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Peña Nieto gana en México con histórica oposición ciudadana

Con un resultado más estrecho de lo pensado, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) vuelve al poder en México, después de 12 años de gobierno de su adversario, Acción Nacional (PAN), pero con una ventaja menor que la esperada y sin mayoría en el congreso. Su retorno, lejos de representar la alternancia en el poder, muestra el parecido que comparten ambos partidos.

Con un resultado más estrecho de lo pensado, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) vuelve al poder en México, después de 12 años de gobierno de su adversario, Acción Nacional (PAN), pero con una ventaja menor que la esperada y sin mayoría en el congreso. Su retorno, lejos de representar la alternancia en el poder, muestra el parecido que comparten ambos partidos.
El papel de tránsfuga del expresidente Vicente Fox —elegido para el cargo en el período 2000-2006 como candidato del PAN, pero que pidió el voto para el PRI en estas elecciones— es solo el elemento más escandaloso de esa realidad, ya que abundan los ejemplos, desde las políticas neoliberales comunes hasta un estilo de corrupción bastante parecido.
Esto no impide, sin embargo, que el diario como el español El País publique un título como este: “México vota por el cambio”. El artículo calificó a México como “la democracia de habla hispana más grande del mundo”, país con un 42% de la población en la pobreza y en el cual  murieron asesinadas 55 mil personas durante la “guerra contra el narcotráfico”.
El  PRI buscaba, en las elecciones del pasado 1 de julio, recuperar la presidencia de la República, lograr la mayoría en el Congreso y las siete gobernaciones en disputa.
Empero, eso no fue posible. Lejos de los 11% o 12% de ventaja que las encuestas le daban al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, la diferencia final quedó a 6,5%. Faltando aún unas pocas mesas por contar, Peña Nieto tenía algo más de 18,7 millones de votos, un 38,2%, frente a los 15,5 millones del candidato de la Coalición Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, un 31,6%. La candidata del PAN, Josefina Vázquez, se quedó en tercer lugar, con 12,4 millones de votos, 25,4% del total.
En un congreso de 500 diputados, el PRI, aliado al Partido Verde, lograría de 235 a 240 curules, menos que las 251 necesarias para la mayoría absoluta. La coalición del Partido Revolución Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano, de López Obrador, tendría de 135 a 140, mientras que el PAN quedaría con alrededor de 120. El abstencionismo ronda el 40% del electorado y no más, como se esperaba.
En medio de las denuncias de fraude lanzadas por López Obrador, el politólogo mexicano Eduardo Nava Hernández señala un rasgo notable de la coyuntura poselectoral: “Peña Nieto es, en la historia nacional, el candidato que más oposición activa ciudadana ha enfrentado, desde la campaña misma”.
El detonante para avivar la campaña electoral fue el movimiento estudiantil “Yo soy 132”, surgido después del viernes 11 de mayo.
Ese día abuchearon a Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana, donde le recriminaron su relación con el expresidente Carlos Salinas de Gortari, una de las caras más visibles del vuelco conservador del PRI, y le enrostraron su responsabilidad en las violaciones a los derechos humanos en el municipio de San Salvador Atenco, cuando fue gobernador del Estado de México.
Así, quien parecía intocable, de la noche a la mañana se hizo vulnerable, gracias a estos estudiantes, “actores inesperados que irrumpieron en el escenario político y animaron el proceso electoral”.
VOTO DE LOS POBRES
Pasadas las elecciones, los analistas buscan explicar el retorno del PRI al poder en México. Son muchos los argumentos. Se señala, por ejemplo, que el PRI sigue teniendo mucho peso en el campo; mientras el PRD está presente en las grandes ciudades, especialmente en la capital, donde arrasó. No obstante, a nivel nacional, esto fue una gran desventaja para el PRD en los comicios.
Otro argumento es que el voto de los sectores más pobres apoyó al PRI. En México, país de 112 millones de habitantes, hay 52 millones de personas en la pobreza, de los cuales casi 23% son indigentes, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
