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Pese a la oposición de un sector del gremio, Educación para la Vida Cotidiana será la nueva materia que se impartirá en los colegios del país. (Foto: archivo)
Un grupo de docentes de Educación para el Hogar expresó su disconformidad con el nuevo Programa de Estudios de Educación para el Hogar del Tercer Ciclo, aprobado por el Consejo Superior de Educación, que genera incertidumbre entre docentes debido a que temen por su trabajo.
El pasado lunes 13 de febrero fue aprobada la reforma curricular que se aplicaría a partir del curso lectivo del próximo año.
La reforma curricular, que es producto del proyecto denominado “Ética, Estética y Ciudadanía”, fue elaborada desde el 2006 por la firma consultora Procesos, empresa presidida por Flor Isabel Rodríguez, exasesora presidencial y esposa del exministro de Hacienda, Fernando Herrero.
A Procesos se le pagó la suma de ¢417.000.000 para que elaborara nuevos planes de estudio en seis materias de educación secundaria costarricense: educación cívica, musical, para el hogar, física, artes plásticas y artes industriales.
Los fondos para realizar la consultoría, que se hizo entre octubre de 2006 y 2011, fueron otorgados por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en una primera etapa con recursos ordinarios del organismo internacional y, en la segunda, con el aporte de un fondo internacional llamado Fondo Fiduciario España-PNUD, hacia un desarrollo integrado e incluyente en América Latina y el Caribe.
El resultado de dichas asesorías ha sido satisfactorio para el MEP; por lo tanto, ya cinco de los seis planes de estudio se aprobaron en el seno del Consejo Superior de Educación.
Sin embargo, las modificaciones que el MEP plantea para la asignatura de Educación para el Hogar no son bien recibidas por un sector de educadores de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE).
Las principales críticas que le hacen al programa es el cambio sustancial en los contenidos que se impartirán en las lecciones, así como la inestabilidad laboral que esto podría provocar entre las docentes graduadas que dan el curso en los colegios.
“Nos preocupa la estabilidad que este nuevo programa pueda traer a los que impartimos esta materia, podríamos ser desplazados”, aseguró a UNIVERSIDAD la educadora Rocío Mora.
CAMBIO DE NOMBRE
Con el nuevo currículo, esta asignatura pasaría a llamarse “Educación para la Vida Cotidiana”. El programa contemplaría tres grandes énfasis: vida saludable, seguridad física y emocional, y educación financiera, de tal forma que se impartiría un tema por año desde de sétimo hasta noveno año.
Las profesoras consideran que una de las principales preocupaciones es que con el cambio de currículo, temas como la sexualidad se estaría excluyendo de las clases de Educación para el Hogar.
No obstante, el ministro Leonardo Garnier aseguró que esa decisión fue tomada por el Consejo Superior de Educación, y que a partir de la implementación del nuevo programa “este tema se trabajará como una unidad temática completa que se estará anunciando próximamente”.
“La cotidianidad del ministro seguro solamente es comer, tener seguridad y manejar la tarjeta de crédito, ya que fue lo único que nos dejó”, se quejó Rocío Mora.
La transformación del programa de estudio de esta materia también significaría, según las educadoras, la pérdida de garantías laborales; “no hay forma de cambiar el nombre de la materia sin perjudicarnos, ahora nuestro título ya no vale, porque ante el Servicio Civil yo no soy Bachiller en Vida Cotidiana, soy Bachiller en Educación para el Hogar, entonces eso me convierte ahora en una aspirante”, señaló Rocío Mora.
Garnier desmintió que con las reformas curriculares aquellos docentes que brindan este curso vayan a tener alguna afectación laboral.
“El propio Consejo Superior de Educación -que es el que aprueba los programas, no el MEP- indicó que deberá hacerse la aclaración ante el Servicio Civil para que se homologue a las y los docentes de lo que hasta ahora se llamó Educación para el Hogar, con lo que ahora será Educación para la Vida Cotidiana”, aclaró el ministro.
Mientras que el ministro Leonardo Garnier Rímolo señala que las molestias surgen de un pequeño grupo de educadoras, por el contrario asegura haber recibido el apoyo de un amplio sector de docentes y directores de centros educativos.
“Mucha gente me ha manifestado que «ya era hora» que estos programas se actualizaran para preparar a las y los muchachos para la vida cotidiana del mundo de hoy”, enfatizó Garnier.
Pero para la educadora Rocío Mora muchas profesoras que imparten esta materia temen la pérdida de su trabajo, y por lo tanto no han manifestado su oposición abiertamente.
“A muchas compañeras se nos ha dicho que es obligatorio asistir a las capacitaciones donde se explica el nuevo programa, ya que si no se asiste no se le da trabajo el próximo año; entonces obvio que bajo amenaza cualquiera”, argumentó Mora.
Otra de las irregularidades que denuncian las educadoras es que durante el proceso de discusión y aprobación del nuevo plan de trabajo no se tomó en cuenta la opinión de Ana Lorena Villegas, Asesora Nacional de Educación para el Hogar, y que como parte de sus funciones tiene la participación en el diseño, elaboración y actualización de los programas de estudio de esta materia. Consultada por UNIVERSIDAD, Villegas prefirió no referirse al tema.
El ministro insistió en que el proceso de aprobación y discusión del nuevo programa de estudio se ha encaminado por el MEP de manera transparente; “desde hace varios años, cuando empezamos el proyecto de Ética, Estética y Ciudadanía, se realizaron talleres con docentes y asesores en los que se discutió el cambio de enfoque de estos programas. Luego fueron trabajados por un equipo que también consultó con diversas docentes”, puntualizó Garnier.
CONTRATACIÓN DE TERCEROS
Se cuestiona también el alto precio de las asesorías pagadas por el MEP con el fin de obtener el sustento de esta reforma curricular. A la empresa Procesos se le destinaron ¢417.000.000 procedentes de los fondos del PNUD, así como del Fondo Fiduciario España-PNUD, además de parte de los ¢494.000.000 donados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) -que se obtuvieron a cambio de exonerar a este organismo de responsabilidad en el fallo de los sistemas operativos del programa “Informática Educativa 21”. (Véase edición 1945)
Yanira Rosales Alvarado, profesora de Educación Familiar y Social del Liceo el Roble de Heredia, dijo que el ministerio en años anteriores realizó dos reformas curriculares de la materia de Educación para el Hogar sin la necesidad de pagar “onerosísimas consultorías” a terceros.
Estas reformas se gestaron en la primera década de los noventas y la última que es la aún vigente en el año 2002; Rosales trabajó en ambas modificaciones al plan de estudio de esta materia, y aseguró que siempre se realizaron sin costo alguno para el ministerio.
“Se hacían gratis, simplemente se pedía permiso al director para que me dieran tardes libres para reunirnos en el MEP, nunca cobramos”, expresó Yanira Rosales Alvarado, quien fue parte de la Comisión Responsable del Programa de Estudio aprobado en el año 2000, el cual estuvo coordinado por Elizabeth Aguilar Quesada, Asesora Nacional de Educación Familiar y Social.
El Ministro de Educación Pública, Leonardo Garnier, afirmó que las reformas que se han impulsado obtienen mejores resultados cuando se combinan equipos externos e internos del MEP. Añadió que la contratación de expertos mediante las consultorías no es una práctica nueva.
“En muchas reformas realizadas en administraciones previas también se ha contado con expertos externos, sobre todo de las universidades públicas, que han asesorado las reformas curriculares. Es una sana práctica”, opinó el ministro Garnier.
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