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El Sr. G. Lopes ha publicado sistemáticamente contra Israel. Sus noticias y comentarios, maniqueamente antisraelíes, no le han reconocido en la última década ningún derecho ni aclaración al Estado judío. Con el fracaso de la segunda intifada, los “mártires suicidas” volándose en sus propios predios y con la historia de la ocupación desacreditada por la salida de Gaza, la nueva propaganda de corte goebeliano contra Israel se basa en el desgastado concepto la “limpieza étnica” en Israel.
La entrevista realizada por el Sr. Lopes, al teólogo norteamericano (no israelí, como equivocadamente aparece en la entrevista, Semanario #1937) Marc Ellis, declarado enemigo del sionismo, está totalmente parcializada para presentar a Israel como un estado que practica la “limpieza étnica”, las respuestas repetían las aseveraciones de las preguntas.
Las declaraciones de Ellis son absurdas, ya que el árabe es un idioma oficial de Israel. El idioma palestino no existe, palestinos eran todos los que vivían en Palestina: judíos, árabes, cristianos drusos etc. Los árabes al crear la OLP (Organización de la Liberación Palestina), eufemismo por organización para el aniquilamiento de Israel, adquirieron de la prensa el apelativo exclusivo de palestinos.
En los países donde existe la limpieza étnica no se enseña el idioma de la minoría y menos se declara oficial. Se incendian los centros religiosos y culturales de las minorías perseguidas, como ocurre en Sudán, Nigeria y Egipto con las iglesias cristianas.
Si de limpieza étnica se trata, debería explicar por qué no quedó ningún judío palestino en Hebrón y el barrio judío de Jerusalem oriental, después del ataque árabe de 1948. Más de 25 sinagogas fueron incendiadas.
Los palestinos israelíes forman sus partidos y eligen miembros en el parlamento con todos los derechos, incluso algunos de ellos promueven la destrucción de Israel. En cualquier país árabe, primaveral o no, ya los hubieran fusilado.
Otros han sido ministros como el árabe musulmán. Ghaleb Majadleh, diputado laborista designado por el gobierno de Olmert, muchos han ganado los premios en ciencia, arte y música que Israel otorga anualmente y algunos son escogidos para la selección nacional de fútbol. Estudian como cualquier israelí en las universidades del país, llegan a ser académicos y por supuesto se integran a la vida profesional de acuerdo con sus capacidades. Una palestina que representó a Israel en el festival de Eurovisión fue severamente criticada por palestinos israelíes, muy celosos del disfrute de sus derechos, pero verdaderos enemigos del Estado del que son nacionales, entre ellos el parlamentario palestino comunista Mohammad Barakei, no solo no se alegran, se enfurecen con los palestinos exitosos, pues sus logros descarrilan la campaña panfletaria contra Israel para envenenar los procesos de convivencia, actitud que conservan los activistas nostálgicos del estalinismo, a pesar de que todos los países de la fracasada órbita soviética reanudaron excelentes relaciones con Israel.
Para una entrevista justa y completa, debieron preguntarle a Ellis, entre otros muchos temas, si la ley jordana que no permite que se establezcan judíos en ese país es una manifestación de limpieza étnica o apartheid, como ocurre en otros países árabes y en los territorios palestinos. Qué opinaba de los 750 latigazos y más de tres años de cárcel que recibió un profesor por explicar el cristianismo en Arabia Saudita, y del genocidio en Sudán, en el que los colegios y centros religiosos cristianos son incendiados, las jóvenes cristianas secuestradas para convertirlas en esclavas sexuales y los víveres denegados si los cristianos no se convierten al Islam. Israel debe estar sujeto a la crítica como cualquier otro país, la prensa israelí lo hace diariamente. Lo malo es desviar la vista ante asuntos mucho peores por más de diez años.
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