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Critican improvisación en gestión económica del Gobierno

El fracaso en el impulso de la reforma fiscal, una política salarial que fomenta la desigualdad y la carencia de búsqueda de nuevos mercados ante la inseguridad que para las exportaciones costarricenses representa en estos momentos el mercado europeo, fueron las principales críticas que el Observatorio de la Coyuntura Macroeconómica de la Universidad Nacional (UNA) señaló a la gestión del gobierno de Laura Chinchilla.

El fracaso en el impulso de la reforma fiscal, una política salarial que fomenta la desigualdad y la carencia de búsqueda de nuevos mercados ante la inseguridad que para las exportaciones costarricenses representa en estos momentos el mercado europeo, fueron las principales críticas que el Observatorio de la Coyuntura Macroeconómica de la Universidad Nacional (UNA) señaló a la gestión del gobierno de Laura Chinchilla.
El análisis de ese observatorio fue presentado durante una conferencia de prensa ofrecida por los economistas Henry Mora y Roxana Morales -coordinadora del Observatorio- en el Colegio de Periodistas el pasado 10 de mayo.
Consultada por UNIVERSIDAD, Morales afirmó que “vemos mucha improvisación” en las políticas que se han implementado, en el sentido de que “no se hacen estudios previos de impacto y no hay coordinación entre diferentes instituciones que podrían aplicar esas políticas”.
También cuestionó la postergación de decisiones de endeudamiento externo “que al fin y al cabo tendrán que aprobar para tener recursos frescos y más recientemente el tema de los productos de la canasta básica, puesto que no se sabía ni cuáles estaban incluidos y ni productores ni consumidores sabían cómo aplicar el impuesto”.
Morales también citó el hecho de “seguir a ciegas una ruta como el plan fiscal, a pesar de que se sabía que era un error”. De hecho, entre las conclusiones del estudio se calificó ese fracaso de la reforma fiscal como “el mayor fiasco” del actual Gobierno.
Al presentar el análisis, Mora y Morales también sentenciaron que la política salarial “perjudica principalmente a los  grupos de   menores ingresos”.
En el rubro de las exportaciones agrícolas a Europa, celebraron que mantienen crecimiento, pero advirtieron que ello podría cambiar en los próximos meses si más socios comerciales de Costa Rica en la Unión Europea ingresan o continúan en recesión.
El panorama económico es completado por otros factores relevantes como el aumento en la tasa básica pasiva -la cual ya alcanzó el 10% y afecta tanto los réditos de los ahorros como los pagos de las deudas- y el hecho de que un aumento en la producción no ha incidido en un aumento en la generación de empleos en la misma proporción.
Además, Mora expresó que  el déficit fiscal se mantiene como el “Talón de Aquiles” de la política y la estabilidad macroeconómica. Sin embargo, ante el hecho de que ya se tomó la decisión de emitir bonos de deuda externa, apuntó que “el peso de la deuda aumenta pero aún es manejable, no es alarmante”.
Como aspectos positivos, citaron un crecimento del consumo, la inversión y las exportaciones -aunque este rubro es dominado por las ventas de Intel- y una reducción del déficit del Gobierno en el 2011 de 5,2% a 4,1% del Producto Interno Bruto (PIB). Añadieron que tras el fracaso de la reforma fiscal, la inflación rondará nuevamente el 5%.
DESIGUALDAD
Los especialistas apuntaron que los sectores de bajos ingresos apenas han visto la recuperación de salarios mínimos reales a partir del 2009 -luego de la recesión-, mientras que esa recuperación es “sustancial” en los sectores de altos ingresos.
De hecho, según los datos presentados, sólo la clase alta ha visto un aumento de sus salarios mínimos por encima del índice de precios al consumidor.
Morales y Mora resaltaron un empuje que experimenta el sector industrial, donde destacaron principalmente el peso de Intel y de la industria productora de abonos y plaguicidas. Por otra parte, el sector agropecuario mostró un repunte en la producción del café, la piña y el melón.
Otro dato relevante es que hay un crecimiento sostenido del sector de la construcción sobre todo en la Gran Área Metropolitana (GAM), pero ha bajado en Puntarenas y Guanacaste.
“La zona rural es donde más empleo se perdió y esta situación puede aumentar la desigualdad”, puntualizó Mora.
Un tema particularmente preocupante es el de la generación de empleo. Si bien en setiembre del 2009 empezó a mejorar el gris panorama generado por la recesión y en estos momentos el empleo crece a un ritmo de 4% al año, ello es insuficiente para reducir de manera significativa las cifras de desempleo, que a finales del año pasado llegó al 7,7%.
Sobre el aumento de la tasa de interés básica pasiva, Morales explicó a UNIVERSIDAD que ello podría propiciar la entrada de capitales al país. Sin embargo, puntualizó que en Costa Rica son los empresarios quienes más ahorran y tienen más recursos, “quienes pedimos créditos tendremos que pagar más por ellos, sin embargo la mayoría de créditos son para consumo y no tienen un impacto más directo sobre el resto de la economía”.
 

