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El árbitro panameño Roberto Moreno fue designado para impartir justicia en el partido del próximo 7 de setiembre que sostendrá Costa Rica con el representativo azteca, en el Estadio Nacional en La Sabana.
Costa Rica se enfrentará a México el 7 de setiembre en el Estadio Nacional y el 11 del mismo mes en el Estadio Azteca.
En estos partidos, se disputan 6 puntos vitales para los costarricenses frente a un equipo de un nivel superior, cuya selección olímpica ganó la medalla de oro en Londres, al hincar a Brasil en la final.
México es el favorito para ganar los dos partidos; lo respaldan su fútbol, dos o tres peldaños más arriba que el nuestro. Las estadísticas que señalan que desde 1994, hace 18 años, la Selección Nacional no le gana un partido a los aztecas en territorio nacional, sin mencionar la confusión táctica y técnica que impera en la Tricolor de Jorge Luis Pinto, la cual no transmite confianza ni seguridad a casi nadie.
Desde luego que el coloso de La Sabana se llenará el día del partido en casa, pero no se ha logrado amarrar una comunión entre seleccionado y afición, porque este equipo de Pinto no genera pasión ni admiración.
Los enfrentamientos contra México no provocan expectación, más bien generan desasosiego. Quienes conocen y siguen el fútbol con responsabilidad y honestidad cobijan un mar de dudas sobre el desempeño de Costa Rica en este doble compromiso, que perfectamente puede marcar el temprano final del Mundial en Brasil.
Actualmente, Costa Rica no tiene equipo para derrotar a México y si lo tiene, no lo demostró en los partidos de fogueo. En estos, presentó un comportamiento irregular, que puede variar entre el éxito de un primer tiempo de ensueño ante los campeones del mundo, España, hasta caer con el peor seleccionado suramericano de la actualidad, Perú, arrastrando un empate 2-2 con El Salvador en el primer partido de la eliminatoria, resultado que puede resultar letal en las aspiraciones criollas de avanzar a la hexagonal de Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Asociaciones de fútbol (Concacaf).
PROYECCIÓN ARITMÉTICA
Dentro de la pobreza del pronóstico que pone a la Selección Nacional a mendigar una unidad de 6 en disputa ante los aztecas, si se analizan fríamente las cosas, lo siguiente es lo que se puede proyectar.
Es posible que México escape al primer lugar de la cuadrangular. Ya suma 6 puntos, con triunfos en casa ante Guyana 3-1 y de visita en El Salvador 1-2. ¿Qué dicta la lógica? México puede derrotar a El Salvador y a Costa Rica en el Azteca, y vencer a Guyana de visita.
Costa Rica, por su parte, tendría que empatar con México. Al hacer esto, la Selección Nacional que hoy suma 4 puntos —producto del empate con El Salvador 2-2 y la victoria 0-4 en Guyana—, puede llegar al final del camino a 9 puntos, si doblega a Guyana en nuestro patio y le empata a los cuscatlecos allá, en el cierre de la cuadrangular.
Si Costa Rica le empata a El Salvador en el Estadio Cuscatlán, recupera los dos puntos que perdió cuando los salvadoreños vinieron de visita a Costa Rica, de manera que México es el gran elector.
El Salvador solo posee un punto. Si le gana a Guyana en casa y de visita, pierde con México en el Azteca y cierra empatando con Costa Rica, tendría 8 unidades, una menos que los ticos.
Con estos resultados, México se clasificaría primero con 16 puntos y Costa Rica, segundo con 9 puntos.
NUEVAS POSIBILIDADES
Si partimos de la trillada frase de que el fútbol es un juego, que son 11 contra 11 y que la bola es redonda, todo puede suceder, incluyendo otro fenomenal “Aztecazo”. La selección mexicana recibió un segundo “Aztecazo” apenas la semana pasada, cuando fue derrotada 0-1 por los Estados Unidos en un juego amistoso. Solo en dos ocasiones ha caído México en el Azteca, contra los ticos 1-2, eliminatoria al Mundial en Corea y Japón 2002, y ahora en forma amistosa ante los estadounidenses.
Proyectar triunfos aztecas como anfitrión ante los ticos y los salvadoreños en esta cuadrangular es un vaticinio repleto de lógica y razonamiento. Por lo que resulte vital “robarle” ese punto de oro a los verdes en el Estadio Nacional —aunque, sería mejor que le ganara—.
Para doblegar a los mexicanos, el equipo de Jorge Luis Pinto debe subir de juego una barbaridad. La retaguardia debe mostrar una seguridad que no enseña. En este momento, el tránsito de la pelota del mediocampo hacia la línea de ataque es deficiente y la zona de metralla, con un Álvaro Saborío aislado, luce cebada.
Costa Rica depende de las individualidades de Bryan Ruiz y Joel Campbell; juegan bien al fútbol Bryan Oviedo y Michael Barrantes; y Keylor Navas es buen portero. No obstante, hay mucho que mejorar para poner resistencia a un México que ya nos paseó en su última visita con la magia de Giovanni Dos Santos y el Chicharito Hernández en ataque y una formación sumamente respetable.
Como detalle positivo a resaltar de esta cuadrangular, fue ese 4-0 que le endosó Costa Rica a Guyana en su patio. Puede que El Salvador no logre golearlos y puede que el segundo lugar, caso de empate en puntos entre ticos y cuscatlecos, se decida por mejor promedio de goles. Hasta ahora, la Selección Nacional lleva buena ventaja. Además, se les puede endosar a los guyaneses una nueva canasta de goles cuando vengan al Nacional.
Ahora lo que interesa es pescar algo; sacarle algo a México en esta doble y dramática confrontación.
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