Abrir Noticia Guardar

¿Desidia, carencia, gratuidad o ignorancia?

Hay frases, giros lingüísticos e ideas falsas que de tanto repetirse se tornan “verdades”. La prensa escrita, radial y televisiva está colmada de ellas. Y no es que fastidien las arbitrariedades, sino la atrofia rítmica y estética a que nos someten algunas y algunos “comunicadores”, o funcionarias y funcionarios como los de la Cruz Roja y la Fuerza Pública.

Hay frases, giros lingüísticos e ideas falsas que de tanto repetirse se tornan “verdades”. La prensa escrita, radial y televisiva está colmada de ellas. Y no es que fastidien las arbitrariedades, sino la atrofia rítmica y estética a que nos someten algunas y algunos “comunicadores”, o funcionarias y funcionarios como los de la Cruz Roja y la Fuerza Pública.
Algunos ejemplos: “un femenino dormido”; “un masculino ahogado”; “un cadáver suicida”; “un incendio en llamas”; “una trágica tragedia”; “el vehículo traspapelado”; “un operativo contra antidrogas”;  “la verificación aún no se ha verificado”; y un largo etcétera. Pensarán que exagero, pero basta con parar bien la oreja. Ni hablar de los horrores gramático/ortográficos en los cintillos y/o titulares de los telenoticieros.
Lo mismo sucede con los lugares comunes de futbolistas ante preguntas clichés de sus entrevistadores (¿cómo vio el partido?; ¿se sintió bien?; ¿qué les faltó? Así por el estilo): “primero el de arriba, gracias a Dios”; “perdimos, hay que seguir trabajando”; “sí, no, la verdad es que no…”; “la pulseamos pero ellos la pulsearon mejor”; “la afición puede estar tranquila, hicimos lo que pudimos”; “tenemos que esperar a ver qué quiere el profe” (¡todos los entrenadores son Profesores!); “respetamos al rival”, “mejoraremos”; y otro largo etcétera.
Hay algunos narradores y comentaristas de fútbol que realmente la sacan del estadio con frases y metáforas rebuscadas: “atiemparon bien”; “buen (o mal) volumen de juego”; “táctica fija”; “el gol es el táctico del fútbol”; “recuperación de la pelota”; “ya lo decíamos, el que perdona pierde”; “un arbitraje moroso”; usted, amable lector o lectora, de seguro puede agregar más.
Y realmente molesta (aparte del sesgo informativo a favor de los mal llamados “equipos grandes”), que se confundan las toponimias de algunas ciudades y pueblos. Por ejemplo, Ciudad de San Carlos (inexistente de por sí) en vez de Ciudad Quesada; o estadio de Pérez Zeledón por estadio de San Isidro de El General. (El estadio Carlos Ugalde está en Ciudad Quesada y San Carlos es el cantón más extenso de Costa Rica, posee 13 distritos incluida Ciudad Quesada, metrópoli del cantón. Lo mismo aplica para el cantón de Pérez Zeledón y su capital San Isidro de El General). Estas inexactitudes también las he encontrado en ciertas guías turísticas.
Recordemos una gran perífrasis retórica: “el equipo poeta”. Como si el equipo de San Ramón (hoy en segunda división) estuviese conformado por poetas. ¿De dónde sacan tremendo desvarío? Si fuese por cantidad de poetas per cápita, Turrialba también tendría un equipo poeta, para poner nada más una referencia. O ¡“el equipo académico” (la UCR lastimosamente también en segundas)! En fin…
Los errores gramaticales, los gazapos ortográficos y la escasez de coherencia en muchas personas que leemos (hay horrores en las primeras páginas de algunos diarios), miramos y escuchamos por los medios masivos de comunicación, obedecen a una caída de la calidad instructiva y formativa en muchos comunicadores y técnicos del mundo periodístico. Y a una subcultura mediático/futbolera que no repara en un argot chapucero de elocuente estrechez. Son el reflejo de la crisis socioeducativa y de la anomia inducida por la alienación y la desagregación social que padecemos.
Ojalá nuestras comunicadoras y comunicadores, narradores y comentaristas deportivos, miembros de los cuerpos de socorro y de la fuerza pública, deportistas y costarricenses en general, nos entreguemos a la buena lectura y al estudio para mejorar nuestro léxico y el gusto por el bien decir y escuchar. Y que el Ministerio de Educación y las universidades, especialmente las privadas, presten atención a una deficiencia nacional en términos lingüísticos y culturales en general.
Porque no me he referido a esa aberración nacional consistente en la intromisión del tuteo, proveniente de las telenovelas y de los enlatados norteamericanos, o de los presentadores y locutores de la farándula que copian impúdicamente para estar “en todas”, en contra del tradicional ustedeo y voceo. Reconozco y agradezco, eso sí, a Hernán Morales, Pilo Obando y al equipo de Deportes Repretel eso: que conversen como ticos utilizando el vos y el usted cuando corresponde.
Finalizo con una recomendación utópica: que al inicio de cada transmisión deportiva, el narrador o comentarista de turno lea un breve texto (poema, cuento corto, aforismo, etc.) de autor nacional. ¿Será posible?
 

  • Adriano Corrales Arias (Escritor)
  • Opinión
Football
Notas

Este documento no posee notas.