“No vemos una política clara de salarios”
Roxana Morales, coordinadora del Observatorio de la Coyuntura Macroeconómica de la UNA, atendió algunas consultas de UNIVERSIDAD:
Han hablado del crecimiento de ciertas actividades poco sostenibles, como la exportación de la piña y la generación eléctrica. ¿Es ese crecimiento un espejismo?
– Exactamente. Hay sectores que crecen por aspectos coyunturales de corto plazo. Además las actividades exportadoras se concentran en pocas manos, particularmente en el sector piñero sobre el cual no se puede decir que su crecimiento beneficie a muchas familias, ya que los salarios en algunos casos son mínimos y otros están por debajo del mínimo, según algunas denuncias.
El sector industrial presenta un crecimiento determinado por la evolución de zonas francas  y exportaciones entre las que destaca Intel; por tanto es un pequeño sector el que se beneficia. Esa empresa puede exportar miles de millones, pero no requiere una gran cantidad de trabajadores para ello, no hay una correlación directa entre empleo y volumen de exportación.
¿En este momento qué tan fuerte es la diferencia entre la capacidad de generación de empleo a nivel nacional y la cantidad de personas que de hecho se incorporan a la fuerza de trabajo?
– La parte formal de la economía apenas genera la cantidad suficiente para incorporar la mano de obra nueva al mercado, pero sin llegar a eliminar el desempleo. El porcentaje de mano de obra que se incorpora es de un 4% y el empleo formal que se genera crece en un 3,8%. Vemos un aumento importante en los empleos por cuenta propia, ello no precisamente significa que tengan ingresos suficientes o mínimos, pues los indicadores no nos dicen cuánto ganan, sólo en qué sector se ubican.
¿Por qué es tan importante el sector agropecuario en términos de generación de empleo? ¿Qué tan grave es el hecho de que aparentemente después de la recesión no se recuperó?
– Ese sector pasó varios meses en recesión y ha venido perdiendo importancia relativa  respecto del PIB. Sin embargo, es importante pues ocupa gran cantidad de mano de obra, particularmente en las zonas rurales donde no llega la inversión extranjera directa o el sector construcción, concentrado en la zona urbana. Por tanto, el dinamismo de este sector impacta más positivamente en las zonas rurales donde hay mayor necesidad de trabajo, pero no hay una política de empleo que pretenda ubicar a las empresas de la inversión extranjera en esas zonas.
La importancia del sector también radica en la dependencia de productos agrícolas en el mercado internacional, pues como hemos visto en años anteriores, en situaciones de crisis muchos productos se dejan de vender pues los países prefieren producir para el mercado interno. Por ejemplo, tuvimos problemas con el frijol que debió ser importado de China para cubrir nuestro consumo. Algunos productos básicos se han dejado de producir y tienen una fluctuación importante en el mercado internacional, por ejemplo los que se utilizan para producir combustibles alternativos o en la alimentación de aves o cerdos.
¿Es contraproducente la política salarial?
– En realidad no vemos una política clara de salarios, se determinó el aumento salarial de ¢5.000 sin determinar cuál es el impacto que ello podría tener sobre las diferentes familias.
Hay mucha improvisación en cuanto a la determinación de muchas políticas en el Gobierno; por ejemplo, en cuanto a la canasta básica se han hecho publicaciones que no estaban bien detalladas. La política salarial ha mantenido los salarios reales estables, en algunos casos sobre todo del sector público hay un incremento; en el sector privado ello no se garantiza pues los incrementos no se dan con la periodicidad que dicta la ley.
¿De cara al futuro inmediato qué tan optimista o pesimista se siente?
– Término neutro y con mucha incertidumbre.

