Se está conversando sobre la pertinencia de una negociación de convención colectiva en el sector educativo costarricense. Me quedan dudas sobre la manera como se gastan los recursos y el seguimiento operativo del beneficio real obtenido por el uso de los mismos.
Seguimiento operativo y cuantificación de resultados. ¿Cómo es posible discriminar entre un buen profesor y uno que no lo es? Aparte de múltiples elementos motivacionales y de estilos de liderazgo, los cuales son bastante difíciles de medir objetivamente, si determinamos como base de evaluación el incremento en el nivel de conocimiento, entonces requeriríamos al menos dos evaluaciones, una de diagnóstico al iniciar el ciclo lectivo, y otra de evaluación del avance en el estudiante al finalizar el año. Al cuantificar el nivel de conocimientos cuando finaliza el bachillerato y no de manera continua, carecemos de elementos adecuados para resolver a tiempo deficiencias en formación, con la consecuente falla en asignación de responsabilidades y acciones correctivas.
Parte I.
Una vez evaluado el conocimiento, este por sí mismo no es suficiente. Es la base mínima sobre la cual se establece la capacidad para generar aptitudes de innovación y mejora o manipulación del conocimiento con habilidades de adaptación a nuevos entornos. Necesitamos entonces una evaluación por resultados como medida de control. Si, por ejemplo, los estudiantes de un determinado centro educativo consistentemente tienen liderazgo en Olimpiadas de matemática, ciencias, ensayo, arte o deporte, por ejemplo, entonces deberíamos asignar al profesorado relacionado méritos y compensación adicional por la labor ejecutada. Lo mismo que para instituciones o profesores en condiciones de rezago que alcancen crecimientos más elevados que la norma.
Me gustaría ver una evaluación de contraste, para determinar el impacto que tiene la labor del educador y el centro educativo en la enseñanza de los estudiantes. De otra manera me cuestionaría seriamente sobre la manera en que se adjudican plazas, se brindan incrementos salariales y se asignan recursos. También, al igual que se negocia la ficha y formación de un futbolista, el resultado final de un estudiante depende de su historial en diferentes centros educativos, por lo que estos deben ponderarse de acuerdo con su permanencia en cada uno de ellos y su éxito o fracaso de igual manera.
Apoyo al estudiante y familia. El estudio debe visualizarse como un trabajo serio, en el cual se deben obtener resultados para recibir beneficios. Esto significa por una parte mejorar el desempeño educativo y la responsabilidad del estudiante con un proceso de mejora continua medido por percentiles, no solamente con pasar el año. Y asegurar un entorno favorable que incluya al menos, apoyo alimentario (dos o tres comidas), soporte en el mismo colegio, (para que el estudiante pueda aclarar sus dudas y hacer sus tareas antes de ir a su casa), y talleres de adecuación, (para nivelar conocimientos y destrezas, ajustar los programas y maximizar las posibilidades de cada estudiante). Necesitamos más horas diarias de educación, con apoyo complementario, para evitar la frustración ocasionada por la incapacidad de cerrar brechas cognitivas. No le vería inconveniente a reducir el tamaño de los grupos, si ello va amparado con mayor trabajo, mejores resultados, y un aumento de los días lectivos.
Todo derecho conlleva obligaciones, por lo tanto profesores y  estudiantes deben comprender que los recursos y cupos son limitados y que se debe competir por ellos, pues se trata de una oportunidad de vida, y en el caso de los padres de familia, que la escuela o colegio no es una guardería, sino un recinto facilitado para enseñar habilidades y conocimientos, para coadyuvar la formación ética y personal que debe ser brindada desde el hogar y complementada por la institución educativa, no delegada en esta.
Beneficios para educadores. También, está el aspecto de la calidad de los educadores. Se debe pagar más por resultados y menos por requisitos. Un buen sistema educativo es aquel que puede hacer exitosos a TODOS los individuos que pasan por él, no solo a aquellos que ya de por sí eran privilegiados. Si la norma de mínimo esfuerzo se estandariza, y los mismos beneficios recibe un educador mediocre que uno sobresaliente, lo que observaremos es un deterioro progresivo del sistema educativo y el traslado de esta desmotivación a los estudiantes. El pago por años de permanencia, sin más evaluaciones de actualización y de validación que la presentación de un título, no ayuda mucho en ese sentido, ni a generar cambios positivos. En una próxima entrega nos referiremos a mecanismos de solución para la problemática planeada desde el punto de vista de la oferta y demanda de servicios.