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Yamileth González afirma que la aprobación de un plan fiscal no es un condicionante del FEES que firmó.
Luego de estar por dos períodos consecutivos al mando de la Universidad de Costa Ruca (UCR), la rectora Yamileth González hizo para UNIVERSIDAD un repaso de su último año de gestión.
A pocos días de dejar la silla de la Rectoría el próximo 18 de mayo —para dar paso a Henning Jensen, González—, se refirió a temas controvertidos e importantes de su administración.
Aseguró irse feliz y satisfecha: “hubo días de sombras muy complejos, pero también hubo días de brisas suaves y luces”. A continuación, se ofrece un resumen de sus respuestas.
Se le criticó mucho por la pasada negociación del Fondo Especial para la Enseñanza Superior (FEES). ¿Este acuerdo está condicionando a la aprobación del plan fiscal?
—No hay ningún condicionamiento con el plan fiscal; en vista de poder alcanzar de manera razonable la meta de dar el 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB) al FESS, se requerirá mayor capacidad fiscal del Gobierno. Es el Gobierno el que se compromete, no las universidades. Es el Estado el que se compromete al mejoramiento de al carga tributaria. No está condicionado.
¿Y si el Gobierno dice que no podrá cumplir lo acordado del 1.5% del PIB más el 8% del crecimiento real, ahora que no se aprobó el Plan Fiscal?
—Probablemente, diga algo parecido, pero nosotros también tenemos a gente trabajando y a nuestros economistas revisando la información. Desde que era presidente don Óscar Arias, se dice que ha mejorado la carga tributaria. De igual manera, aquí no está condicionado a ningún plan fiscal.
En la negociación del préstamo con el Banco Mundial (BM), ¿hay condicionantes que dañen la autonomía de parte de esta entidad o del Estado?
—Me gustaría que me dijeran algún punto en el que se condiciona la autonomía universitaria, porque no hay alguno. Hemos tomado proyectos de impacto que tenemos desde hace años en la Oficina de Planificación; hemos estado planteando proyectos que queremos desarrollar desde las universidades. No hemos recibido ninguna propuesta ni del BM ni del Estado, para que se desarrollen determinados proyectos. Todos son iniciativa de la UCR. No los sacamos de la manga, siempre han estado ahí. Aunque, claro, no hay negación que no establezca indicadores y metas.
¿Y cuáles son estos indicadores que se exigen?
—Surgen del seno de la Oficina de Planificación; por ejemplo, que todas las carreras nuevas tienen que estar acreditadas; si hay investigación, estas tienen que publicarse en revistas que estén indexadas; y que se vele que no haya deserción. No hay indicadores que no tengamos en el plan estratégico de la Universidad.
Entonces, ¿no ha habido más condicionantes?
—Sí ha habido discusiones, como elevar la venta de servicios, pero no lo hemos aceptado. Eso es algo que ya hacemos y lo hacemos bien; es decisión de la Universidad, no una indicación del BM.
¿Usted dejará firmado el acuerdo?
—Hasta ahora nadie ha firmado nada. Lo único que el rector o rectora firmará es un acuerdo de mejoramiento institucional con proyectos, indicadores y metas. Eso no se firma con el BM, eso se firma con el Gobierno, que es quien da los recursos. Lo que el Estado firme con el BM no nos concierne; el Gobierno puede firmar lo que quiera, que a nosotros no nos toca; tenemos autonomía. Yo ya me reuní con el nuevo rector y le dije cómo estaba la negociación; el asunto espero que se finalice a finales de mayo y le tocará firmarlo al nuevo rector. La negociación está terminada solo queda un punto en discusión.
¿Cuál es?
—El Gobierno creó un mecanismo de administración que se llama Caja Única y quiere que esos recursos ingresen ahí. Nosotros administramos nuestro patrimonio y no va a ser una caja única la que lo haga; tenemos autonomía. Ese es el punto en discusión. Eso es lo que ha hecho que se alargue el proceso.
¿Cuándo se concretará el fideicomiso que dará arranque a los megaproyectos?
—Está a un tris de concretarse; ha sido un proceso muy largo, de más de 5 años para desarrollar el fideicomiso. Esta negociación la ha sumido la Vicerrectoría de Administración. Ha sido muy complejo; hay fuerzas que se movieron nacionalmente —no lo puedo asegurar—, pero hubo acciones que inhibieron que el proceso avanzara con el Banco Nacional. Pero le acabamos de demostrar a este país, que el fideicomiso era posible. Quiero resaltar el trabajo de inteligencia de la Universidad, donde sus abogados y economistas lo lograron. Un estudio que realizamos evidencia que a un largo plazo la Universidad puede hacerle frente a ese compromiso. Tenemos todo legalmente avanzado, también los planos y los permisos municipales. El Banco de Costa Rica —nuestro aliado en el fideicomiso— es el ente que tiene que conseguir el dinero. Recibimos varias ofertas, el Banco Nacional hizo la mejor, que se está analizando en su junta directiva; en los próximos días darán el visto bueno y así empezar de lleno las obras. Esperamos en esta administración poner la primera piedra de la Facultad de Ciencias Sociales, ya que sería bastante simbólico para nosotros. Nos queda la satisfacción de que lo llevamos a buen puerto.
¿Logró fortalecer la regionalización?
—Era un reto desde el 2004, cuando afirmé que el futuro de la Universidad está en la regionalización; la hemos apoyado de manera muy amplia. Han recibido (las sedes) recursos para mejoramiento de la infraestructura, construcción de módulos de aulas, de oficina, clínicas odontológicas y laboratorios. En infraestructura, la ayuda ha sido significativa. Se ha permitido ampliar oferta académica. Hubo un crecimiento de plazas: 196 nuevas para docentes y 106 para administrativos. Mejoramos además las conexiones de banda ancha de las sedes regionales. La brecha digital en la UCR no existe.
¿De qué otros proyectos está satisfecha?
—Logramos una política salarial en la que nos permitió mejorar sustancialmente los salarios de administrativos y docentes. Desarrollamos política de formación del talento humano; tenemos el mayor número de becarios en el extranjero y el año pasado regresaron 43, muchos con doctorados, otros con maestrías. También, se ha mejorado las bases de datos de la institución.
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