 
Economista Theo Eicher: “Las agencias de calificación no hicieron su trabajo”
Vinicio Chacón
[email protected]
No hay un solo factor que pueda alertar sobre todos los tipos de crisis económicas, pero los hay que en conjunto pueden servir de alerta para cada tipo particular de crisis, concluyó el economista estadounidense Theo Eicher, en su conferencia “Indicadores de alerta temprana de crisis económica”.
Eicher -quien es profesor en el Departamento de Economía de la Universidad de Washington, Estados Unidos- realizó esa exposición el pasado 4 de mayo en el auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica, y en ella explicó que hay diferentes tipos de crisis, como bancarias, de deuda, de liquidez o inflación.
Así, describió su análisis de la literatura especializada que durante los últimos 60 años se ha ocupado del tema y se enfocó sobre qué tanta relevancia o peso para cada tipo de crisis tienen factores como la devaluación o sobrevaluación de las monedas, bajas o alzas en las reservas de un país, o la transparencia empresarial. Posteriormente dio una breve entrevista a UNIVERSIDAD:
Usted habla de las crisis económicas en plural, mientras que otros economistas más bien apuntan que se trata de una sola y sostenida, que se ha manifestado a través de reiteradas recesiones, causada por el hecho de que la creación de riqueza no es sostenible. ¿Cuál es su opinión al respecto?
-Hay que definir la crisis. En general definimos -por ejemplo- una crisis de intercambio de divisas,  cuando se da una depreciación del 14%; o una crisis de liquidez, cuando el mercado bursátil cae un 25%. Creo de lo que usted habla es de que el sistema tiene fallas y que siempre hay problemas que empeoran o mejoran. ¿Es eso lo que está diciendo?
Sí, el sistema es estructuralmente defectuoso.
-Creo que es una pregunta interesante y se debe investigar, pero lo que yo he hecho es estudiar algunos indicadores de crisis específicas y bien definidas. Mucha gente en Estados Unidos hoy en día piensa que si la desviación de ingresos (es decir, diferencia entre los que se espera que ingrese y lo que de hecho se recibe) empeora, el sistema llegará a un punto de quiebra. No estoy seguro de que se haya dado una crisis así desde 1980, pero es un tipo diferente de crisis del que me ocupo.
La pasada recesión fue detonada por el hecho de que muchos activos estaban atados a operaciones financieras de alto riesgo. ¿Cómo se puede medir la importancia de estas operaciones de alto riesgo como uno de los factores de alerta temprana de una crisis?
-La literatura especializada ha echado una mirada a los riesgos de los activos; desafortunadamente no hay muy buenos datos sobre la calificación de los activos. Usted señala un buen punto: uno quisiera valorar cada activo por su calidad. Personalmente considero que la crisis se dio porque pensamos que teníamos activos muy sólidos y no era así; eran activos tóxicos, que de hecho tenían valor cero. Las agencias de calificación no hicieron su trabajo y la gente compró activos que pensaron eran más seguros de lo que eran en realidad.
Entonces, ¿el factor de transparencia empresarial no debería tener más peso como indicador de una eventual crisis?
-Debería, pero no lo hizo en mi trabajo, no sé por qué. Esperaría que fuese así y anteriormente ha sido introducido como una posible señal de alerta temprana, pero la información no muestra que esta crisis en particular haya sido influenciada por países que no tuvieran buenas leyes de transparencia.
En Costa Rica, el Gobierno ha actuado con cierta urgencia ante el problema del déficit fiscal. ¿Coincide usted en que el tema tiene esa relevancia?
-Intento entender la situación de Costa Rica e impartiré una conferencia sobre ello, pero por el momento es difícil hacer un diagnóstico. La teoría de crecimiento es mi área de especialización; en términos generales la mayoría de los teóricos creen que el gobierno debe proveer una cierta cantidad de crecimiento público. La pregunta es si es demasiado o muy poco.
El control del déficit es complicado y difícil para cualquier gobierno. ¿No hay factores cuyo mejoramiento puede ser más ágil, como las políticas monetarias o la transparencia empresarial?
-Todo tiene consecuencias; si el Banco Central cambia su política cambiaria, algunos ganarán, pero otros perderán; las personas que tienen préstamos o activos en moneda extranjera se verán afectadas para bien o para mal. De manera que cada cambio que se haga tiene un costo de oportunidad. Es un tema de previsión y de tener voluntad para tomar decisiones difíciles; en ello por definición consiste la economía.

 
 
 
 

  • Vinicio Chacón 
  • País
France
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