trabajo bien hecho. Del cumplimiento cabal y honrado de los reglamentos. Una Universidad donde autoridades, profesores, estudiantes y administrativos cumplan su trabajo con honradez y alegría, donde cada presupuesto otorgado en docencia, investigación y acción social sea una inversión en pro de los estudiantes y la sociedad. Es decir, una Universidad, donde no se desperdicien los recursos institucionales, donde cada plaza y nombramiento sea por mérito y no por amiguismo.
Para que una Universidad pueda alumbrar los destinos de un país, necesita echar mano de las mentes más ilustres y los académicos (as) más brillantes. Afortunadamente, hay suficientes en todas las áreas de nuestra Universidad.
Poner los puntos sobre la íes significa hacer un trabajo con minuciosidad, realizar una tarea con extremo cuidado. Por la trayectoria del Dr. Jensen, esperamos que él sepa poner, con la diplomacia e inteligencia que lo caracteriza, los puntos sobre la íes, al dirigir el rumbo de nuestra Universidad en los próximos cuatro años.
Este documento no posee notas.