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Saprissa está volando

Daniel Casas añoraba la oportunidad. Nunca se cansó de triunfar en clubes  “pequeños”; su paso por Santos de Guápiles dejó huella y en San Carlos lo reconocen como el mejor director técnico que han tenido en la última década.

Daniel Casas añoraba la oportunidad. Nunca se cansó de triunfar en clubes  “pequeños”; su paso por Santos de Guápiles dejó huella y en San Carlos lo reconocen como el mejor director técnico que han tenido en la última década.
En Guanacaste, valoran su trayectoria como jugador de la primera división pampera en su momento y luego como entrenador. Sin embargo, al recio estratega uruguayo se le negaba la oportunidad de llegar a uno de los grandes.
En el Cartaginés y en el Herediano, club que defendió como futbolista por muchas temporadas, más de una vez los dirigentes vieron su nombre entre la lista de eventuales entrenadores del primer equipo y fue descartado.
El Alajuelense, ha estado distante y fue la dirigencia del Deportivo Saprissa la que puso los ojos en el charrúa, una vez que Ronald González, hombre de la casa, dijo no al ofrecimiento.
Juan Carlos Rojas, presidente de los morados, dio la noticia: Casas es nuestro nuevo director técnico. Daniel, a su lado, respondió: “esperé 20 años por este momento” y, en lugar de títulos, como ofreció su antecesor en el cargo —Alexandre Guimaraes—, prometió un duro y complicado trabajo.
En su primer entrenamiento, se pusieron bajo sus órdenes casi 40 futbolistas de muy buen nivel; la dirigencia del club había realizado una repesca de jugadores prestados a otros equipos y la mayoría volvía al redil tibaseño.
Con la mano de obra a su entera disposición y antes de poner a funcionar el filtro (no había espacio para tanta gente), Daniel Casas le informó a la prensa, sin titubear ni un segundo, que Saprissa iba a empezar a jugar el campeonato, con tres mediocampistas creativos. Este es un planteamiento táctico similar al que usó Vicente Del Bosque con España para triunfar en la reciente Eurocopa, donde aplastaron a Italia en la final 4-0.
Sin tener bajo sus órdenes a Alonso, Busquets, Xavi, Iniesta, Fábregas y Silva, el estratega uruguayo supo de una sola vez que, en la gramilla del estadio Ricardo Saprissa, entrenaban futbolistas de características técnicas parecidas a la de los españoles, por lo menos en intención de juego y trato a la pelota; de manera que, en las prácticas, empezó a darle forma a su idea de contar con un Saprissa preciosista y de toque, que tenía que tener su fortaleza en la capacidad de maniobra de su línea media.
Con diez mediocampistas de buen manejo del balón a su disposición —Yelsin Tejeda, Juan Golobio, José Luis y Luis Diego Cordero, Manfred Russell, Mauricio Castillo, José Carlos Cancela, Deiver Vega, César Elizondo y Daniel Colindres—, el técnico Casas trabajó fuertemente en la pretemporada y publicitó su idea para crear controversias y calentar los entrenamientos de la planilla morada.
Prácticamente, se estaba anunciando que el Saprissa no iba a formar con delanteros tradicionales, un poco a la espera de lo que podía ofrecer el nuevo fichaje del brasileño Ricardo Costa, pero ya estaba en la mente de Casas que las dos puntas titulares de los morados en la campaña anterior, José Alejandro Castro y Minor Escoe, no entraban en sus planes para arrancar la temporada. ¡Dicho y hecho!
INICIO DE ENSUEÑO
El calendario del torneo fue benévolo con los morados, pues le puso un par de rivales accesibles en las primeras jornadas. Meterle tres goles a Pérez Zeledón, un rival al que Saprissa no pudo doblegar ni una sola vez la temporada anterior, y después un 4-0 al benjamín, Uruguay de Coronado, tiene loca e ilusionada a la fanaticada morada, que ya ha asistido a un par de bailes ofrecidos por el grupo de violinistas de la medular.
Guardando las proporciones del caso y jamás para comparar nombres, sino funciones dentro del engranaje de los dos equipos, lo que en España hace Xavi Alonso, en el Saprissa lo cumple Tejeda; la labor de volante mixto de Busquet que se asocia con Alonso, pero también con Xavi Hernández, la cumple Golobio, socio de Tejeda y Russell.
Pepe Cancela es el Iniesta del Barcelona y la Furia Roja, mientras que Russell imita la labor de enlace de Xavi. Al analizar el trabajo ofensivo que utilizó Del Bosque para ganar la Eurocopa, sin centro delantero, se pudo observar partido a partido como intercambiaban posiciones Fábregas y Silva, siempre uno más adelantado que el otro, que es lo mismo que juega el Saprissa de Casas, con Elizondo y Colindres.
César juega a la espalda de Daniel, que es el delantero más adelantado, empujados por Cancela y Russell, pero además, suman Golobio y Tejeda en este Saprissa que ha maravillado a su clientela y a la prensa deportiva en 180 minutos de acción y que ha dibujado 7 goles de todo tipo de facturas: penal, tiros libres, tiros de esquina, sombreritos y morteros como el de Golobio a los lecheros, un golazo de campeonato mundial, además de dos goles en remates de cabeza de los centrales, Sequeira y Badilla.
El portero Víctor Bolívar y los marcadores de punta, Jordan Smith y Juan Manuel Morales, completan la oncena titular del actual líder del campeonato.
Similar a lo que ejecuta Del Bosque, una vez el rival disminuye su potencia física y se desgasta por el marcaje al que obligan los técnicos futbolistas rivales, si don Vicente mete al Niño Torres a terminar la faena, Casas hace lo mismo e ingresa al brasileño Costa en la media hora final del juego, para que juegue sin presión y se vaya aclimatando al equipo.
Y por favor, esto no debe confundirse, pues Saprissa no es el Barcelona o la Selección de España. Lo expuesto anteriormente es una referencia únicamente al sistema táctico y a la estrategia que ofrecen estos tres equipos y que por ahora, en la madrugada del campeonato, a Daniel Casas le ha funcionado a la perfección.

  • Gaetano Pandolfo Rímolo 
  • Deportes
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