Solo en el sexenio del actual presidente, Felipe Calderón, 12 millones de personas fueron empujadas a la pobreza.
Según sondeos, las preferencias electorales por Peña Nieto entre electores que contaban solo con educación básica duplicaban las de López Obrador. La proporción era exactamente inversa entre votantes egresados de educación superior. En Chiapas, uno de los estados más pobres del país, el único municipio donde no ganó el PRI fue en la capital, Tuxtla Gutiérrez, que registra menores niveles de pobreza.
¿FRAUDE?
Una de las explicaciones para este fenómeno es el fraude electoral. Dos días después de las elecciones el movimiento juvenil “Yo soy 132” publicó videos en el que varias personas admitían haber recibido tarjetas de regalo para comprar en la cadena de supermercados Soriana a cambio de votar por el PRI.
El lunes siguiente a las elecciones “las tiendas Soriana se abarrotaron de personas de humilde condición haciendo compras de pánico, pues se corrió el rumor de que los monederos electrónicos que les había dado el PRI dejarían de funcionar”.
Peña Nieto restó credibilidad a estos videos y acusó a López Obrador de promover una campaña para deslegitimar los resultados electorales; López Obrador lo negó enfáticamente.
El otro debate gira en torno al gasto electoral. La ley prevé un tope de 336 millones de pesos, casi $26 millones.  El partido invirtió a lo largo de la campaña lo que la ley le permite, dijo Peña Nieto. López Obrador afirma que esa cifra llegó a 5 mil millones de pesos (357 millones de dólares), trece veces el límite establecido.
De esta cantidad, asegura, 1800 millones de pesos (más de 128 millones de dólares) los habría gastado en comprar votos en el estado de México, donde gobernó hasta hace poco.
El papel de los medios, sobre todo de las televisoras, fue otro gran tema de debate, después que el periódico británico The Guardian publicó un conjunto de documentos sobre la venta de cobertura favorable a ciertos políticos, entre ellos Peña Nieto, mientras se desprestigiaba a otros, principalmente a López Obrador, un tema que ya había sido tratado en el 2005 por la revista Proceso, cuando Peña Nieto era gobernador del Estado de México.
FRACASO PAN
El fracaso del PAN en estos comicios fue también analizado por políticos mexicanos. El presidente del partido, Gustavo Madero, reconoció que el PAN había sufrido una «derrota mayúscula» en las elecciones del 1 de julio.
Se estima que el PAN tiene dos opciones: corregir a fondo el rumbo o simplemente maquillarse para sobrevivir un tiempo más, según su expresidente nacional, Manuel Espino.
Las expectativas de cambio generadas por el PAN, cuando triunfó en el 2000, fueron incumplidas. Las esperanzas de cambio en las formas de gobernar se estrellaron con la repetición de viejas prácticas.
Además de la pobreza, la brecha entre ricos y pobres es abismal en México. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 10% más rico tiene ingresos 26 veces superiores al 10% más pobre, y concentra el 28,5% de la renta nacional.
Fox no se ahorró críticas a su sucesor, en una polémica entrevista publicada el 24 de junio en el diario El País. En esta, acusó a Calderón de un “sinnúmero de violaciones a los derechos humanos” y criticó el desempleo y la situación del narcotráfico. Mas no hizo ninguna mención a su oferta, de darle un “vocho” a cada mexicano o crear un millón de empleos por año.
El otro motivo del fracaso del PAN fue su cuestionada guerra contra los narcos. Calderón entregó a las Fuerzas Armadas la lucha antinarcóticos, con el resultado de una especial ola de violencia que ha costado más de 50 mil muertes, muchas de ellas de formas atroces, mientras el narcotráfico es cada vez más fuerte.
Quienes prefieren destacar los aspectos positivos se refieren al equilibrio macroeconómico logrado durante el último sexenio. Pero, el futuro se muestra más complicado, como se lee en una entrevista publicada por la BBC: «Si tenemos en cuenta que la economía cayó fuertemente en 2009, que nuestra recuperación involucró muy poco empleo formal y que muchos de los puestos creados contaron con salarios inferiores a la media, la perspectiva es un poco más crítica».

  • Gilberto Lopes 
  • Mundo
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