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Homínidos, Higgs y sexo

Tres noticias se destacan: la primera es del Viejo Mundo. Desde la capital de los Juegos Olímpicos llega la información del descubrimiento de una tercera especie de homínidos (nuestro parientes lejanos: monos, gorilas, orangutanes…). Este descubrimiento se realizó en África por unos paleontólogos que estudian de cerca la evolución humana del homo sapiens. Se ha despertado un debate porque todavía no le han asignado un nombre. Así que todos podemos participar y enviar, una propuesta, al menos, se  le puede nombrar como el “homo brutus”.

Tres noticias se destacan: la primera es del Viejo Mundo. Desde la capital de los Juegos Olímpicos llega la información del descubrimiento de una tercera especie de homínidos (nuestro parientes lejanos: monos, gorilas, orangutanes…). Este descubrimiento se realizó en África por unos paleontólogos que estudian de cerca la evolución humana del homo sapiens. Se ha despertado un debate porque todavía no le han asignado un nombre. Así que todos podemos participar y enviar, una propuesta, al menos, se  le puede nombrar como el “homo brutus”.
La segunda noticia tiene que ver con “La partícula de Dios” o el boson de Higgs. Y se debe reconocer el descubrimiento del Hindú, físico-matemático, Satyendra Nath Bose (1894-1974), al cual se le debe el nombre de bosones, pues él descubre, las partículas invisibles. Don Peter Higgs (1929), es uno de esos extraordinarios majaderos que ha  insistido en sus investigaciones, desde los años 60, en la ruptura de los bosones y, al parecer, con gran suceso en estos días. Observen que no ha quedado claro el boson de Higgs ni sus componentes (protones, neutrones, núcleos atómicos, equivalencias y oposiciones).
Sin embargo, mi dilecto compañero de la UCR, Ronim Rondelca, me sugirió que no me hiciera “bola”, ni a los amables lectores, que teníamos que acudir a nuestro amigo Borges: “Yo sé de un laberinto griego que es una línea única, recta. En esa línea se han perdido tantos filósofos que bien puede perderse un mero detective”. (La muerte y la brújula). Lo terrible del descubrimiento del boson de Higgs es el vacío entre hombres y mujeres, más destructivo que las bombas de Hiroshima y Nagasaki. ¿Quién lo usará? ¿Cuáles serán los beneficios? ¿Qué le espera a la humanidad cuando las transnacionales lo utilicen?
La tercera noticia tiene que ver con Costa Rica. De alguna forma, hay que llamar al sexo: bello-pecado, ángel-demonio. Sorprende que en pleno siglo veintiuno las fuerzas conservadoras de un grupo de evangélicos y católicos esgriman su discurso en contra de las “Guías sexuales” del MEP. Satanizar el sexo tiene mucho de castración como lo citaba Freud especialmente en las pulsiones de vida –el sexo es motor de la energía creativa-. Pero, ¿cuáles son las objeciones que le hacen a las ya famosísimas e internacionalísimas guías sexuales? Los términos: “promiscuidad”, “relaciones sexuales”, “diversidad sexual”  (Extra 9/8/12).
¿Realmente son estos conceptos los únicos que objetan estos distinguidos siervos del Señor y el mismo diputado Avendaño? ¿Por qué no romper con los mitos, estereotipos, chota y el morbo que se promocionan por vídeos, Internet, TV y otros? ¿Cuál es el pecado de enseñar  en una forma pedagógica las relaciones sexuales entre hombres y mujeres, y parejas del mismo sexo? Hasta los distinguidos magistrados de la Sala Constitucional optaron por el fallo salomónico. ¿Y la Ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño, en la ONU el 26 de enero de 1990? (Véase: el artículo 3, inciso 1.). ¿Y el artículo 58, inciso f) del Código de la Niñez y la Adolescencia, y el interés superior del niño?
¿No es un ejemplo desgarrador, el informe de la Asociación Demográfica Costarricense (10-8-12) sobre el 58% de madres adolescentes que interrumpan  el colegio por embarazos no deseados? ¿Y no resulta conmovedor que el 19% sea de niñas de primarias? ¿Cuál es el futuro de estas jóvenes madres jefas de hogar? No solo hay que romper el silencio y los dogmas. La educación no puede ser una espectadora, y parafraseando a Roberto Brenes Mesén (1874-1947). La educación devela, descubre, transforma a la mujer y al hombre. El educador es un mediador pedagógico para que el estudiante busque a su propio maestro dentro de sí: ““Ese maestro dentro del hombre que decía San Agustín, es el que pregunta en nosotros, el que investiga, el que origina ideas, el que hace descubrimientos; ese es el operario y el héroe, el poeta y el santo en cada uno de nosotros”. (La cultura integral del hombre).

  • Carlos Pacheco (Profesor)
  • Opinión
Roberto Brenes Mesén
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