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El campeonato mayor de fútbol apenas cierra su primer tercio; 22 partidos marcan las dos primeras vueltas del torneo, de donde saldrán cuatro equipos clasificados para la segunda fase.
Sin embargo, los equipos se van hospedando en las habitaciones que marcan la costumbre, la lógica, la realidad y no se vislumbran excepciones.
La jornada siete tuvo resultados que parecen marcar el sendero que seguirá el certamen hasta su conclusión, pues nos presentó un clásico entre Saprissa y Alajuelense espectacular, delicia para los aficionados. En dicho partido, los dos grandes del modesto fútbol costarricensemostraron que están muy por encima de los otros nueve clubes, rescatando al campeón nacional, el Club Sport Herediano, que está dispuesto a sostener la corona ante este par de resistentes enemigos.
Morados y manudos empataron a dos goles en un partido intenso, emotivo, dramático, muy bien jugado y con acciones de exquisito fútbol. Estos dos clubes, únicos invictos del campeonato, demostraron ser los lógicos y claros favoritos para destronar al actual monarca.
El Herediano, a pesar de estar sumergido en una crisis financiera caótica —que ya provocó la salida del su director técnico Odir Jacques—, ganó en este fecha cabalística como visitante 2-0 en la caliente Puntarenas, equipo que estaba invicto hasta que enfrentó al campeón. Sin duda, el Team posee una nómina muy poderosa y eso lo hace sobrevivir fecha a fecha a tantos problemas domésticos, que hubieran hundido a otra planilla no tan bien integrada.
En esta fecha siete, el otro grande, Cartaginés, lamentablemente hundió a sus leales seguidores —que no se aburren de llenar el Fello Meza en cada jornada— en un nuevo ciclo de frustración y de impotencia, luego de que el equipo se desplomara en su propia casa y cayera derrotado 2-1 ante el Carmelita, nómina modesta que acaba de ascender a la primera división.
Así, la sétima jornada lanzó a los dos grandes, Alajuelense y Saprissa como tempraneros candidatos al título; al Herediano se le reconoce la hidalguía y profesionalismo de sus jugadores, que juegan y ganan hasta muriéndose de hambre por falta de pago; y un Cartaginés, que lo tiene todo, que se reforzó con dos valiosos jugadores extranjeros y que fichó de nuevo a su jugador emblema Randall Chiqui Brenes, pero deja escapar tres unidades en su patio, frente a un rival que por los antecedentes debió ser su víctima.
ZONAS DE CLASIFICACIÓN
Alajuelense, Saprissa y Herediano se mantendrán en la azotea de la clasificación y entre ellos se disputará la corona. Al cierre de edición, esos equipos están hechos un puño en la cima de la clasificación: los manudos poseen 15 puntos y los florenses y morados 14. No obstante, Saprissa tiene un partido menos, que jugará el miércoles 29 de agosto cuando visite a Carmelita. Si los morados ganan, comandarían el tablero; mas la victoria no es segura tras la última actuación de Carmelita.
En el resto del tablero, Cartaginés se encuentra rezagado con 11 puntos a la espera de mirar que equipos se le ponen en la nuca. Por el momento, Puntarenas goza de diez puntos, pero al tener una nómina demasiado joven y un sin portero de calidad, este equipo no se proyecta para meterse en los puestos de arriba y es posible que la tropa de clubes que vienen atrás lo alcancen.
Carmelita, el sexto lugar del campeonato, tiene 8 puntos; Uruguay de Coronado 7 unidades; Belén, Santos y San Carlos 6, y Limón y Pérez Zeledón en el último lugar con 5 puntos.
La séptima fecha dictó sentencia.
TRES DECEPCIONES
Dentro de la lógica y las proyecciones que dictaban los prolegómenos de la competencia, si bien es cierto y como sucede en las ligas de todo el planeta, los grandes son los favoritos y en España, por ejemplo, nadie se imagina un campeón que no sea Barcelona o Real Madrid. De tener a la Liga, Saprissa y Herediano arriba; al Cartaginés dando tumbos y luego esa “mole” de equipos tan pegados, sorprende el pobre desempeño de tres clubes: Santos, San Carlos y Pérez Zeledón.
El equipo guapileño fue finalista del torneo anterior y le disputó la corona al Herediano; hoy, los discípulos de Eduardo Méndez suman una victoria de siete presentaciones. Pérez Zeledón, oncena acostumbrada a clasificarse a las instancias finales, cayó cuatro veces en siete juegos, promedio triste y lamentable. San Carlos sucumbió a una irregularidad que no es propia de su cartel de los últimos torneos cortos, de donde sacó un título de subcampeón nacional. Como Santos, solo han ganado un partido de siete.
Marvin Solano no encuentra la fórmula para que Los toros del norte vuelvan a embestir al más pintado; se habla de crisis económica a lo interno del club; Jafet Soto tuvo que dejar la dirección técnica de Pérez Zeledón para ir a trabajar con la Selección Sub 20 y Eduardo Méndez tampoco ha podido meter a los guapileños en la ruta correcta. Estas son las decepciones del campeonato.
Carmelita y Uruguay, los dos benjamines del torneo, han hecho hasta ahora más de la cuenta, pues están por encima de cinco equipos más tradicionales y en el sótano está Limón, agrupación que no ha ganado y que enfrenta muchos problemas internos, arrastrados desde que encarcelaron a su presidente Carlos Pascall.
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