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Con la presencia de más de 400 judocas representantes de las principales academias de todo el país, terminó una edición más de la Copa Japón, en la que compitieron atletas de Puriscal, Tibás, Limón, San José, San Francisco de Dos Ríos, La Sabana, el Colegio Japonés, la Universidad de Costa Rica (UCR) y Santo Domingo, en todas las categorías femeninas y masculinas.
Fue el pasado 22 de julio, en el Liceo Samuel Sáenz de Heredia, que finalizó esta reñida competencia. De esta eran favoritos los judocas capitalinos que forman el Club de Plaza González Víquez y desde luego los deportistas del colegio japonés, representantes de un país que es potencia mundial en categorías menores.
Tres judocas de la Universidad de Costa Rica lograron conquistar medallas en la actividad: la joven Ana Yanci Castillo, presea de oro en la categoría femenina mayor en menos de 70 kilogramos; Alejandro Calderón obtuvo medalla de bronce en categoría mayor masculina, menor de 90 kilogramos; y finalmente, José David Medina conquistó bronce en categoría mayor masculina, menor de 81 kilogramos.
La delegación celeste se presentó a la Copa Japón con 10 judocas de un total de 25 que actualmente entrenan y compiten en el Club de Judo de la UCR. Dicho club se reactiva, a partir de este segundo semestre, con el fichaje del nuevo entrenador e instructor el sensei David Fernández, tres dan en judo y atleta olímpico, pues representó a Costa Rica en las Olimpiadas de Atenas 2004.
Fernández sustituye al profesor Gabriel Guillén y tiene como propósito proyectar el judo universitario fuera de las fronteras de la ciudad deportiva de Sabanilla, con la meta e ilusión de conquistar buenos resultados en competencias nacionales, para que se acerquen más universitarios a practicarlo y a aprender de sus técnicas en el club celeste.
Después del éxito alcanzado por tres de sus alumnos en la Copa Japón, la representación del Club de Judo de la UCR se alista para competir en Coronado a partir del próximo 2 de setiembre y después, seguirán entrenando para defender cada uno de ellos los colores de su ciudad, provincia o cantón en la próxima edición de los Juegos Nacionales.
“QUIERO CREÉRMELA”
Esto fue lo primero que expresó a UNIVERSIDAD el medallista Medina, luego de ponerse en su pecho la presea de bronce, ganada apenas un semestre después de que ingresó al Club de Judo de la UCR.
“Siempre quise mejorar como persona y ser humano por medio de la práctica de un arte marcial y el judo me ha permitido tener una mejor calidad de vida”, dice este estudiante de Administración de Negocios que tiene 22 años de edad y entrena cuatro veces por semana.
“Aprovecho que tengo que ir a lecciones lunes, miércoles y viernes y los fines de semana nos trasladamos al dojo de artes marciales que se encuentra en La Sabana, donde compartimos con judocas de mayor nivel, muchos de ellos seleccionados nacionales”, dice Medina.
Convencido de que poco a poco se llega lejos, el medallista celeste sabe que el proceso de un judoca es muy largo. Actualmente, hay practicantes de esta disciplina que son campeones nacionales a los 70 años de edad, de manera que él piensa llegar muy lejos, sobre todo que ya empieza a triunfar con solo medio año de entrar de lleno al aprendizaje, las prácticas y la competencia.
“Mi fuerte es la actitud. Tengo mentalidad positiva y quizá no cuento con la fortaleza y la técnica de Alejandro (medallista de bronce) ni la concentración o el enfoque que da a cada combate Ana Yanci (presea de oro), pero siempre estoy optimista y no me doblegan los reveses porque apenas estoy comenzando”, comentó.
“Para mí es un orgullo representar a la Universidad de Costa Rica y nos alegra a todos que el Club ganara estas medallas, que se conozca de nuestros avances y triunfos, para que lleguen muchos más estudiantes a formar parte de nuestros equipos. Deseamos que a los entrenamientos asistan muchos universitarios, tres veces a la semana de 7 a 9 p.m. Practicar judo es saludable, no para andar por ahí golpeando gente, sino para ser una mejor persona. Además, si un estudiante se integra al Club por más de seis meses, puede aspirar a una beca deportiva”, agregó José David.
ATLETA OLÍMPICO
Medina desea representar a Santo Domingo de Heredia, donde reside en los Juegos Nacionales. Aparte del judo su otra pasión es el atletismo, por lo que no se despejó de la silla durante las transmisiones de las Olimpiadas en Londres, para mirar a los competidores del deporte rey.
También sacó el rato para mirar el combate de nuestro judoca, Osman Murillo. Sobre esta participación opina que el arbitraje no fue correcto y perjudicó a Osman. “Le digo esto porque antes de que le señalaran una falta por no entrar en combate, nuestro representante había botado al egipcio en cinco ocasiones, de manera que sí estaba peleando”.
“Luego le señalaron correctamente un falso ataque y lo pusieron contra las cuerdas. Murillo entonces tuvo que atacar como única forma de darle vuelta al resultado y fue cuando se descuidó y el rival logró un ippón”, sostuvo.
Desde luego que ver a un atleta que practica su misma disciplina en unas Olimpiadas o saber que el actual presidente del Comité Olímpico, Henry Núñez, igual fue judoca olímpico en dos ocasiones crea expectativas en Medina sobre su futuro deportivo, pero no se forja mayores ilusiones, porque “Voy poco a poco”, repite.
“Practico judo para ser una mejor persona y ahora mis mayores deseos son que los universitarios se vuelquen en nuestro club, que se triplique la matrícula y que se divulguen nuestras conquistas, porque esta es una disciplina que te forma integralmente, aparte de convertirse en un valioso complemento para terminar la carrera profesional”, concluyó el futuro administrador de negocios.
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