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Ejercicios mentales/Notas al margen
Paula Piedra
poesía
Editorial Germinal
2012
1.
El libro de Paula Piedra llegó ayer con los sellos correspondientes de Correos de Costa Rica y una postal de Hello Kitty del otro lado del sobre; estoy convencido de que ese detalle no es irrelevante para lo que quiero decir.
2.
Conocí a Paula hace años en circunstancias que no vienen a cuento, pero la volví a conocer hace menos gracias a la poesía. Fue un recital al aire libre en el que leímos juntos. Contándonos a Paula y a mí, éramos, tal vez, cinco. Ese día, en el asiento del copiloto, me sentí, pese a las advertencias de sus textos, como los protagonistas de sus poemas.
Ejercicios mentales tiene precisamente esa virtud, la de hacer poesía sobre estas cosas de todos los días: las bombas que la humedad hace en la pintura, las grietas -de adentro y de afuera- que nos hace el tiempo, las cosas que se ven desde adentro de los carros, de los baños, de los cuartos. Pero también es un libro hecho a partir de la observación: la virtud de Paula es encontrar, allí donde el sentido común no encuentra nada, la textura de las cosas, la belleza de un hombre que se queda dormido.
3.
Sin contorsiones de ningún tipo los textos de este libro dejan una marca. No la marca de la revelación, ni del drama; la marca de las cosas bien escritas: la de Paula es una voz que lleva la honestidad y la exactitud formal a otro nivel.
4.
Los Ejercicios mentales de Paula están diagramados a base de inteligencia, pero también de una emoción contenida muy difícil de alcanzar. Uno diría que tienen la precisión de un cirujano, pero lo que tienen es una precisión bastante más necesaria en el oficio de la poesía: la de una diseñadora de interiores. Paula, de hecho, organiza los poemas como quien organiza una casa.
Algunos logran con muchas dificultades que a sus textos no les sobre nada; este libro logra algo aún más raro: textos a los que tampoco les falta. Es necesario mucho trabajo para lograr saber qué, de todo lo que pasa en el día, es verdadero combustible para la poesía.
5.
Aunque ya nadie se atreva con las etiquetas yo creo que Ejercicios mentales es un libro emblemático para esa poesía de mujeres costarricense que arranca con Virginia Gruter y que es continuada por María Montero, Gabriela Arguedas, Sila Chanto y Emilia Villegas. En estos poemas, en vez de los lugares comunes conformados por grietas y surcos o por montañas en lugar de tetas, está la mae que se lamenta de que ya no peina muñecas mientras mea, la que apunta mal las direcciones, la que se sabe bonita y se desespera y se apuña en su cuarto como un capullo de veintitrés años. Nada, entonces, de metáforas geológicas: aquí la única humedad es la de la pared; el sexo es un pelo largo adherido al marco de la puerta.
6.
Al terminar este nueva edición de Ejercicios mentales (definitivamente enriquecida con los poemas de Notas al margen, que por cierto anuncian otro tipo de búsqueda) a uno no le queda más que cerrar el libro con una sensación de pérdida. Y volver a ver el sobre que viene de lejos con la calcomanía de colores Hello Kitty.
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